La abogada Marina Sánchez Herrero es una de las cinco mujeres que integran el Consejo de la Magistratura. Allí, desde hace dos años, lleva adelante una fuerte gestión con perspectiva de género con el objetivo de poner fin a la desigualdad en uno de los poderes del Estado en los que aún persiste el llamado “techo de cristal”, es decir, la limitación que tienen las mujeres para acceder a cargos de jerarquía. 

-¿Cree que hay que avanzar en una reforma de la Justicia? ¿Qué habría que cambiar?

-En realidad, tendríamos que hablar de distintas áreas. El Poder Judicial tiene un problema en el tema de infraestructura, que debe ser resuelto; tiene un problema respecto a la mora, a lo que tardan los procesos, que debe ser resuelto. Esto está íntimamente ligado con lo que es la conectividad y digitalización de la Justicia. La oralidad es muy importante porque da inmediatez. La Justicia debe ser revisada, para que sea un servicio más óptimo. La sociedad necesita que sea en tiempo oportuno y que imparta justicia. Eso no quiere decir qué tipo de resolución tiene que tener, sino que ese servicio esté prestado en los carriles de la eficiencia y la eficacia.

-En el marco del Día de la Mujer quedó aún más en evidencia la falta de Justicia en los casos de violencia de género, que se cobra nuevas víctimas cada 23 horas. ¿Hay una deuda con las mujeres?

-Por supuesto que en la cuestión de la violencia de género hay una deuda, pero que no es de una única parte. Se trabaja la cuestión del género en la Justicia, pero se debe avanzar en soluciones desde una manera sistémica. Leyes, miradas, cuestiones sobre las que tenemos que generar una comunión de ideas. 

-¿Se nota un avance en los últimos tiempos?

-En cuestiones de género está todavía la deuda en la violencia. Sobre demás cuestiones se está trabajando. Falta, por supuesto, pero se está trabajando, y lo más importante es que de lo que se trata es de que la Justicia tenga una mirada de género.

-¿Dentro del Poder Judicial hay igualdad de género?

-Hay distintas visiones. Por un lado está el Mapa de Género, que tiene que ver con la cantidad de funcionarias, juezas, analistas y fiscales que hay a nivel nacional. La Corte Suprema de la Nación lo actualizó recientemente y se sigue con el techo de cristal. Hay muchas más mujeres en los cargos administrativos, o de funcionarias en primeras instancias, pero a medida que se va avanzando en la pirámide se disminuye notablemente la presencia de mujeres. La Corte, por ejemplo, tiene una sola mujer. En otros niveles, sólo representamos un 20 por ciento. Está demostrado que el techo de cristal sigue existiendo. También está la cuestión sobre la mirada de género, que es al momento de impartir justicia y es sobre lo que hay que seguir trabajando. Y después está la cuestión de la mirada de género hacia la abogada, sobre lo que hay que trabajar muchísimo.