Inundación en Pergamino: “No hay respuesta por parte del gobierno”, aseguró María Ratto

Inundación en Pergamino: “No hay respuesta por parte del gobierno”, aseguró María Ratto

La diputada bonaerense oriunda de Pergamino dialogó con REALPOLITIK. Durante la charla, María del Huerto Ratto se refirió al temporal que azotó duramente al municipio haciendo énfasis a la falta de obras hídricas. “El agua cruza por arriba de la ruta y desemboca en el medio del campo, entonces toda esa masa de agua arrasa con la soja que estaba plantada”, explicó la legisladora massista.

 

A continuación, la entrevista completa.

RP- ¿Cómo está la situación en Pergamino?

La situación es difícil y todavía falta que venga más agua de río, de los campos y de los pueblos anexos. El problema es que lo que llovió es de tal magnitud que en plena cosecha perdimos gran parte de la plantación de soja, se han creado lagunas enormes en medio de los campos y todas esas plantaciones se han perdido.

Hubo algunos evacuados, como siempre; hay gente que en tres meses no regresó a su campo porque volvió a llover. La verdad es que estamos muy solos, aunque los gobiernos concuerden porque el ejecutivo municipal es de Cambiemos.

Aun así hay una desolación que se puede percibir ni bien uno pisa Pergamino. Las obras no llegan, estamos hablando de obras que están en el presupuesto del año pasado y que no se han ejecutado; dicen que recién para fin de año van a llamar a licitación para hacerla.

Mientras tanto tenemos que lidiar con los efectos climáticos, así que realmente estamos sumamente preocupados, porque no hay respuesta por parte del gobierno.

RP.- ¿Qué opinión tiene sobre la respuesta que ha dado el gobierno provincial a los distritos que sufrieron inundaciones?

Creo que tiene que ver con lo que te mencionaba, la falta de obra. Acá la naturaleza nos ha jugado una mala pasada porque llovieron muchos milímetros en poco tiempo; pero más allá de eso, si hubiesen estado las obras que se necesitan el daño hubiese sido menor.

El problema que al no haber obras, al no limpiarse los arroyos y los ríos, la situación se acrecienta porque el agua no corre.

RP.- La gobernadora habló de ayudar a los municipios afectados, pero no se mencionó a los productores que perdieron todo, ¿qué va a pasar con ellos?

La gobernadora dijo que iba a brindar apoyo, yo participé de una reunión y se resolvió dar una ayuda acorde a la cantidad de metros de agua que habían entrado a la vivienda. Era de cinco mil pesos por metro de agua, pero era con el aporte del municipio de Pergamino y no de la provincia. O sea que nos estamos subsidiando entre nosotros.

Con respecto a los productores, la verdad es que no se sabe qué va a pasar, porque hasta que se declare la emergencia Agropecuaria no se puede resolver nada. No se sabe si va a haber una eximición en el pago de impuestos. Va a costar entre dos y tres años recuperar todo esto, porque la inversión es muy grande.

Si caen piedras existe una chance, porque hay seguro contra las piedras y más o menos algo se recupera. Pero ante este tipo de inundaciones no se recupera nada. El agua cruza por arriba de la ruta y desemboca en el medio del campo entonces toda esa agua arrasa con la soja que estaba plantada.

Es lamentable, los productores no tienen un apoyo del Estado para hacerle frente a este tipo de catástrofes. Hoy un productor con 35 hectáreas de campo está bajo la línea de pobreza, gana por mes 12 mil pesos, y es ahí donde el gobierno tiene que estar presente con obras y subsidios. Porque los créditos se terminan pagando caro y muchas veces hasta el mismo Banco Provincia o Nación te terminan rematando el campo.

RP.- ¿Qué futuro le ve a Pergamino?

Primero habrá que ver qué cosecha queda, si es que queda algo. Porque para que el agua baje se tendrían que esperar aproximadamente siete días, todo depende del sol y del viento, si no las camionetas quedan encajadas. Lo importante es que haya piso firme.

Esa inactividad repercute mucho en la economía regional, porque es dinero que deja de entrar y de circular en Pergamino; sobre todo por los pequeños productores que viven allí, hacen sus compras en la ciudad y fomentan el mercado interno. La realidad es que el consumo bajó, la economía entró en crisis y todo se va complicando

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