Poco más de un año después de asumir como presidente de la Nación, Mauricio Macri, decidió “perdonarle” la eterna deuda que tiene el correo argentino -más de $70.000 millones- a su propio padre, Franco Macri. Ello derivó en una investigación a cargo del fiscal federal Juan Pedro Zoni.

Llamativamente, la semana pasada el funcionario judicial fue removido de su cargo por el procurador general de la Nación interino, Jorge Casal. Zoni se desempeña en el Poder Judicial desde hace 20 años, y en el último tiempo avanzó en la causa que compromete a la empresa de la familia Macri, además imputó al ministro de Finanzas Luis Caputo por la emisión de deuda a 100 años. 

Del otro lado se encuentra Cristóbal López, quien está imputado por evasión de impuestos por un pasivo total de $17.042.509.692, deuda que proviene principalmente de Oil Combustibles, por no haber pagado los impuestos durante varios años. En esta causa también está procesado Ricardo Echegaray, extitular de la AFIP, quien no podía desconocer las maniobras de evasión de López, que fue revelada mediante una investigación de Diario HOY en 2014.