Jornada violenta, con repercusión política inevitable

Jornada violenta, con repercusión política inevitable

El desalojo de la toma del barrio Parque Industrial derivó en una jornada plena de violencia, con enfrentamientos incesantes entre vecinos del barrio y la policía. Es el hecho más importante con repercusión política en estos tiempos contradictorios, pues desnuda la fragilidad social que se tiene como contexto de los acuerdos sectoriales en Neuquén.

 

Desde el sindicato ATE hasta distintos referentes de la izquierda se dieron a conocer rápidamente acciones y declaraciones contra el gobierno municipal de Horacio Quiroga y el provincial de Omar Gutiérrez. ATE fue con vecinos del barrio al obispado para pedir la mediación del obispo Virginio Bressanelli. Estuvo en el encuentro el cura Ruben Capitanio. No hubo mediación porque no asistieron representantes del gobierno municipal.

El gobierno provincial se escudó bajo la consigna de que no había actuado en el caso, pues la policía intervino como auxiliar de la Justicia. Durante toda la mañana y las primeras horas de la tarde, el gobierno capitalino de Horacio Quiroga, el que había pedido y exigido el desalojo, mantuvo total silencio.

El hecho repercutirá. Más de un centenar de vecinos abiertamente insubordinados no hacen más que expresar una realidad, que a nadie le gusta, pero de la que hay que hacerse cargo.

 

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