Justicia debe cambiar su perspectiva al abordar la violencia de género

Justicia debe cambiar su perspectiva al abordar la violencia de género

Es abogada del foro local, representa a Sonia de la Cruz, madre de María Fernanda González, víctima de supuesto femicidio y cuyo caso, a su parecer, no es investigado en un contexto de violencia de género. A pesar de las sospechas de quién es el presunto femicida, éste está libre.

 

 

El crecimiento de la violencia contra las mujeres es una realidad concreta: la violencia machista mata a una mujer cada 30 horas en el país y las prácticas sexistas que la sostienen simbólicamente, se multiplican. Las normas sancionadas para resguardar a las víctimas, las políticas públicas, no se aplican. Diferentes casos exigen justicia. Ante estos hechos se lanzó una campaña nacional para el 3 de junio, "Ni una menos". Esta se replicará en Jujuy a las 17, en plaza Belgrano. Allí estarán los familiares de María Fernanda González, como otros tantos pidiendo justicia.

Se suman más casos de femicidios en la provincia y la Justicia aún no responde por estos crímenes y la actualización de las leyes parecen invisibles a los jueces...

-Creemos que se sigue manteniendo la severa crítica contra la Justicia, porque es el máximo represor del sistema patriarcal, porque es machista, sexista. Además observamos que pese a la incorporación de la figura del femicidio al Código Penal y la reforma del Código Procesal Penal local que permite a la querella tener una participación más activa, seguimos siendo restringidos en la representación de las víctimas. El caso más claro en la provincia, ahora, es el de María Fernanda González, que no tiene imputado. Si bien a la sociedad jujeña le ha conmocionado mucho el caso de Chiara, creo que tenemos que hacer una reflexión interna, porque en nuestra provincia lamentablemente existen hechos de una violencia extrema. Crímenes horrendos que no son investigados como debiera. Vamos a seguir instando que nuestro sistema judicial cambie su perspectiva a la hora de valorar estos crímenes.

-El caso de la gendarme Carola Carretero tuvo una sentencia que no estuvo enmarcada en violencia de género, ¿es justicia?

-El caso de Carolina, la excusa, si se quiere, fue que a la fecha del hecho no existía la reforma del Código; pero aún así en los alegatos se planteó la necesidad de evaluar la responsabilidad del novio en este contexto, al que la Justicia se sigue negando.

-¿Cómo se hace para que los jueces y fiscales renueven su mirada sobre estos casos que atentan contra los derechos de la mujer?.

-Creo que es indispensable que todos los que integran el Poder Judicial sean capacitados constantemente, actualizados para que puedan conocer cuando uno habla de violencia de género, porque se plantea esta perspectiva y la necesidad de su incorporación en cuanto al criterio a la ley penal. Es decir la ley penal no debe ser interpretada aisladamente, existen muchas leyes en resguardo a los derechos de la mujer que la ley penal debe evaluar.

-La cantidad de casos de femicidios, y una consecuencia cruel es la tenencia de los hijos, situaciones que la familia de la víctima debe defender protegiendo a esos niños...

-Los menores revictimizados en estos casos, en donde la familia de la víctima tiene que empezar a pelear por la custodia, la tutela, en el caso que corresponda de los menores que quedan desamparados.

-Ante esta situación de falta de justicia, ¿qué lectura se puede hacer cuando tras un homicidio común que ha sido un femicidio - por ejemplo- después se tenga que evaluar los derechos del niño de la víctima?

- En ese aspecto la Justicia tiene que evaluar, porque ha sido como muy insistente y sobre todo en esta provincia, en pretender conservar o intentar una revinculación entre los agresores y los menores. Creo que eso tiene que ser minuciosamente evaluado porque generalmente es contraproducente revinculizar con quien ha sido el asesino de sus madres en los casos de los femicidios, casos de abusos.

-¿Se acrecientan los femicidios y cuesta que la Justicia tipifique este delito?

-Sí, hay una gran reticencia, ya que los que son penalistas lo llaman como un agravante del homicidio. Para quienes litigamos desde esta perspectiva es un femicidio, en este contexto fue incorporado al Código Penal así que seguimos defendiendo porque el lenguaje es absolutamente trascendente. Así que nosotros vamos a seguir sosteniendo que estos crímenes son femicidios.

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