Juegos Binacionales: San Luis, con mucho por hacer

Juegos Binacionales: San Luis, con mucho por hacer

La competencia internacional más importante para los atletas puntanos mostró las virtudes y carencias de las selecciones. Los sanluiseños quedaron 7°, bien en lo individual y mal en lo colectivo. 

Con música y baile, en el coqueto estadio "Renato Raggio" de Playa Ancha, Valparaíso cerró los 17° Juegos Binacionales "Cristo Redentor" y como en cada final de la competencia internacional, todas las miradas fueron hacia la tabla de posiciones y hubo tiempo para el recuento definitivo de medallas.

 San Luis llevó 144 atletas, compitió en todas las disciplinas, pero se mantuvo en el 7° lugar, la penúltima posición, sólo por encima de O'Higgins. Lo que, de movida, indica que hay mucho por mejorar.

 La frialdad de los números dejan un amargo sabor de boca. Es que los puntanos terminaron apenas 30 puntos por encima del último.

 El último día de competencias -que paradójicamente fue el más productivo- San Luis consiguió cinco medallas, una cosecha que lo rescató de ser colista.

 Vale recordar que los Juegos Binacionales se disputan todos los años en diferentes ciudades chilenas o argentinas (se alternan su organización): Mendoza, Córdoba, San Luis y San Juan junto a O'Higgins, Metropolitana, Valparaíso y Maule. Ellos son los participantes con selecciones menores de fútbol femenino, básquet, vóley, handbol, atletismo, ciclismo, tenis, tenis de mesa y natación. 

 Como ocurre en Juegos Panamericanos, Odesur o Juegos Olímpicos, los Binacionales premian con medallas a sus tres primeros competidores de cada disciplina, pero la delegación campeona se determina por puntos.

 En esta ocasión la copa Challenguer quedó para Metropolitana que -en un aspecto nunca resuelto y que un nicho del propio reglamento permite- tiene en sus equipos a atletas de distintas regiones chilenas, no sólo a chicos y chicas de la capital trasandina.

 Metropolitana, con 960 puntos,  fue primera, subcampeona quedó Mendoza que ratificó su evolución al sumar 900 unidades y el bronce final fue para Córdoba.

 El anfitrión fue cuarto, quinto quedó Maule seguido por San Juan, San Luis y O'Higgins cerró el ránking.

 La actuación puntana deja, para los números, una actuación flaca.  Pero al desempeño sanluiseño hay que mirarlo desde distintos puntos: desde lo colectivo y en lo individual, sin dejar de remarcar qué estuvo mal y repensar cómo sostener lo bueno y revertir lo malo.

 En Valparaíso, otra vez, los deportes por equipos dejaron una imagen pobre. Sólo el vóley masculino -de gran actuación- alcanzó el podio tras vencer a Córdoba en un partido difícil, que los chicos dieron vuelta con técnica y coraje.

 En tenis masculino y fútbol femenino la medalla de bronce quedó cerca (fueron 4°), pero es importante valorar el esfuerzo de ambas formaciones.

 Después, no hay nada más para rescatar. El vóley femenino y el básquet, en ambas ramas, estuvieron muy lejos del nivel que mostraron sus adversarios. Lo mismo pasó con el tenis de mesa, que terminó último.

 En lo individual brillaron la nadadora Monserrat Gómez (4 medallas de oro y 1 de plata). La chica de Area Club es puro talento y cada vez que salta al agua consigue triunfos.

 

Lo mismo ocurre con Leandro Paris (1 oro y 1 plata) en atletismo. El pibe de El Volcán fue imparable y su techo aún está lejos. Tanto Gómez como París son atletas de la Selección Argentina. San Luis debe mimarlos como se merecen.

 

El ciclista Tomás Suárez (oro en vueltas puntuables), Silvio Ludueña (bronce en 400 metros con vallas) y Emiliano Rinaldini (1 bronce y 1 plata) en natación tienen mucho talento y hay que cuidarlos.

   Buscar el largo plazo

 El balance final es claro. De todas las competencias con deportes colectivos, San Luis sólo consiguió una medalla. Ahí es donde hay que trabajar sin descansos ni interrupciones. El trabajo de los entrenadores, ayudantes de campo y preparadores físicos de cada selección, que comenzó en marzo (todos contratados por el Ministerio de Deportes) no debe terminar   ahora con el final de los Binacionales. Eso sería un grave error.

 Si no hay continuidad, las derrotas nunca terminarán para San Luis. El crecimiento mendocino y el predominio cordobés se sostienen con trabajos a largo plazo, pero también en los campeonatos provinciales a nivel federativo. De los torneos federales surgen los atletas, el semillero. No hay soluciones mágicas. Lo dijo la propia Monserrat Gómez con sus medallas doradas en el cuello. "No hay secretos en esto, sólo entrenar todos los días". Clarísimo.

 La responsabilidad de las selecciones puntanas es, en primer lugar, de las federaciones, y luego del Ministerio de Deportes que apoya proyectos señalados por los dirigentes de cada disciplina. Llegó la hora de que los directivos de las federaciones se pongan los pantalones largos y organicen torneos que recorran toda la geografía provincial, no que sólo se circunscriban a la capital o Villa Mercedes. Basta de jugar con el rival de la vuelta de la esquina. Apoyo económico hay. San Luis es la única provincia argentina que le da al deporte un rigor ministerial. 

 Y si sólo hay jugadores para armar un equipo, una Selección, será ése grupo el que tendrá que viajar fronteras afuera en busca de crecer. Al mismo tiempo, los dirigentes deberán buscar que su disciplina crezca tierras adentro.

 Sí será responsabilidad del Estado impulsar y desarrollar proyectos a mediano y largo plazo para las selecciones de deportes olímpicos, además de respaldar a las federaciones que acerquen planificaciones serias.

 Controlar de cerca esa labor será otro trabajo a hacer. Y el Programa de Deporte Federado, que conduce Orlando Ferrato (asumió un mes), ya adelantó que asumirá esa responsabilidad.

 La creación de campeonatos provinciales es otro factor vital para descubrir talentos y mejorar en lo colectivo. Lo mismo que la continuidad anual a la labor de entrenadores que merezcan seguir trabajando. Aquellos DT que no alcanzaron sus objetivos deberán dejar su lugar a otro técnico con mayor capacidad.

 En líneas generales hay mucho por hacer. Otra vez los Binacionales marcaron las virtudes puntanas, y desnudaron sus carencias.

 Lo positivo es que hay cómo solucionarlo. Hay gente capaz de cumplir esa labor y el apoyo de un Ministerio de Deportes es una verdad tangible. Sólo hay que arremangarse y trabajar no siete meses, sino todo el año. Sólo así San Luis dejará de ser el eterno penúltimo. Sus chicos, con talento y garra, están dispuestos a elevarlo.

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