“Los jueces sabrán por qué no investigan a Dumón”

“Los jueces sabrán por qué no investigan a Dumón”
Juan Pablo Dumón, es el joven a quien María Cash iba a ir a visitar. “De esa persona no tengo mucho por decir porque solamente lo vi una vez. Supongo que los jueces sabrán por qué no lo investigan lo suficiente”, afirmó su papá. “Siendo el anfitrión, no la recibió y por lo tanto me parece muy poco hombre y caballero”, agregó el padre de María.
El cansancio en su rostro describe la pesadilla que vive Federico Cash hace casi 33 meses, cuando despidió a su hija María de 29 años y no volvió a verla.

Federico y María del Carmen, luchadores incansables, acompañaron a la Comisión de familiares contra la impunidad en una nueva marcha realizada el viernes pasado en la plaza 9 de Julio.

El hombre dialogó con El Tribuno y como otras veces se mostró muy crítico con la justicia, aunque esta vez también apuntó a una persona, para él, poco investigada: Juan Pablo Dumón, el joven a quien María iba a ir a visitar.

“De esa persona no tengo mucho por decir porque solamente lo vi una vez. Supongo que los jueces sabrán por qué no lo investigan lo suficiente”.

“Siendo el anfitrión, no la recibió y por lo tanto me parece muy poco hombre y caballero”, agregó el padre de María.

Mientras marchaba en las calles de Salta, Federico habló de “la inoperancia de las fuerzas policiales y de los médicos que la vieron y la dejaron ir”.

“Ella estuvo caminando alrededor de seis días hasta que algún malandrín se la "birló'”.

“No sé si la tendrá esclavizada o si la tendrá bajo tierra, no lo sé”.

Al ser consultado sobre las dudas sobre el paradero de su hija, Cash contó que “en este tiempo hablé con más de 3.500 personas”.

“Además de ese trabajo titánico de atender los llamados, de evaluarlos y pasarlos a la policía, proporcioné a todos los bloques de diputados y senadores, un proyecto de la agencia nacional de búsqueda y solo se hicieron eco los senadores Juan Carlos Romero y Sonia Escudero, antes del 30 de diciembre. Ella impulsó la firma y también

impulsó el proyecto a sesiones”.

“Llegué a la conclusión que no hay una entidad que centralice, coordine y actúe. No hay tecnología para hacerlo y no están equipados”, expresó.

La extraña desaparición

La joven diseñadora de modas, fue vista por última vez el 8 de julio de 2011, deambulando por el puesto de peajes de Aunor, en el acceso este de la capital salteña, antes de ser llevada por una camioneta y dejada, kilómetros más tarde, a la vera de la ruta nacional 34, en dirección al sur.

Días antes, el 4 de julio, María salió desde Capital Federal con destino a Jujuy, lugar donde vive su amigo Juan Pablo Dumón. Pero en el medio del trayecto algo pasó y hoy su paradero es un misterio.

Por causas que jamás se esclarecieron, ella se bajó del micro en la localidad de Rosario de la Frontera y tomó otro hacia Santiago del Estero.

Desde esa ciudad llamó a Dumón y le pidió que le compré un pasaje hacia la capital jujeña, por lo que él se dirigió a la Terminal de San Salvador y sacó un boleto abierto en la empresa Mercobus. Horas más tarde, dejó de tener contacto con su entorno.

Sus familiares y amigos inundaron las redes sociales con su foto y hasta ofrecieron una importante suma de dinero a quien brinde detalles de su paradero, que sigue siendo un misterio.

Hubo amenazas desde Jujuy

A principios de este año, un particular mensaje le llegó a la familia de María Cash: “Se van a enterar que le pasó a tu nena, y se van a enterar en la cagada en la que estaba metida” (sic).

“Yo no lo maté, la mató la boludez, vos estás cerca del gitano que la mató”, concluyó el texto.

Según el abogado Martín Etchegoyen Lynch, que colabora con el entorno de la diseñadora, el teléfono celular desde donde salieron los mensajes, estuvo a nombre de Juan Pablo Dumón.

“A ese joven se lo vincula con extraños contactos”, dijo Etchegoyen Lynch.

Días después de la desaparición de María, El Tribuno habló con él en su residencia de Termas de Reyes, quien se desligó del extraño caso.

El hombre, que conoció a la desaparecida en 2008 en el grupo de meditación Sahaja Yoga, en Capital Federal, dijo que “el martes 5 entre las 17 y las 19, llamé a María porque hacia mucho tiempo que no sabía de ella y me sorprendió diciéndome que justamente estaba viajando a Jujuy "de sorpresa' para visitarme”. “También me dijo "me bajé en Rosario de la Frontera porque no me gusta la gente con la que estoy viajando'”, aseguró.

“Después de esa llamada, nos mandamos varios mensajes de texto y en uno de ellos me contó que estaba en Santiago del Estero y que no tenía más dinero. Entonces fui a la terminal de San Salvador y le compré un pasaje abierto en la empresa Mercobús porque sabía que había un colectivo a las 1.40 y otro a las 6”, comentó Dumón.

Luego afirmó que “a las 9 del miércoles 6 llamó al teléfono de mi hermana -Paula-, desde un celular que le prestó un hombre, dijo que ya estaba aquí y pidió que la vayamos a buscar. Paula le dijo que yo estaba trabajando en Perico y que no teníamos movilidad para traerla. Después cortó y no supimos más de ella”.

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