La administración de la presidenta Fernández de Kirchner había anunciado que el acuerdo sellado con las cadenas nacionales de supermercados, que como siempre empezó en la capital federal y en la provincia de Buenos Aires, se iba a extender en el plazo de una semana a todo el país.

Sin embargo, los consumidores jujeños siguen esperando que la medida llegue a la provincia pero ahora en peores condiciones, ya que la devaluación decretada por el Gobierno en enero terminó generando mayor incertidumbre y con ello más remarcación de precios que las que había cuando se lanzó el último acuerdo.

El fenómeno se desenvuelve a una velocidad que es al mismo tiempo un problema para los comercios. Así, en un local de la firma Carrefour se pudo ver a los empleados remarcando los precios a la vista de los clientes, con una balanza electrónica frente a las góndolas de quesos, seguramente para hacer el trabajo sin pérdidas de tiempo alguno.

En otros supermercados, los precios directamente no se ven en las góndolas y particularmente en el caso de la carne, han desaparecido de las pizarras y listas de precios de las carnicerías. Después de las fiestas de fin de año, las carnes que habían registrado una importante suba para Navidad y Año Nuevo, nunca bajaron y según los carniceros, seguirán en aumento. Los cortes más económicos para milanesa, por ejemplo, ya están por encima de los 65 pesos.

La suba es significativa también en las frutas y verduras, cuyos precios parecen no tener techo. En los últimos días, hasta las humildes naranjas que se producen en Jujuy han trepado los 20 pesos la docena en los comercios de los barrios y ni hablar de los duraznos que se los puede conseguir como “baratos” a 26 pesos el kilogramo. Algunos verdulerías minoristas muestran desabastecimiento debido a que la mercadería está tan cara que no se vende y para no perder, los verduleros compran menos o no compran.

La cuestión no parece tener urgencia para el secretario de Industria y Desarrollo Económico del gobierno provincial, Sergio Aramayo, quien declaró que “está confirmada la canasta básica” con la asociación que nuclea a los supermercados de nivel nacional; mientras que las cadenas provinciales serán convocadas en la próxima semana “para avanzar sobre todo en alguna producción local”, como frutas, hortalizas y carnes. El funcionario sostuvo que durante 2013 detectaron desplazamientos de precios sin justificación pero nada dijo de las medidas que se tomaron frente a este comportamiento o de las que se adoptarán para evitar que siga ocurriendo.

Dependiente de los alejados complejos productores de alimentos del centro del país, los habitantes de Jujuy no solo son rehenes de la carestía sino de los altos costos de los fletes para traer lo que no produce en el orden local, que salvo azúcar, algunas carnes, frutas y verduras, es todo. Y sin servicios ferroviarios, sólo queda hacerlo por el medio más caro: el transporte terrestre.