“(Domingo) Amaya es un referente nuestro. No nos olvidemos de cómo llegó a la Intendencia; parece que muchos se olvidan. Había 15 o 20 referentes con más trayectoria política que él para ese cargo y el gobernador (José Alperovich) lo eligió. ¿Quién era Amaya institucionalmente hace 10 años?”. El senador alperovichista Sergio Mansilla (Frente para la Victoria) echó más leña a la interna del oficialismo con vistas a 2015.

El parlamentario, en una entrevista con LA GACETA, cuestionó tanto las pintadas -rezan “Amaya 2015”- como el pedido del municipio al Poder Ejecutivo provincial del pago de una supuesta deuda que ascendería a $ 170 millones.

“Que a la par de las pintadas y de versiones (sobre la posible postulación de Amaya a la gobernación) salgan y digan que les debés, cuando sabemos que no es así, no cae nada bien”, añadió el ex secretario del Interior acerca de cómo cayeron en la Casa de Gobierno ambos episodios.

En primer lugar, Mansilla criticó que el secretario de Hacienda, Silvio Bellomío, haya hecho el reclamo de manera pública (sucedió mediante una nota en LA GACETA del lunes). En segunda instancia, negó que tal deuda existiera: “no es como dice él y sorprende porque es un funcionario de primer nivel de la Municipalidad, no uno cualquiera. Evidentemente, no sabe cómo se movió financieramente la capital, porque antes estaba (como funcionario) en Yerba Buena”.

Afirmó que, en realidad, es la administración de Amaya la que adeuda a la Provincia. “Son $ 600 millones ¿Se olvidan de eso también?”, enrostró con ironía.

Aseguró que los tiempos electorales se están adelantando y advirtió que quienes ocupan cargos institucionales tienen una doble función: las de gobernar y hacer política. “Nosotros estamos gobernando. Aparentemente no son las mismas responsabilidades de uno y otro. Mientras nosotros trabajábamos el sábado (por la visita al sur provincial del secretario de Obras Públicas, José Francisco López), otros estaban pintando”, disparó.

El senador aseguró que hasta hace un mes, la relación entre Alperovich y Amaya era “buena”. “Algunas declaraciones de los que están a la par de Amaya y de los que están con nosotros tendieron a entorpecer la relación. Además, esto de la deuda no ha sido conversado con el gobernador”, consideró.

¿Estas situaciones dan cuenta de un divorcio político definitivo? “No, falta mucho”, concluyó.

Durante el fin de semana, concejales y legisladores amayistas promovieron pintadas políticas cerca de varias rutas de la provincia. En paralelo, Bellomío adelantó que la administración municipal tramitaba la devolución del dinero de recursos de coparticipación y de recaudación de impuestos retenidos.

El ministro del Interior, Osvaldo Jaldo, había respondido que la Provincia no adeudaba nada y queel municipio debía $ 590 millones.

Con la misma moneda.- El fin de semana que pasó, en el interior de la provincia aparecieron pintadas con la leyenda “Amaya 2015”, en lo que extraoficialmente se entendió en el escenario político como el lanzamiento del intendente capitalino en busca de la gobernación. En respuesta, el alperovichismo “pagó” con la misma moneda. En la esquina de avenida Mate de Luna y Bernabé Aráoz apareció un grafiti con la leyenda “Alperovich 2015”. La pintada fue asignada a “Guille”, en alusión al legislador ultraoficialista Guillermo Gassenbauer.