Andrés Solera presentó la primer denuncia ante la Fiscalía y ahora fue convocado por el magistrado para confirmar el inicio de la investigación.

El joven se encontraba en la noche del lunes 6 de octubre en una pizzería ubicada en Junín y presidente Perón, de la ciudad de San Luis, junto a un amigo. 

Con un grupo de jóvenes que se encontraban festejando un cumpleaños en una mesa aledaña comenzaron a agredirse. En ese momento, entre 4 y 5 policías acudieron al lugar y pidieron documentación a los presentes.

Solera insultó a los policías, molesto por la requisitoria, y fue detenido. Mientras lo reducían, lo golpearon de tal manera que le fracturaron el humero izquierdo.

A pesar de la fractura, el estudiante universitario fue esposado y retenido contra la vereda, hasta que llegó su hermana – que vive a diez cuadras del lugar – y trató de interceder.

Los efectivos policiales, pertenecientes a la Comisaría Primera, lo trasladaron en primera instancia al Hospital del Oeste, a pesar de encontrarse a pocas cuadras del Complejo Sanitario San Luis.

Recién cuando constataron el grado de la lesión, lo llevaron al Hospital Central, donde lo enyesaron.

Luego fue derivado a la Comisaría Segunda, sin que le brindaran demasiadas explicaciones. Allí quedó alojado hasta que recuperó su libertad recién a la mañana siguiente.

Una vez en libertad, concurrió con su abogado, Guillermo Celi, a la Fiscalía donde presentó la denuncia. La causa fue caratulada “Apremios ilegales y lesiones graves”.

El pasado lunes, el letrado mantuvo una reunión con el jefe de Policía, Guillermo Valdevenítez, quien le aseguró que el caso no será tapado y que se tomarán las medidas pertinentes, una vez que los efectivos sean identificados.