Investigan por un robo a la familia de Candela Rodríguez

Investigan por un robo a la familia de Candela Rodríguez
El auto de los padres de la nena de 11 años, que fue secuestrada y asesinada en 2011, fue utilizado en un golpe de piratas del asfalto.
Carola Labrador volvió a ser noticia. Y no por la causa que investiga el horrendo crimen de su hija Candela. La policía allanó su nueva casa –vive en Loma Hermosa con su esposo Alfredo Rodríguez– en el marco de una investigación por un golpe de piratas del asfalto, curiosamente la modalidad que llevó a prisión a su marido cuando la nena de 11 años fue hallada asesinada en una bolsa, en agosto de 2011.

El auto que tiene la mujer fue utilizado en un robo ocurrido el miércoles pasado, y enseguida el fiscal de instrucción de San Martín, Edgardo Ledesma, pidió que allanen la casa de la familia, ubicada en la calle Francisco Sierra, entre Hugo del Carril y Churruca.

El coche en cuestión es un Fiat Palio rojo que fue abandonado después de una persecución con la Policía Bonaerense. En el rodado viajaban cuatro sujetos que minutos antes robaron una carga con tela que transportaba una camioneta Ford F-100, en la localidad bonaerense de Santos Lugares, partido de Tres de Febrero.

Los autores consiguieron escapar pese a que atropellaron a un policía motorizado que estaba tras sus pasos. Siguiendo la pista del auto abandonado, los investigadores del caso obtuvieron la identidad de sus dos titulares: Alfredo Rodríguez y Carola Labrador.

Horas después de ocurrido el golpe la mamá de Candela denunció el robo de su coche. Según fuentes policiales, se presentó en la comisaría 5a de Tres de Febrero, donde manifestó que su Fiat Palio había sido robado de un garaje ubicado en el cruce de Agustín Magaldi y Río Negro, donde había quedado estacionado.

Los antecedentes del esposo de Carola fueron un motivo más que suficiente como para que la Justicia acelerara el operativo en la casa. Alfredo Rodríguez cumplió una pena de cinco años de prisión por dos robos cometidos bajo la modalidad conocida como "“piratería del asfalto".

Sin embargo, el allanamiento no aportó demasiados datos, aunque los investigadores deslizaron que la pista apunta a un integrante de la familia que no sería ni Alfredo ni Carola. “El padre de Candela no es nuestro sospechoso. Tenemos en la mira a otro familiar, muy joven, pero aún no hay elementos para una detención”, dijo a la agencia Télam, un jefe policial que participa de la pesquisa.

El de ayer no fue el primer allanamiento realizado en la casa de Labrador, porque el 31 de julio de 2012, la policía realizó un procedimiento en el que secuestraron una pistola calibre 22 y una moto en el marco de una causa en la se investigaba si su hijo adolescente había participado de un asalto.

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