En lo que no deja de ser una noticia con impacto directo en Bahía Blanca, YPF y Dow le anunciaron ayer al presidente Mauricio Macri su compromiso de invertir otros 500 millones de dólares para explotar shale gas en Vaca Muerta.

Si bien los 700 kilómetros que separan a nuestra ciudad del megayacimiento gasífero y petrolero impiden dimensionar la incidencia económica que tendrá ese recurso en nuestra zona, como sucedió décadas atrás con el gas proveniente de otras cuencas neuquinas y del extremo sur del país o con el petróleo de Challacó, los especialistas señalan que el impacto será importante.

Pese a que Bahía Blanca solo recibiría una pequeña parte de los beneficios que puede generar Vaca Muerta, no por ello resultará menos importante para el desarrollo local. Incluso, como dijera la ex ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, el gas a extraer en el futuro "permitirá tener el doble de Dow y el doble de Polo".

Como contracara a esta visión optimista desde el plano económico, resulta preocupante que durante los últimos años la ciudad no haya avanzado a nivel gubernamental en cómo hacer frente a los cambios que se avecinan a nivel urbano y ambiental.

Por ejemplo, la doctora Adriana Giuliani, investigadora de la Universidad Nacional del Comahue, citó al experto norteamericano Alex Fleming, quien vaticinó hace poco un complejo panorama vial para nuestra región, aunque sea solo utilizada como un paso entre Neuquén y Buenos Aires.

Fleming presagió la formación de un “embudo” en el paso de los camiones por Santa Rosa o Bahía Blanca.

"Describió que se necesitarán cuantiosas inversiones para adecuar las rutas actuales a fin de reducir los riesgos de accidentes y evitar las demoras en el tránsito, ya que unos pocos minutos de retraso puede hacer variar los costos de una operación”, sostuvo Giuliani.

“El puerto, su refinería o el complejo petroquímico sentirán el impacto de los mayores volúmenes de gas y petróleo extraídos, pero habrá que tener en cuenta no solo el déficit habitacional ante aumentos poblacionales explosivos, sino también las prestaciones sanitarias, educativas y relativas a los servicios esenciales”, agregó.