Irak le pide a Gran Bretaña “bombas de vacío” para combatir el ISIS

Pretenden utilizarlas en los túneles donde se esconden los extremistas, que ofrecen una dura resistencia.

A un mes del inicio de una vasta ofensiva contra los yihadistas del ISIS en Mosul, las tropas iraquíes y kurdas lograron retomar el control de varios barrios gracias a los operativos que llevan adelante las fuerzas especiales antiterroristas. Pero el avance se frenó debido a la resistencia de los extremistas.

Los métodos usados por el ISIS, como la utilización de túneles, está bloqueando el desplazamiento de las fuerzas iraquíes. Esto llevó a que el Ministerio de Defensa de Irak solicitara formalmente a Gran Bretaña ayuda militar para obtener “bombas de vacío” o “termobáricas”, un tipo de tecnología que le permitiría eliminar la resistencia subterránea.

Londres respondió que iba a trasladar el pedido a la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Lo que sucede es que estos explosivos vienen siendo cuestionados por organismos de derechos humanos ya que son una gran amenaza para la población civil.

Las “bombas de vacío”, también en poder de Rusia, es un artefacto con un líquido volátil o gas a alta presión que se mezcla con un explosivo pulverizado. Actúa en dos tiempos, con dos explosiones.

La primera carga revienta el contenedor y dispersa el combustible en la atmósfera. Luego detona la segunda que propaga la explosión por toda la nube de combustible. Esto genera calor y una presión extrema por tiempos relativamente largos. Es sumamente efectiva contra objetivos ocultos en cuevas o túneles.

Hasta obtener una respuesta, las tropas iraquíes continúan avanzando lentamente. El problema es que hay un alto numero de civiles que no pudieron huir de la ciudad y que quedaron bajo el fuego intenso de los enfrentamiento, entre ellos centenares de chicos.

“Se estima que son 600.000 los niños que quedaron atrapados en Mosul. Numerosos fueron gravemente heridos en combates o muestran señales de un fuerte sufrimiento psicológico, aun cuando llegan a un lugar seguro”, denunció la organización Save the Children.

La ofensiva de las tropas iraquíes comenzó el 17 de octubre, con apoyo de bombarderos y helicópteros apache de Estados Unidos. La intención es eliminar al ISIS de Mosul, la segunda ciudad del país y bastión de los extremistas.

Desde el inicio de las operaciones fueron eliminados 1.495 yihadistas, según reveló el comandante de las Fuerzas Especiales, Abdelamid Rashid Yarala, que no precisó las cifras de víctimas en las filas de las fuerzas iraquíes y sus aliados.

Mohamed al Bayati, jefe de seguridad de la provincia de Nínive –cuya capital es Mosul–, explicó que se recuperaron importantes localidades alrededor de la ciudad. “A pesar de que las operaciones se han retrasado, marchan bien en la mayoría de los ejes”, remarcó.

Las fuerzas kurdas tuvieron un papel importante en los primeros días de la ofensiva, pero después de la reconquista de la ciudad de Bashiqa, al este de Mosul, afirmaron que terminaba su participación en la batalla.

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