Israel y una controvertida ley que impone duros requisitos a organizaciones de DDHH

Israel y una controvertida ley que impone duros requisitos a organizaciones de DDHH

La ley obliga a todas las organizaciones que reciban más de la mitad de su dinero de gobiernos extranjeros, a señalar este dato en sus publicaciones y establece que las infracciones se castigarán con multas equivalentes a 7.000 euros. 

El Parlamento de Israelí aprobó este martes una ley que impone requisitos más severos a las organizaciones defensoras de los derechos humanos y que afecta principalmente a las de tendencia de izquierda.

Los críticos denuncian que la ley afecta de forma injusta a organizaciones defensoras de los derechos humanos de tendencia izquierda, como Betselem y Breaking the Silence, y estigmatiza a quienes se oponen a la política israelí de ampliar los asentamientos judíos en los territorios palestinos de Cisjordania.

Las organizaciones de tendencia derechista en Israel se financian sobre todo con donaciones privadas, que no están contempladas en la ley.

Al respecto, la radio israelí informó este martes que actualmente 27 organizaciones se verán afectadas por la ley, la mayoría de ellas de izquierda.

Tras conocerse la aprobación de la norma, la Unión Europea (UE) la rechazó y pidió a Israel que se "abstenga" de llevar a cabo acciones que puedan restringir la libertad de expresión y asociación.

"Los requerimientos de información impuestos por la nueva ley van más allá de la necesidad legítima de transparencia y parecen destinados a contener las actividades de estas organizaciones de la sociedad civil que trabajan en Israel", indicaron en un comunicado los portavoces de la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.

El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) considera que esta nueva legislación israelí debilita los valores de "una democracia vibrante, libertad de discurso y una sociedad civil diversa" que tanto Israel como la Unión "valoran profundamente".

Pero la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked, de la derechista Casa Judía, el partido de los colonos, explicó que la ley tiene como objetivo impedir la injerencia de países extranjeros en asuntos israelíes, informó la agencia de noticias DPA.

Por su parte, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, saludó la decisión.

"La ley debe poner fin a una situación absurda en la que otros países se inmiscuyen en cuestiones internas de Israel a través de la financiación de organizaciones sin que la opinión pública israelí sea en absoluto consciente de ello", escribió en su cuenta de Facebook.

El líder opositor Isaac Herzog, del Partido Laborista, en cambio, consideró que la ley es una "deshonra" para la Knesset (Parlamento) al simbolizar "signos de un fascismo en germen en la sociedad israelí".

La ley aprobada es una versión más débil de la propuesta inicial, ya que entre otras cosas se suprimió un artículo que pretendía obligar a los miembros de las organizaciones afectadas a llevar un distintivo especial en visitas al Parlamento.

La versión aprobada se limita a exigirles que hagan pública la financiación que reciben del extranjero cuando participen en sesiones en la Knesset.

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