Uno de los grandes atractivos de la ciudad de Buenos Aires es su magnífico valor en obras de arte, mástiles y fuentes, expuestos en el espacio público para que sean apreciados por turistas y porteños, sin necesidad de acercarse a un museo y abonar una entrada. La Capital no tiene nada que envidiarles a otras urbes del mundo, por lo que cada acto de vandalismo representa un daño difícil de asimilar.

Desde el gobierno porteño admiten que se invierten aproximadamente $ 1.850.000 por mes en el mantenimiento de obras vandalizadas. La suma asciende a $ 7 millones si se consideran otros bienes, como volquetes o refugios de colectivos.

Aunque aclaran que no resulta sencillo cuantificar los hechos de vandalismo, desde el área de Espacio Público estiman que el 70 % de las obras de arte de la ciudad, de un total de aproximadamente 2500, tiene -o tuvo- algún tipo de faltante o rotura, o sufrió pintadas.

Recientemente fue sustraído un busto de bronce original del célebre filósofo José Ortega y Gasset, que se encontraba sobre un sencillo pedestal en la esquina de Quintana y Ayacucho, en el barrio de Recoleta.

Desde la fundación homónima hicieron la denuncia en la sede de la Comuna 2, actuación que fue remitida al área de gobierno competente, desde donde confirmaron la sustracción. Justamente las zonas más afectadas por los actos de vandalismo son Palermo y Recoleta, barrios que concentran la mayor cantidad de obras.

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En términos generales, el tipo de vandalismo más usual son los grafitis que se efectúan en superficies amplias y visibles, como paredes o grandes monumentos. Además, el robo de placas de bronce, la disección de extremidades o partes frágiles de bronce y la rotura de partes frágiles de mármol también conforman el botín más requerido por los apropiadores.

La ciudad cuenta con el área de Monumentos y Obras de Arte (MOA), donde se restauran mástiles, fuentes, monumentos y obras de arte emplazadas en el espacio público. Allí, más de una docena de artistas plásticos trabajan en su recuperación, mantenimiento, puesta en valor y limpieza. Dependiendo del tamaño de la obra, ésta puede ser restaurada en el lugar o trasladada al MOA, donde se pone a punto y luego se repone.

En el caso del busto de Ortega y Gasset, en el MOA confeccionaron un nuevo molde con la imagen original, pero en este caso se hará de cemento con pátina y pintura símil bronce, para evitar que sea nuevamente sustraído. Los trabajos demorarán seis meses.

Historia repetida

Otras obras fueron noticia como consecuencia del vandalismo. La escultura de los capocómicos Alberto Olmedo y Javier Portales, en Corrientes y Uruguay, fue manchada en varias oportunidades con pintura. Además, en otros hechos seccionaron las manos y piernas de los personajes.

La estatua El pensador, réplica del célebre artista Auguste Rodin y emplazada desde 1907 en el barrio de Monserrat, apareció más de una vez pintada con grafitis, lo que motivó que finalmente se instalara un blindex alrededor para protegerla.

Lo mismo sucedió con la Fuente de las Nereidas, símbolo de la Costanera Sur. La obra, inaugurada en 1903, sufrió varios ataques, por lo que hoy puede apreciarse vidrio mediante.