Uno de los máximos referentes del GEN en La Pampa dijo también que “quien no puede esperar al Gobierno es aquel que necesita un salario digno” y que desde su agrupación política tienen una “mirada crítica a las situaciones esenciales del gobierno, porque decimos que no puede ser rápido para favorecer a la mega minería, a los grandes capitales, la transferencia que hubo a favor de la intermediación, que han ganado fortunas en desmedro de los que consumen y los que menos tienen”.

Además, se pronunció a favor de aumentar la carga impositiva sobre el juego y la renta financiera.

Desde sectores oficialistas se plantea la necesidad de hacer reformas que tienen que ver con los convenios laborales. ¿Qué similitudes encuentra usted entre este presente y el que le tocó vivir durante el gobierno de la Alianza a principios del 2000?

Me parece que hay pocos puntos de comparación en entre este gobierno y aquel, sobre todo si lo planteamos en lo que tiene que ver con la Reforma Laboral, porque aquella es la que está vigente, ya que es el mismo tipo de convenio que se había aprobado en primera instancia, porque el anterior Gobierno la derogó pero fue reenviado al Congreso con los mismos textos, en lo sustancial no tiene diferencias importantes.

Acá hay una insinuación en cuanto a reabrir un debate que, me parece, corresponde en este tiempo, porque puede abrir determinados conflictos en función de promesas de índole internacional que no se cumplen. Se dice que hay capitales que invertirían en la Argentina, pero que encuentran costos laborales muy altos, pero en realidad tenemos que tener en cuenta que en este país, las gran generadora de mano de obra son las PyMEs nacionales, que luchan contra la situación, porque tener un empleado no es fácil, pero son las que general el 70 por ciento del empleo, pero no ponen sobre la mesa esa demanda.

Me parece que no hay que tocar esos frentes y que, en todo caso, es imprescindible trabajar en lo que trabajó el Parlamento en los últimos días, temas tales como la quita de Ganancias al salario y un fuerte impulso a la emergencia social y a la economía popular.

Hay que pensar que la gran masa de argentinos que no está en el empleo formal, está trabajando. El Pico tenemos muchos ejemplos de personas que se las rebuscan todos los días, vendiendo pan, haciendo huerta, vendiendo pollos, huevos, ropa… esa economía popular necesita de un impulso en la Argentina. Me parece bien que comiencen a abordarse esos temas.

Es indudable que la receta que de resultados es la que plantea que la gente tenga dinero, consuma y movilice la economía. Paralelamente, creo que hace falta una mirada integral de la Argentina, fundamentalmente de las economías regionales y ver cómo se trabaja para abastecer los propios consumos.

No creo que sean las grandes inversiones que vengan de afuera las que vayan a ser generadoras de mucha mano de obra. Primero, porque si llegan, van a estar direccionadas hacia donde los inversores quieren y no donde se las quieran derivar; pueden venir a la soja, a la mega minería, al maní o a negocios de alta complejidad tecnológica, pero no significa que ese negocio necesariamente vaya a tener que ver con un incremento en la cantidad de puestos laborales.

Lo importante es tener en claro que en el mundo cambió la relación entre inversión y puestos de trabajo. Hace una década, por ejemplo, la inversión en una aceitera importante significaba 300 puestos de trabajo y hoy, si está bien tecnificada, apenas 30 o 40. Ese avance de la tecnología tiene que ver con menos empleo.

El tema del trabajo hay que analizarlo en forma global, contemplando el corto plazo, pero también el mediano y el largo. La Educación es un instrumento muy importante vinculado con el empleo, y vemos con preocupación que en los hogares de clase media o alta, el 70 por ciento los chicos terminan sus objetivos educacionales y en las clases bajas, sólo el 30 puede hacerlo. Aquí estamos frente a una situación donde los ingresos juegan un rol, tanto como lo cultural. Esas son las cosas que hay que revertir en el largo plazo. En lo corto, hay que trabajar fuerte respecto a la pobreza.

Respecto al impuesto a las Ganancias hay dos posturas y una de ellas plantea que el Estado podría recuperar ese dinero a través atributos excepcionales al juego, a la minería y a la renta financiera, algo que el Gobierno no estaría dispuesto a permitir. ¿Por qué cree usted que las sucesivas administraciones evitan avanzar sobre estos sectores, aún cuando suelen ser promesas de campaña?

