Jaime fue indagado por primera vez luego de media docena de veces que el fiscal Carlos Rívolo pidió que sea citado, ya desde cuando el juzgado estaba siendo subrogado por Norberto Oyarbide.

Conoció la imputación que pesa en su contra en la audiencia que es por enriquecerse ilegalmente durante su paso por la administración pública como secretario de Transporte, y tras ello se negó a declarar y recusó al juez Casanello.

La recusación de Jaime al juez está pendiente para resolverse en la Sala I de la Cámara Federal porteña. El juez Casanello, en caso que la recusación fuese rechazada, está en condiciones de resolver si lo procesa o no a Jaime.

A Jaime y su entorno se lo acusa de no poder justificar una suma aproximada de 12 millones de pesos, así como propiedades, un supuesto yate y un avión, e incluso un peritaje ordenado por el juzgado arrojó que es incompatible el patrimonio del ex funcionario de acuerdo a sus ingresos como tal.

Por el yate, el juez indagó semanas atrás a los abogados Carlos Lluch (también letrado en la concesionaria TBA) y Raúl Viola, de quienes se sospecha adquirieron la embarcación en nombre de Jaime y por valor de un millón de dólares.