Julio Lamas: "Si Manu está sano, juega; si no, no juega"

Julio Lamas:

El técnico del seleccionado de básquetbol está concentrado en la preparación del Mundial; hace malabares entre las lesiones de Ginóbili, Delfino y Gutiérrez y los conflictos internos en la CABB

No está acostumbrado el seleccionado de básquetbol a lo que está pasando. Y Julio Lamas está ocupado por los problemas que rodean la preparación para el Mundial de España. Un equipo que adquirió semejante jerarquía internacional hizo todo lo posible por solucionar los problemas puertas adentro. Pero llegó un momento en el que el descalabro dirigencial de la Confederación Argentina de Básquetbol y la crisis económica hicieron que la situación se desbordara.

Aunque habría preferido otro camino, Lamas trata de construir cada frase con perfección al hablar de un tema necesario: "Hay inestabilidad, porque hemos tenido tres presidentes en tres meses y los problemas económicos están afectando las condiciones de trabajo y la preparación del equipo para el Sudamericano", dice el técnico del equipo nacional.

Enseguida quiere volver a lo suyo; ya bastante tuvo que distraerse en cosas que no deberían ser su responsabilidad: "Entiendo que la mejor posición que puedo tomar es ocuparme de lo deportivo. Porque estamos en ese tiempo y en ese aspecto estoy enfocado. Existieron dificultades en las condiciones de trabajo, espero que se solucionen y que no se repitan de cara al Mundial".

En ese aspecto, el deportivo, Lamas también tiene variadas preocupaciones, como la situación física de Ginóbili (fractura por estrés en el tobillo derecho) y Delfino (lleva más de un año sin jugar por tres operaciones en el pie derecho).

-Más allá de lo que Ginóbili dijo de su lesión, ¿los estudios del 25 son determinantes o puede comenzar a trabajar de manera diferenciada y esperar?

-No puedo dar ninguna certeza de qué va a pasar, hay que esperar los resultados del 25. Después veremos. Si está sano, juega; si no es así, no juega. El estudio que se haga ese día irá a San Antonio y también lo tendremos nosotros, y después se verá.

-¿Lo de Delfino es más difícil que lo de Manu?

 

La lesión de Pipa Gutiérrez es inoportuna por el lugar de la cancha que se genera

 

-Carlos estuvo entrenándose en Italia. Está curado de su lesión, pero está fuera de forma. Está corriendo, tiene un protocolo de entrenamiento. Lo que no sabemos es si los tiempos van a dar para que tenga un estado físico mínimo para que pueda comenzar con los entrenamientos con la selección.

-¿Están en contacto con la franquicia [Milwaukee] para saber si autoriza a que Delfino juegue o no?

-Estamos en contacto permanente con ellos. No tenemos claro si la franquicia le va a permitir o no jugar a Carlos. No es fácil conseguir la autorización. La NBA no puede prohibirle a nadie jugar si el jugador está sano. Pero en el caso de Carlos los tiempos son muy cortos.

-La baja de Pipa Gutiérrez [artrosis de cadera], ¿abre un lugar para un jugador joven más acostumbrado al puesto, como Bortolín, o el plan es reacomodar, por ejemplo, a un experimentado como Herrmann?

-Las dos opciones. Ojalá que un jugador alto que pueda jugar en la posición 5 se gane un espacio ahí. Y después tener la opción de que Scola juegue de 5 y de 4 lo hagan Nocioni o Herrmann. La lesión de Pipa es inoportuna por el lugar de la cancha que se genera. Y [la ausencia] es mayor a la fama que tiene su nombre. Juan jugó 19 minutos de promedio en Caracas, en el puesto 5. Hizo 10 puntos de promedio. En ese puesto jugaban Juan Gurtiérrez y D'Elía; hemos perdido a uno, es una mala noticia.

-Si están todos los de la Generación Dorada, el equipo no parece cambiar demasiado. Si no llegan, ¿se modifica mucho tu trabajo?