Es evidente que la Argentina ha sido esquiva a reformas fiscales profundas, que es una necesidad relacionar con las posibilidades de ingresos de cada uno, pero la renta financiera y el juego fueron creciendo con el paso del tiempo y se han generado dos problemas, por un lado gravarlos, y por otro encontrar la clandestinidad.

Estas dos actividades fueron motivo de mensaje de todos los partidos políticos y de todas las plataformas electorales en las últimas campañas, pero llegado el momento, nunca se tocan. Creo que son dos fuentes imprescindibles de financiación en éste momento, porque la Argentina no solo tiene que resolver lo de ganancias; la línea de corte debe ser alto, porque hoy un número que parece abultado frente a otro pequeño, no es que ese tenga un gran ahorro… la gente se gasta todo el sueldo si gana 15, pero también si gana 20 o 30, de última, si tiene alguna reserva invertirá en otras cosas, pero es el dinero que va a movilizar la economía. Creo que tanto el juego, como la renta financiera deben ser abordadas como fuente de financiamiento del Estado, no sé si ahora o el año que viene.

¿En el tiempo que usted estuvo en el Gobierno, hubo lobby y presiones para que no avanzaran sobre el tema?

Cuando estuvimos nosotros, el tema no estaba instalado de esta manera, pero el lobby existió siempre en favor de la renta financiera y el juego. Es indudable que son dos sectores de vinculación y de fuerza que hacen al diseño de Argentina que hemos vivido estos últimos años.

¿Cuál es la postura del GEN ante la presente situación política?

La posición de Margarita Stolbizer es muy clara respecto al gobierno anterior, y respecto a esta nueva gestión se le ha dado el tiempo que entendemos es necesario. Aún así tenemos una mirada crítica a las situaciones esenciales del gobierno, porque decimos que no puede ser rápido para favorecer a la mega minería, a los grandes capitales, la transferencia que hubo a favor de la intermediación fue muy fuerte… y me refiero a las grandes cadenas de comercialización que han ganado fortunas en desmedro de los que consumen y los que menos tienen.

Desde el GEN estamos trabajando y siendo protagonistas de proyectos que están prontos a salir del Parlamento; Jaime Linares, nuestro senador, es uno de los tres impulsores sobre la Ley de Emergencia ocupacional, y Stolbizer va a apoyar con todas sus fuerzas la idea de eliminar a Ganancias del salario.

Creemos que hay que afirmar una mirada progresista, una mayor custodia del pueblo y trabajar en esa línea. De la misma forma que no estamos de acuerdo con la corrupción, no estamos de acuerdo con el ajuste; creemos que hay un camino intermedio.

Algunos sectores políticos partidarios y del trabajo coinciden en afirmar que se esta está terminando el “período de gracia”, ¿ustedes también piensan así?

Los tiempos de gobernabilidad los va marcando la gente y es normal que los gobiernos, si no encuentran resultados, vayan sufriendo desgastes. Lo que encuentro como positivo es que el Parlamento ha tomado en este tiempo una relevancia muy fuerte, con protagonistas de diversos sectores y donde no hay una sola idea que valga.

Me da la sensación que hay una gran responsabilidad de los sectores opositores, que saben que la situación del país no es la mejor, que el escenario internacional es complejo y que el triunfo de Trump en Estado Unidos está vinculado con la crisis que están padeciendo o pueden padecer sus trabajadores industriales, en el país más grande de la tierra.

Durante todo el año he visto responsabilidad de muchos actores, pero hace falta que los sectores más postergados encuentren alivio, por eso es importante que salga la emergencia social y rápidamente se hagan las reasignaciones de partidas correspondientes,

No creo que el conflicto no pueda esperar desde una visión política, creo que quien no puede esperar es el que junta 5 o 6 mil pesos por mes o el que vive de changas, que necesita un salario mucho más digno.

¿En qué posición está el GEN en La Pampa, de cara a las elecciones del año próximo? ¿Va a ser candidato?

Estamos trabajando muy intensamente dentro de las posibilidades que nos ofrece un espacio joven, el martes (por mañana) nos reuniremos con la militancia en Santa Rosa, el miércoles en Pico, y no solamente trabajamos en propuestas del orden nacional, sino también de índole local.

Vamos a tomar parte de las elecciones del año que viene, seguramente integrando algún frente, para lo cual iniciaremos los diálogos allá por febrero o marzo. En lo personal, no tengo pensado ser candidato en 2017, porque me siento muy cómodo trabajando de este modo”.