La actriz, parte del plan Ortega, habló de su relación con su prima Luciana Salazar: "Me parece el sex symbol patrio. Ella es amorosa conmigo, pero no es alguien que vea habitualmente. Ella se construyó a sí misma,y está muy bien. Cuando se monta en esos tacos y se pone esa ropa, yo lo veo como muy lejano a mí, pero ella explica que lo hace para ella. Me parece fantástico".

En diálogo La Once Diez/Radio de la Ciudad se refirió a la nota que le hizo para Cosmopolitan TV y resaltó que Salazar dijo que "la mujer tiene que estar al mando de su cuerpo y de su placer". Además, reveló que si bien le daba "un poco de pudor" preguntarle sobre sexo, su prima le dijo fuera del aire 'podés preguntar lo que quieras' y terminó hablando de 'su sexualidad y el placer que intenta darse a sí misma'".

Por otro lado, contó que para hacer el personaje de Sandra, la mala de "Viudas e hijos del Rock and Roll", se inspiró en "por lo menos cinco mujeres". "Son mujeres con las que he trabajado y que he padecido. Tomé el peinado y algunos movimientos de mano de una mujer de poder, mezclado con una personalidad de la tele que me da risa como trata a la gente. Metí un par de cosas de mujeres en la licuadora", aseveró.

A esta lista de mujeres que tomó como referencia para la ficción, agregó a una mujer que habla de espiritualidad. Al respecto, ironizó: "Las mujeres con un discurso sobre lo espiritual son las que después, un día, te gritan y se convierten en monstruos. Hay algo muy extraño en esa búsqueda de paz interior y de relajación que muchas veces tiene la gente más nerviosa de todas".

Con respecto a ser la hija de Palito Ortega, explicó que eso no fue lo determinante en su carrera, ya que "el interés por alguien que es la hija de alguien dura cinco minutos, no es tan fácil". "La gente tiene la fantasía de que un padre famoso, o una abuela famosa te mete. Puede ser que en un programa contraten a la nieta de alguien, pero después te guste o no esa persona algo tiene, sino no la siguen llamando", finalizó.