Julián y Aníbal: interna FpV entre Tinelli y PJ

Julián y Aníbal: interna FpV entre Tinelli y PJ

Julián Domínguez encabezó ayer un auténtico raid sciolista en la provincia de Buenos Aires para blindar su candidatura a gobernador. El presidente de la Cámara de Diputados estuvo, en la misma jornada, con Daniel Scioli,con su ministro de Seguridad, Alejandro Granados, su esposa y diputada nacional, Dulce Granados, con Martín Insaurralde y hasta con el padre Pepe.

La incesante actividad de Domínguez en el conurbano bonaerense responde a una necesidad urgente: instalar su candidatura en la opinión pública del principal distrito electoral del país, donde todavía aparece abajo de Aníbal Fernández, el otro precandidato a gobernador del Frente para la Victoria en Buenos Aires. Por ahora, se dedica al ABC de la construcción política: rosca con gremios,dominio del territorio a través de los intendentes peronistas y custodia a Scioli, candidato presidencial único del FpV e imán electoral del kirchnerismo.

Sin embargo, y más allá de manejar el slang peronista del conurbano, Domínguez necesita penetrar más allá de las fronteras del círculo rojo del PJ. Existe un principio de gestión, a través de su compañero de fórmula Fernando Espinoza, para llevar a Domínguez a la meca televisiva de los candidatos en campaña, el programa ShowMatch de Marcelo Tinelli. El conductor y empresario que está al frente del programa con más rating de la TV argentina designó a Espinoza como vicepresidente del fútbol juvenil de San Lorenzo, en un ejercicio de peronismo abarcativo que también incluye al massista Joaquín de la Torre como vocal del club.

Domínguez ocuparía así el vacío dejado por Martín Insaurralde, quien tenía freepass en el estudio de Ideas del Sur cada vez que bailaba su esposa, Jéssica Cirio. El intendente del Lomas de Zamora fue el último sciolista explícito que aspiró a la gobernación bonaerense. El kirchnerismo de paladar negro, a través de La Cámpora y dirigentes como Carlos Kunkel vetaron su precandidatura por su sobreexposición mediática y, en especial, por su doble juego entre el FpV y el Frente Renovador de Massa. 

La silla que dejó vacía Insaurralde en ShowMatch podría ser ocupada por Domínguez, esporádicamente, y previo aval de la Casa Rosada, para crecer en las encuestas. Espinoza, compañero de fórmula de Domínguez, fue lo más parecido a un candidato sciolista para Buenos Aires que quedó en la góndola electoral del FpV. De ahí también el apoyo de Scioli a este binomio que se enfrentará a la boleta que encabeza Aníbal Fernández junto aMartín Sabbatella, el titular de la AFSCA y exintendente de Morón, que espanta a intendentes y gremios peronistas.

El coaching peronístico de Domínguez incluyó también ayer un almuerzo con 17 intendentes peronistas y una visita a la localidad de San Martín, donde gobierna el exmassista Gabriel Katopodis. Allí el precandidato a gobernador volvió a mostrarse con Scioli y también con el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Estuvieron en la parroquia Lourdes del padre Pepe Di Paola, en José León Suárez, y luego presenciaron la puesta en marcha de la construcción de un nuevo edificio para la parroquia San Juan Bosco Capilla Virgen del Milagro de Salta, donde funcionará un centro de formación profesional. 

Fernández se había reunido el lunes con Scioli, el primer encuentro desde que ambos son candidatos por el oficialismo. El postulante a la presidencia estuvo acompañado por su jefe de Gabinete, Alberto Pérez; José Scioli y el presidente del Grupo Provincia, Santiago Montoya; mientras el jefe de Gabinete asistió con el secretario de Ambiente, Sergio Loruso.

Fernández sufre una especie de síndrome inverso a Domínguez. Goza de un alto nivel de conocimiento en el electorado y encabeza una fórmula diseñada por la Casa Rosada. Sin embargo, Sabbatella ahuyenta a los intendentes peronistas desde que Néstor Kirchner lo utilizó como emblema de la transversalidad bonaerense para contener la expansión de Scioli en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, y teniendo en cuenta que los intendentes son los encargados de repartir las boletas en sus distritos, patinó al sugerir que esos jefes comunales alineados con Domínguez podrían "esconder" su papeleta en las PASO. Una tácita acusación que tensó aún más la relación con el peronismo ortodoxo.

Comentá la nota