Juicio Político por mal desempeño en el caso Sofía Viale

Juicio Político por mal desempeño en el caso Sofía Viale
Mario Bongianino, quien ayer insistió en que, como titular del Ministerio Público Fiscal, solo tiene competencia para impartir lineamientos generales y no particulares en lo que hace a casos penales puntuales, como fue el de la desaparición y muerte de la niña piquense Sofía Viale.
El funcionario, que está siendo sometido a juicio político por la Sala Juzgadora de la Cámara de Diputados, alertó que los reproches que se le están haciendo en realidad deberían tener como único destinatario al fiscal general de General Pico, Carlos Salinas, porque, según dijo, es él quien tenía a su cargo la responsabilidad del trabajo de los fiscales de primera instancia.

Tal como estaba previsto, el Procurador Bongianino se presentó pasadas las 11 de ayer y acompañado por su abogado particular, Francisco Marull, en la Legislatura para realizar su descargo ante los diputados respecto a la durísima acusación en su contra que elevó a ese cuerpo la Sala Acusadora, en referencia al rol que cumplieron los fiscales en la investigación de la prolongada desaparición (66 días) de la menor Sofía Viale, quien fue hallada muerta y con signos de haber sido abusada sexualmente en la casa de un individuo que tenía en su haber este tipo de antecedentes, como es Juan José Janssen, quien, a pesar de su historial, nunca estuvo en la mira de los pesquisas.

La defensa fue entregada a la Sala por escrito, aunque Marull se encargó de trazar los lineamientos básicos por donde pasa la estrategia defensiva del acusado y que, a la luz de lo que puso en evidencia en poco más de media hora, no tiene nada nuevo, ya que Bongianino continúa desligándose de cualquier responsabilidad en la fracasada investigación, entendiendo que si bien él es la cabeza del cuerpo de fiscales, solo tiene atribuciones para dictar pautas generales, apuntando directa y expresamente contra el fiscal general de la Segunda Circunscripción, Carlos Salinas.

Marull expuso que las actuaciones iniciadas en contra del Procurador son ‘inaceptables y no deberían prosperar’, ya que, dijo, en todos los cargos que se le imputan -que están encuadrados en el supuesto de mal desempeño de las funciones a su cargo- ‘Bongianino no tiene ninguna responsabilidad’.

Más allá de esta defensa por escrito y lo que expuso el abogado ayer, Bongianino dejó en claro su intensión de declarar ante la Sala y someterse a todas las preguntas que sus integrantes crean necesario realizar. El día y la hora en que podrá escucharse ese testimonio y el interrogatorio se conocerán mañana a partir de las 10, cuando se vuelvan a reunir los diputados.

Verticalidad vs independencia

Marull consideró como una ‘ocasión histórica’ la que se está dando en esta oportunidad para “enviar a la sociedad un mensaje claro respecto de cuál es perfil de Procurador General que pretendemos y cuál es el perfil de sistema de justicia que pretendemos”, para remarcar luego que la acusación contra Bongianino y los cargos que se le formulan no se enmarcan en el perfil de procurador que la ley aprobada por la Legislatura provincial determina o busca en el marco del proceso de reforma procesal penal.

Habló de que desde hace años se discute doctrinariamente cuál es el rol del Ministerio Público Fiscal (MPF) en los sistemas procesales, pero que con la reforma que se implementó en la provincia ‘se le da un sentido muy claro’ a ese cuerpo.

Respecto justamente al rol y perfil del Procurador, afirmó que se plantea el debate entre dos posiciones, “una que plantea un Ministerio Público Fiscal absolutamente verticalista y otra posición que plantea un Ministerio Público Fiscal absolutamente independiente”.

En tal sentido dijo que lograr una unidad de acción en el MPF “es un valor para estos nuevos sistemas procesales adversariales, pero el tema es qué costo estamos dispuestos a pagar como sociedad para que tengamos esa unidad de acción, por lo que en definitiva lo que tenemos que lograr es conjugar esos dos principios claros, el de verticalidad y el de autonomía o de independencia de los fiscales”.

Con todo esto, la defensa lo que pretendió poner en claro es que Bonginaino, como cabeza del MPF, tiene a su cargo los lineamientos generales -diseño de política criminal- en esa unidad de acción, pero que son los fiscales, con independencia o autonomía, los encargados de ejercer su función en casos particulares.

Remarcó que la acusación contra Bongianino responde solo al principio verticalista, ya que “se pretende pedirle al Procurador que vaya e invada competencias que son de cada uno de los fiscales”.

En su estrategia, recordó Marull algunos artículos de la ley que determinan las funciones del Procurador, entre ellos el que indica que tiene por atribución dictar ‘instrucciones generales’ a todos los funcionarios del MPF para procurar la unidad de acción del órgano, y también sobre el rol de los fiscales generales (Salinas en este caso), entre ellas las de impartir a sus inferiores (los fiscales) las ‘instrucciones particulares’ necesarias para el cumplimiento de sus funciones.

Sobre la independencia de los fiscales, dijo que estos tienen la posibilidad de acudir en queja al Procurador, si consideran que existe una intromisión del fiscal general en la autonomía de sus funciones. En estos casos es el Procurador el que impondrá el equilibrio entre los dos principios, el de verticalidad y el de independencia.

El abogado reconoció que el Procurador es el jefe de los fiscales, “pero es un jefe que debe actuar con limitaciones”, advirtió, aludiendo justamente al principio de independencia de los fiscales. Bongianino, remarcó luego, “ha cumplido total y absolutamente los principios y exigencias que la ley le ha impuesto”.

Habló también de la importancia del manual de procedimientos que el mismo Bongianino puso en marcha en 2011 y la creación de las oficinas de delitos complejos, donde se especifica el rol de los fiscales y de los fiscales generales.

“Lamentablemente los reproches que pretenden hacérsele en este proceso al Procurador Bongianino, claramente son reproches que deberían ser contestados por fiscal general de la Segunda Circunscripción, es decir Salinas”, insistió Marull.

Al final de su intervención, el abogado expresó que un motivo más para no hacer lugar al juicio político contra el Procurador, tiene que ver con que “sería una herida muy grave al proceso de reforma procesal penal que llevamos en la provincia y un golpe fuerte al proceso de reforma en otras provincias, puesto que sería muy difícil que se pueda comprender, con un mensaje político erróneo que pueda salir de aquí, cuál es el rol de un procurador general deber tener para bien de la sociedad”.

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