-A los equipos siempre hay que hacerles una traje a medida. En este punto, en la selección es muy importante la tarea que el cuerpo técnico prepara para luego instalar el sistema de trabajo y el sistema de juego para las cinco semanas que tiene la selección. No es un período para corregir errores o cambiar un plan. Entonces, es importante acertar con la idea o con el plan. En este caso, vamos a jugar con un equipo que lideran jugadores expertos que hace tiempo están en su madurez deportiva, incluso en la personal, y con otros jóvenes que entran al equipo a dar una energía nueva. El proyecto o el plan es hacer de éste el mejor equipo posible, que funcione y tenga un equilibrio.

-¿A qué atribuís que ese grupo de consagrados siga después de tanto tiempo?

-Por su gran compromiso con la selección y el gusto que tienen por jugar entre ellos han estirado su presencia en la selección muchos años. Pero muchos de los integrantes de la Generación Dorada ya no están. Contar con los nombres de Ginóbili, Scola, Nocioni, Prigioni, implica que sigue estando un núcleo fuerte. Ellos son los líderes del equipo. Y para la selección hoy en día es tan importante que ellos puedan tener un buen torneo como que lo tengan los jóvenes y puedan encontrar su lugar en el equipo. El Mundial está por encima de todo, la selección también y con estos jugadores hay que intentar hacer el mejor equipo posible.

-Quizá no sea tan positivo el promedio elevado de edad. Se supone que alguna vez tendrán un mal torneo. ¿Conviven con eso?

-No, ellos piensan que van a hacer otro gran torneo; si no, no vendrían. Yo creo que ellos son valientes primero, porque piensan en volver a ganar algo cuando ya han conseguido todo. Y disfrutan de jugar juntos como compañeros y con la camiseta de la selección. Ellos piensan que pueden y yo pienso lo mismo. Nosotros vamos con el objetivo de hacer un buen torneo. Y el gran amor al juego que tienen los ha hecho tener una carrera tan larga. Eso, acompañado con lo gran profesionales que son. Con el entrenamiento, los cuidados personales... Eso les permitió llegar a niveles tremendos. Están jugando en la NBA, no es que están inactivos y van a un torneo para intentar ser lo que fueron en 2004 o 2006. Son vigentes, son una realidad. Esto no asegura el éxito, pero vamos con chances concretas de competir.

-Ante un promedio tan alto, ¿hay que cuidarlos más? ¿Cuál es tu plan para eso?

-Desde ya que es así. Porque cada torneo tiene su dificultad. Nosotros vamos a jugar cinco partidos en seis días y es importante que ellos puedan tener la rotación adecuada para mantener el nivel. Por eso es importante la inclusión de los nuevos jugadores en la rotación estable del equipo. Necesitamos de todos para poder hacer un buen torneo.

-Pero da la sensación de que si un partido se hace difícil, la responsabilidad y la sobrecarga de minutos va a recaer sobre ellos.

-Si el equipo funciona bien, la posibilidad de rotar a los jugadores es más alta. Hay jugadores que han crecido dentro del equipo. Campazzo ha aumentado su espacio y su experiencia. Están dadas las condiciones para el regreso de Herrmann, que puede traer al equipo una alternativa más, y estamos tratando de desarrollar lo más rápido posible a D'Elía viendo el talento, la talla y las necesidades de tener un jugador en su puesto en el equipo. Creo que hay opciones de jugadores que pueden aportar.

-Se advierte que la barrera más grande se podría dar en los octavos de final. ¿Piensan mucho en conseguir una posición que evite chocar, por ejemplo, con España?

-Nosotros sabemos que nos tocó el lado exigente, el difícil. Tenemos un grupo duro, con un cruce complicado. Ante esta situación, somos conscientes de que para poder cumplir con nuestros objetivos tenemos que jugar bien desde el primer día. Si elevamos nuestra posición en el grupo, nos ayudamos a tener un mejor cruce. Si después hay imponderables, eso no lo podemos prever. Vamos a tratar de conseguir el lugar más alto en el grupo porque normalmente son las cosas que ayudan. Hay que aprovechar mucho la preparación y tenemos que salir jugando bien desde el día uno..

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