Investigación sobre agroquímicos: reunieron a delegados de los pueblos

Investigación sobre agroquímicos: reunieron a delegados de los pueblos

Fue para explicar alcances del proyecto que está en marcha y que busca determinar el impacto ambiental de la aplicación de fitosanitarios. Participaron representantes de varias de las comunidades rurales del Partido de Pergamino.

Ayer por la mañana en el salón “Luis Sued” del Concejo Deliberante se realizó una reunión entre investigadores de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y delegados de las localidades de campaña y docentes que trabajan en la zona rural del Partido de Pergamino, en la que se explicaron los alcances del proyecto de investigación que se está llevando adelante para determinar el impacto ambiental que trae aparejada la aplicación de agroquímicos -fundamentalmente glifosato-.

Del encuentro participaron autoridades de la Secretaría de Salud del Municipio, representantes de la Facultad de Agronomía y de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que están llevando adelante la investigación. Allí se planteó el abordaje que tendrá el estudio y se describieron aspectos de la metodología que se empleará y que contemplará la realización de entrevistas en profundidad y toma de muestras de sangre y orina a la población que forme parte del estudio. 

En el marco de esta reunión, en diálogo con la prensa, el secretario de Salud del Municipio, Leandro Peñaloza, explicó: “Desde el Gobierno de Pergamino estamos promoviendo un convenio para un tema que a nosotros nos toca muy de cerca que es el uso de agroquímicos y su impacto sobre el suelo, el agua y las personas. 

“No existe mucho investigado sobre esto en la literatura mundial, y por lo tanto decidimos convocar a Pergamino a investigadores de la UBA y hacer un trabajo en profundidad sobre nuestro Partido”, indicó el funcionario que se mostró alentado por la rigurosidad científica que proponen los investigadores.

La bioquímica María Irigoyen, representante de la cátedra Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, refirió que “en materia de salud lo que se intenta hacer en Pergamino es analizar el impacto sobre la salud de la población, con relación al uso de agroquímicos; por supuesto que la estrella es el glifosato que aparece como ‘el malo de la película’, nosotros vamos a estudiar los impactos que tiene en la salud de la población y trabajaremos no solamente sobre el glifosato sino sobre estas mezclas que hemos estado analizando y que se emplean en la producción agropecuaria.

“Hemos estado analizando los estudios que se hacen desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y las recomendaciones de los ingenieros agrónomos que trabajan en los campos”, refirió la investigadora y reconoció que “la verdad es que a partir de las malezas van variando las composiciones químicas que se utilizan y esto produce unos combos que habrá que ver cómo impactan sobre la salud de las mujeres, los niños, los trabajadores rurales, las embarazadas, las maestras, en fin toda aquella población que de alguna forma está expuesta”.

En este punto, la profesional refirió que “la exposición puede ser directa, por el trabajo que hagan, o bien indirecta por consumo de alimentos que puedan tener rastros de glifosato o de cualquiera de los otros agroquímicos”.

 

Con la comunidad 

La profesional hizo hincapié en la importancia de trabajar con la comunidad. “No solamente somos un equipo que nos dedicamos a tomar muestras biológicas y dar resultados, sino que queremos de alguna manera ayudar a la comunidad desde el relevamiento de datos que les puedan servir a las autoridades de Salud y a la Intendencia para tomar decisiones; también al Concejo Deliberante por lo que este trabajo pueda aportar en todos los debates y discusiones que tienen que ver con las nuevas normativas.

“También aportará información útil sobre la percepción que la comunidad tiene con relación a su estado de salud, en torno al tema de los agroquímicos”, agregó.

En este sentido remarcó que “es un tema sensible que genera cierta zozobra.

“Uno supone que la gente está sensibilizada, pero puede que no, que les pasen otros problemas, por eso vamos a hacer encuestas en profundidad para evaluar la sensibilidad con respecto a este tema”.

 

Proyecto de investigación

Con relación al proyecto de investigación que guía el trabajo de los profesionales, el ingeniero agrónomo Jorge Elustondo, director ejecutivo del Instituto de Etica Legal y Calidad Agroindustrial de la Facultad de Agronomía de la UBA, recordó: “Empezamos a trabajar hace casi cuatro años en la UBA, en la Facultad de Agronomía y en la de Farmacia y Bioquímica. Este proyecto es financiado por el Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación y es adoptante el Ministerio de Agricultura y elegimos Pergamino por la importancia y la tradición agrícola.

“Dentro de Pergamino hemos tomado el área del oeste de la ciudad, o sea aguas arriba del Arroyo cuenca de Pergamino y el Botija y ya hace un año empezamos a hacer muestreos de suelos y agua superficiales, aguas en profundidad y estamos trabajando con todo ese material. 

“Este proyecto tiene un año para su finalización, y es financiado por el Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación, siendo adoptante el Ministerio de Agricultura; y se ejecuta a través de la Facultad de Farmacia y Bioquímica conjuntamente con la Facultad de Agronomía, ambas de la Universidad Nacional de Buenos Aires”, reiteró. 

Asimismo, adelantó que “nuestra expectativa es tener la mayor cantidad de datos relevantes tanto en la parte de ambiente como en el ámbito de la salud.

“Nuestra aspiración es ir al Ministerio de Ciencias y Técnica junto con la Municipalidad para pedir la posibilidad de intensificar el trabajo y seguir trabajando y profundizando en este tema de alta sensibilidad para la población”.

 

 

Aspectos de la metodología de trabajo 

 

María Irigoyen precisó algunos aspectos de la metodología que se seguirá para la recolección de datos de este estudio, fundamentalmente en lo que atañe a las muestras biológicas y no biológicas. “Realizaremos encuestas en profundidad con referentes y vecinos de la comunidad; trabajaremos con estadísticas y determinaremos las zonas donde se tomarán muestras”, explicó. Asimismo refirió que se trabajará en el campo de la seguridad alimenticia con “estudios de dieta total”. 

“Definiremos si tomaremos un plato directamente o las materias primas a efectos de procesar y estudiar”, apuntó.

En este punto advirtió: “En la literatura han aparecido algunos indicios de resto de agroquímicos en harinas”.

Con respecto a las zonas, reconoció que “es un tema complejo por cuanto no hay estudios epidemiológicos que nos ayuden a establecer bases para definir los niveles de vulnerabilidad. 

“Circunscribiremos las muestras en función de dos cuestiones: la ausencia de datos y los altos costos toxicológicos”, remarcó y aclaró que se trabajará sobre dos niveles de exposición: “Queremos tomar dos grandes grupos, unos altamente expuestos -trabajadores rurales y aplicadores- y la población que solo está expuesta a través de la alimentación; y trabajaremos en forma apareada en sexo y edad.

“Demandará tiempo la toma de muestras, tanto las biológicas –sangre y orina- como las no biológicas -agua que consumen- además de las encuestas que son en profundidad; estimamos que trabajaremos con 200 personas para tener resultados sólidos”. 

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