En la primera jornada del juicio oral, el contador y funcionario del Instituto de Previsión Social bonaerense Miguel Angel Sampayo y su esposa Andrea Etcheverry revivieron ayer ante los jueces el brutal asalto sufrido en la mañana del 4 de febrero de 2010, cuando fueron asaltados por tres delincuentes que los tomaron de rehenes junto a sus hijos y un sobrino.

La mujer lloró al recordar los gritos de su hijo menor durante los disparos. Emanuel Gómez y Ricardo Javier López fueron detenidos y procesados por el fiscal Fernando Cartasegna, quien en pocas semanas pidió el juicio oral del caso y dio por finalizada la investigación.

En este debate oral, los acusados son asistidos por la defensora oficial Verónica Garganta. Ayer, el matrimonio Sampayo pidió declarar sin la presencia de los acusados en la sala de audiencias. Los acusados Gómez y López fueron llevados a un salón posterior, donde no paraban de reírse, mientras a través de la puerta entreabierta observaban a su defensora.

Según contó el propio Sampayo, minutos después de las 8.10 de aquella mañana, él salió de su casa, ubicada en 17 entre 65 y 66, rumbo a su trabajo. Es uno de los directores del IPS. Cuando abrió la puerta del garaje para salir con el auto, fue sorprendido por tres personas que a los empujones lo metieron en su vivienda, donde su familia dormía.

“Me golpearon con un arma de fuego grande”, recordó. Ese ataque le dejó una cicatriz de “unos diez centímetros en la cabeza”, precisó a los jueces del Tribunal II, Silvia Hoerr, Liliana Torrisi y Emir Caputo Tártara. Luego lo llevaron al primer piso de la propiedad, donde lo maniataron con “cables” y lo dejaron tirado, boca abajo, en el piso.

Los delincuentes comenzaron a revisar todo y, como no encontraban dinero, fueron a la planta baja de la casa, rompieron a patadas la puerta, y encañonaron a su esposa y a su hijo menor. Minutos después, la mujer también es atada y tirada al piso junto al marido.

Los chicos estaban durmiendo en sus habitaciones ubicadas al fondo de la propiedad. En un descuido, la hija mayor del matrimonio y el primo de la joven lograron escapar del lugar y fueron rescatados por una mujer policía que formó parte del operativo cerrojo desplegado en la zona.

El drama duró “aproximadamente una hora”, recordó Sampayo, y detalló que tras el episodio estuvo más de un año bajo tratamiento médico y que la familia sigue sufriendo las secuelas del brutal ataque. “Eran violentos”, recordó una de las víctimas.

Relato del horror

Andrea Etcheverry dijo que estaba en su habitación cuando escuchó ruidos. Minutos después entraron en su cuarto, le apoyaron un arma en la cabeza y la ataron de pies y manos junto a su esposo. El mayor momento de desesperación fue “al escuchar los gritos de su hijo menor” en medio de disparos y fue cuando intentaron desatarse. “Le gritaban a los policías que iban a matar al guacho. Yo le pedía a la Policía que se fueran, les pedía por favor (a los delincuentes) que dejaran a mi hijo, que ya me tenían a mí”, recordó entre lágrimas. Los asaltantes robaron uno de los autos. Subieron a la mujer y al hijo menor. Dieron marcha atrás, rompieron el portón y fugaron “por calle 17 en contramano”. Pocas cuadras después, chocaron. Dos de los asaltantes, uno menor, intentaron escapar, mientras que el tercero usó a la mujer como escudo humano. La víctima cayó desmayada. Y la policía los detuvo.