Juan Pablo Schiavi: "Los accidentes mostraron que el sistema requería una mayor inversión"

Juan Pablo Schiavi:

El ex secretario de Transporte, que está siendo juzgado por la tragedia de Once, habla por primera vez desde que comenzó el juicio

El silencio fue el principal aliado de Juan Pablo Schiavi en los 17 meses que lleva el proceso judicial por el accidente ferroviario de Once. Tal vez el ex secretario de Transporte de la Nación eligió aferrarse a esa conducta al recordar aquella tarde del 22 de febrero de 2012 cuando, horas después del hecho en el que murieron 51 personas, no se calló y dijo: "Si hubiese ocurrido ayer, un día feriado, la tragedia era menor". La frase aún lo persigue por estos días en los que está siendo juzgado junto a 28 imputados entre los que se encuentran otros cuatro ex funcionarios del gobierno nacional. En una entrevista con LA NACION, que se realizó en el estudio de su abogado, Schiavi, acusado de estrago culposo, rompió el silencio.

-¿Qué piensa de aquella conferencia de prensa?

-Que me arrepiento, como lo dije en mi primera declaración en el juicio al pedir perdón por esa frase. Yo me preparé para ser funcionario, para tener cargos legislativos o para hablar en muchos lugares, pero nunca para comunicar ese accidente. Ese día sentí la obligación de contar lo que sabía. Pero sí, fue una declaración poca feliz y por eso le pedí disculpas a los familiares de las víctimas.

-¿Tuvo la posibilidad de hablar con ellos o lo intentó en algún momento?

-Con los familiares que vienen (sic) al juicio nos vemos en las audiencias, hay diálogos muy chiquitos y puntuales. No ha sido fácil hablar con ellos, pero entiendo el dolor y lo que pueden sentir. En el maletín tengo el cartel de Justicia que me dio una de las madres. Es lo mismo que yo planteo: saber la verdad y entender lo que pasó con la tragedia.

-¿Se sintió respaldado por el Gobierno o piensa que lo dejaron solo?

-Hay una confusión: el juicio penal es contra cinco personas que trabajamos en la administración. El que está sentado en el juicio es Schiavi, no el gobierno. Yo no soy el gobierno, soy un ingeniero.

-Pero en el proceso también se está juzgando el rol del Estado en la tragedia.

-Yo no lo pienso así porque no veo el rol del Estado en esto. Penalmente hay una acusación contra algunas personas que estaban en el gobierno. Más allá que pueda adherir y compartir muchas ideas del gobierno, hoy estoy sentado en el juicio como un ciudadano común.

-Después de Once hubo una renovación en el sistema ferroviario. ¿A qué lo atribuye?

-A una decisión política. El accidente de Once y los posteriores en la línea Sarmiento (Castelar y Once II), que fueron productos de errores humano, mostraron además que el sistema requería mucho más nivel de inversión. La conmoción que causó esa tragedia en el país provocó un cambio de política.

-Trenes de Buenos Aires (TBA), la ex concesionaria del servicio, ¿estaba haciendo las cosas bien?

-TBA, desde su génesis, tuvo muchos problemas de incumplimientos en las frecuencias, en la calidad de servicio, el confort y el estándar de viaje. Por todo eso, la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) le aplicó una gran cantidad de multas. A juzgar por eso, TBA no era un buen concesionario.

-Pero siguió funcionando durante años. ¿Quién debía controlarla?

-La CNRT, y lo hizo aplicándole multas. El rol del secretario de Transporte, el rol mío, era supervisar que ese control se realizara. La CNRT hizo un control ponderado por la Auditoría General de la Nación (AGN) al punto de aplicarle una enorme cantidad de penalidades a un contrato que estaba en proceso de renegociación. Nosotros le planteamos a la Unirem celeridad en el trámite de renegociación para determinar si el contrato era viable o no.

-¿El ministro de Planificación, Julio De Vido, debía estar entre los acusados?

- No, ¿por qué? Después de haber visto la jurisprudencia de los accidentes ferroviarios en el mundo no encontré un antecedente en el que la autoridad política esté sentada en un juicio como acusado...

-Pero están usted y otros ex funcionarios.

- No quiero hablar del proceso judicial porque hay un tribunal que está actuando, pero sí puedo opinar de la etapa de instrucción [a cargo del juez Claudio Bonadio] que fue muy particular. Durante todo el juicio se trabajó en una lógica de acusación basada en una "trilogía siniestra" formada por funcionarios, empresarios y sindicalistas. Yo estoy sentado en el juicio por esa lógica, pero La Fraternidad [el gremio de los maquinistas] no está presente.

-¿La Fraternidad puso al motorman Marcos Córdoba en ese tren?

- No tengo dudas. El juez de instrucción concluyó: "Se le entregó a un motorman inexperto uno de los servicios más complicados". Ellos [los sindicalistas] cambiaron la seguridad por la comodidad.

-¿Piensa que los gremialistas debieron ser acusados?

- Si seguimos la lógica que Bonadio aplicó en la instrucción, deberían estar todos entre los acusados, incluidos los sindicalistas. Me parece un elemento extraño que no se haya seguido esa lógica.

-¿A qué atribuye el accidente?

- A una falla humana. Pero no quiero generar una polémica cuando falta tan poco para el fallo.

-¿Tiene miedo de terminar en la cárcel?

- No... no... Siempre pienso en lo que puede pasar... digamos... me gustaría que el tribunal tome la mejor decisión. Yo creo que soy inocente y que no sería justo que tenga un castigo por este juicio.

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