Juicio del micrófono: Un testigo declaró que Molina le pidió casamiento presionada por el pastor Olivera

Un testigo declaró hoy que el supuesto pastor Jesús Olivera le exigía a Sonia Molina que se casara como condición para formar parte de su congregación y que por eso estuvo a punto de contraer matrimonio, le envió dinero para que pagara la fiesta de bodas e, incluso, una vez se lo entregó en mano al acusado.
El jornalero Víctor Alero Sánchez (48) relató ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Bahía Blanca los detalles de su relación con Molina, los llamados que recibió para que le enviara dinero y cómo Olivera le exigía que contrajera matrimonio si quería ser pastora de su congregación.

Alero Sánchez, oriundo de Río Colorado, dijo que conoce a Molina desde hace mucho tiempo, que sabe está separada y también conoce a su ex marido, con quien jugaba al fútbol.

Según el testigo, Molina le contó que había entrado a una "rama evangélica que era nueva" y que en una oportunidad, cuando aún vivía con su hija en Río Colorado, le pidió "algo de dinero, doscientos o trescientos pesos, para ayudar a la nena" y además porque "le insistían que pasara casa por casa para recolectar".

"A veces (Molina) me contaba que se quería ir, que la iban a ayudar a estudiar, que se iba a Santa Rosa, que el señor Olivera, el pastor, la iba a ayudar, que tiene amigos abogados, le iba a dar una casa, todo, muebles, facilidades", recordó el testigo.

El hombre relató además que meses después de haberse ido a Coronel Suárez, Molina lo llamó por teléfono y le pidió dinero.

"Me sonó el teléfono, me pidió dinero. Me llamó porque estudiaba y quería ser pastora" y dijo que el pastor "le exigía que había casarse, tenía que buscar una persona para casarse".

"Me ofreció ella casamiento por teléfono y el pastor estaba ahí", dijo, al tiempo que recordó que tiempo atrás él le había pedido matrimonio a la mujer, aunque ella le había dicho que no porque quería estudiar.

El hombre calificó a Molina como " una excelente mujer, muy trabajadora, una chica muy laburadora que siempre fue adelante y nunca se quedó"

El testigo recordó que al día siguiente volvió a llamarlo y le dijo que tenía que enviarle dinero para poder pagar los gastos de la fiesta de casamiento.

"Empecé a girar dinero, creo que fueron cuatro veces. Por Correo Argentino, dos mil quinientos pesos, y después por Western Unión a un número de cuenta. Le mandé algo de nueve mil pesos", expresó.

En el marco del debate, el testigo también dijo que tiempo después volvió a llamarlo Molina, le pidió 5.000 pesos y le dijo que se los enviara a la localidad de Tornquist, próxima a Bahía Blanca.

"¿Me podés mandar cinco mil pesos porque le debo al pastor?. Si vos los tenés mandáselos o podes venirme a ver a Tornquinst", expresó el hombre en referencia al llamado de Molina.

"Ella no sabía donde decirme de ir y me decía que estaba en la casita de oración", recordó.

Finalmente, el hombre contó que se tomó un colectivo a Bahía Blanca y luego a Tornquist con el dinero requerido.

"Cuando estaba por llegar me llamaron y me dijeron que Sonia no podía ir, que iba un amigo", dijo.

Una vez que llegó a la terminal, el testigo dijo que apareció un muchacho que le preguntó su nombre y se presentó como amigo de Sonia, aunque no le dijo si era pastor o no.

Luego de reconocer a Olivera como esa persona, dijo que éste le dio un sobre en cuyo interior había una foto de Sonia con dos chicos y que luego de caminar juntos tres cuadras éste le dijo: "¿vos trajiste el dinero?, y él se lo entregó.

El testigo dijo que Olivera lo invitó a comer a un restaurante y que esperaba que el pastor "que hiciera las oraciones", aunque no dijo más que "comé, comé".

Luego, según el testigo, el supuesto pastor empezó a preguntarle cómo había conocido a Molina y hablar mal de ella.

"Me dice por qué me gustaba Sonia si era una chica mala, que el tenía nueve chicas que trabajaban para él y que me podía presentar chicas lindas, bonitas. Me decía `Sonia no te conviene y cosas así`", agregó el jornalero, quien añadió que Olivera también le dijo que "la había sacado de la prostitución".

El testigo recordó que pasó la noche con Olivera en un hotel de Tornquist, hasta que a la mañana siguiente lo dejó en la terminal y le pagó la comida".

"Vino con su señora, que no la conocía; una chica rubia alta. Estuvimos charlando como quince minutos, él me preguntaba qué tenía yo allá (en Río Colorado)", detalló.

El testigo dijo a los 15 días lo volvieron a llamar, esta vez directamente Olivera: "Yo estaba con la vena del momento, me llamaron, me habló el pastor y lo mandé al carajo. Ahí perdí contacto con todo".

Tras la exposición de Alero Sánchez, el tribunal comenzó a escuchar al resto de los testigos previstos para esta jornada, entre ellos la madre de Molina.

Olivera (30) y su mujer, la periodista Estefanía Heit (31), están acusados de reducir a la servidumbre, lesionar gravememte y estafar a Molina (35), y en el caso deL hombre, también de abusar sexualmente de el la.

El caso comenzó a investigarse en noviembre de 2012 cuando, según la denunciante, logró escapar de la casa de la pareja que la mantenía cautiva desde hacía tres meses, que la había atraído mediante un ardid religioso y que durante ese tiempo la sometió a diversos abusos y vejaciones.

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