Jugueteo de deuda: Gobierno desempolva "ala política" para blindar puja en Congreso

Jugueteo de deuda: Gobierno desempolva

Ya hubo contactos con sectores K y PJ para no replicar trifulca que regalaron Alberto Fernández y Mauricio Macri en los últimos días. Lupa en gobernadores de partidos provinciales para desactivar recintos. Hernán Lacunza expone el miércoles próximo en comisión bicameral.

Durante los días previos y posteriores a las PASO, diputados y senadores de distintos bloques celebraban la inactividad en el Congreso bajo el lema “cualquier chispa puede hacer subir el dólar y el riesgo-país”.Desde anteanoche, el ámbito legislativo se convirtió en la lupa principal hacia donde mirarán los mercados, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la propia política, situación que ya tuvo un punto de partida informal en las últimas horas pero que, de manera formal, lo hará el miércoles próximo el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, cuando asista a una comisión bicameral para explicar detalles del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado ayer y un proyecto de ley a presentar en las próximas horas con los que el Gobierno busca estirar plazos de pago de deuda (ver Economía).

El Gobierno tiene un único interés en todo este embrollo: blindar el DNU que reprograma el vencimiento de la deuda a corto plazo. Para ello, la bastardeada “ala política” que integran el presidente de Diputados y peronista con témpera PRO -hoy, acuarela-, Emilio Monzó; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, será desempolvada y tendrá un refuerzo clave para conformar el tridente más proclive para escuchar, contener y negociar con la oposición: el senador justicialista y candidato a vicepresidente del oficialismo, Miguel Pichetto.

A partir de este panorama incial, aparecen detalles. Primero, los legisladores esperan el DNU y el envío del proyecto de ley en cuestión. Segundo, el oficialismo direcciona la lupa al Senado, donde se tratará de encapsular los debates y evitar el aterrizaje de dictámenes al recinto. Y tercero, el ala política ya se comunicó con diputados y senadores peronistas y kirchneristas, y apuntará a gobernadores de partidos provinciales para machacar la necesidad de mantener la calma con respecto a la deuda en el corto plazo. La ley -deuda de largo plazo-, en tanto, ya es considerada una cuestión que quedará para más adelante.

Lacunza asistirá el miércoles próximo -y todas las veces que haga falta al Congreso, según confiaron desde su entorno a Ámbito Financiero-, para realizar un convite de carácter informativo -no se dictaminará nada allí- a la bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y Pago de la Deuda Exterior, que comanda el senador peronista José Mayans. En tanto, el ministro tiene agendada para hoy una charla con el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara alta, Esteban Bullrich, para pincelar aspectos finos del proyecto de ley, texto que podría ser enviado a otra comisión, situación aún no definida.

En cuanto al DNU ya publicado en el Boletín Oficial, el mismo arribará dentro de un par de días hábiles al Congreso para su tratamiento en la comisión bicameral de Trámite Legislativo, que sí tendrá que dictaminar y donde hay una paridad entre oficialismo y oposición, aunque con presidencia y definición de votaciones empatadas a cargo de su presidente, el diputado ultrakirchnerista Marcos Cleri.

Una vez firmados los despachos de mayoría y minoría sobre su rechazo o aval, tienen que ser tratados en ambos recintos para su guiño o desactivación, algo que todavía nunca ocurrió desde la implementación de los DNU. De allí la importancia de Frigerio y Pichetto con los senadores del PJ -que comanda Carlos Caserio, quien recibió en su despacho ayer a Alberto Fernández- y los gobernadores de partidos provinciales. El candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio hará valer allí su gira previa a las PASO, donde dialogó con varios mandatarios. También de Monzó, que ayer habló con el jefe cristinista en Diputados, Agustín Rossi.

Grupo de choque, con dudas

“Los Ángeles de Macri”, la denominada tropa de choque comunicacional del Gobierno, saldrá a la cancha de cara a octubre -como anticipó se anticipó en junio pasado- tras reunirse ayer con funcionarios nacionales, aunque muchos aún no ven que se encuentre cómo “darle la vuelta” al complejo panorama económico y electoral al que se enfrenta el oficialismo, algo que contó ayer este diario.

En el macrismo y algunas usinas opositoras hay una preocupación latente, más allá de la buena voluntad que puedan mostrar: las reacciones de la senadora y candidata a vicepresidente del Frente de Todos, Cristina de Kirchner, a quien le atribuyen el giro discursivo que dio Alberto Fernández desde el inicio de esta semana.

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