Juntos a la par: Obama se mete de lleno para pasarle el mando a Hillary

Juntos a la par: Obama se mete de lleno para pasarle el mando a Hillary

El presidente participó por primera vez en un acto de campaña y mostró todo su respaldo a su ex rival en 2008

ajó del Air Force One con el aire de quien se comerá el mundo en una tarde. Barack Obama aterrizó en Carolina del Norte para sumarse activamente en la campaña de Hillary Clinton, a quien le regaló el más firme y decidido apoyo para llegar a la Casa Blanca.

"No hubo ni hay nadie mejor preparado. Ella debe ser la próxima presidente de los Estados Unidos", dijo Obama ante un público entregado.

Fue la primera vez que el presidente se sumó a la caravana proselitista de su ex secretaria de Estado. Pero no será la única: hay varios actos ya pautados en los que la Casa Blanca se implicará activamente con la virtual candidata demócrata. Eso da una imagen de unidad en el partido de la que carecen los adversarios republicanos.

"Ni ellos mismos saben con qué están de acuerdo y con qué no", sostuvo Obama, en alusión a las cambiantes posiciones del magnate inmobiliario Donald Trump, a quien, como aconseja la estrategia en estos casos, no mencionó ni una sola vez por su nombre. Pero a quien pareció dedicar sus más punzantes descalificaciones.

"Uno puede escribir mucho en Twitter, puede proponer un muro y puede soñar con volver al pasado, pero eso no es un plan, ni una propuesta, y tampoco es entender de qué se trata ser presidente", describió.

Arrobada por momentos, risueña, y en otros casi conmovida, Hillary seguía las palabras del presidente "sobre cuyo legado hay que seguir construyendo", enfundada en uno de sus característicos trajecitos. En este caso, rosa.

Obama, mientras, volvió a ser el que nada como un pez cada vez que está en campaña: en mangas de camisa, transpirando y haciendo uso de la característica capacidad oratoria que le permite conectar tanto con la emoción como con la razón del auditorio.

"Esta vez la opción no será entre demócratas y republicanos; ni siquiera entre izquierda y derecha. En noviembre habrá que elegir entre la ilusión de retornar a un pasado imaginario o trabajar para construir el futuro", describió.

La ocasión no podría haber sido más auspiciosa. Ocurrió apenas un par de horas después de que el FBI decidiera "desaconsejar" cargos penales contra Hillary por el affaire de su correo personal. El giro de los investigadores desactivó uno de los flancos preferidos para el ataque republicano.

Igual, Obama se encargó de sepultarlo un poco más. "Yo confío en su criterio, ha sido una brillante secretaria de Estado", subrayó, en una tácita réplica al reproche del FBI en el sentido de que, si bien no había prueba contundente de delito, Hillary había sido "extremadamente descuidada" con el manejo de documentación confidencial.

"No sólo eso -siguió Obama en su defensa-. Estoy seguro de que tiene el criterio para ser una excelente comandante en jefe", señaló, tras recordar que la ahora candidata lo apoyó y lo acompañó en la sala de situación en el momento del ataque, de la captura y de la muerte de Osama ben Laden, en mayo de 2011.

Así fue como, en un escenario de la ciudad de Charlotte, los feroces contrincantes en la primaria demócrata de 2008 volvieron a trabajar juntos. Eso valió un mensaje para Bernie Sanders, el demócrata que desafió a Hillary en la primaria y que, pese a que ya no tiene chance alguna de ganarle, aún se resiste a declarar su respaldo.

Admiración

"Respeté y admiré a Hillary desde el primer momento. Ella me apoyó apenas gané la primaria y yo no tardé en llamarla para sumarla a mi gabinete de gobierno", recordó Obama.

La enérgica intervención del presidente pareció evocar el discurso que Bill Clinton dio en su favor en 2012, y que fue decisivo para sumar voluntades en favor de su reelección.

Con igual entusiasmo, ayer fue Obama el que devolvió el gesto, convencido de que "hay veces en que hace falta más de un gobierno" para completar una reforma.

Por lo pronto, la Casa Blanca avanzará en su apoyo a Hillary. El viernes será el turno del vicepresidente Joe Biden. Será un nuevo y categórico respaldo de cara a la convención partidaria que deliberará dentro de tres semanas y en la que, según todo indica, la ex primera dama sellará la candidatura.

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