Los familiares de las víctimas fatales de la inundación del 2 de abril de 2013 y la Asamblea de Asambleas Barriales emitieron un duro comunicado expresando la preocupación por el impacto que tuvieron las lluvias caídas durante el mes de enero en La Plata. Los cuestionamientos apuntan a lo que consideran es la “vulnerabilidad hídrica” de los barrios, a la “ineficiencia de la gestión municipal” y a la angustia que cargan los vecinos “que guardan en su mentes” la trágica jornada de hace casi cuatro años.

Una de las jornadas en la que ponen el foco es la del 9 de enero, cuando por la lluvia caída “el agua agolpada llegó hasta el umbral de las casas”. Y señalaron específicamente la situación en el barrio de Tolosa y en la calle 131 entre 59 y 60, detrás del “reservorio”, una de las obras realizadas tras la inundación.

Pero también señalan como preocupación al hecho de que “los anegamientos son peores en la actualidad con lluvias de poca envergadura”, y marcan un ejemplo más cercano en el tiempo: “La madrugada del 1º de febrero en la esquina crítica de 5 y 529”.

Los vecinos informan además de una reunión que mantuvieron el 26 de enero con el ingeniero Luis Carusso, director de Hidráulica municipal, para plantear el problema puntual de ese lugar. “Vimos cómo los conductos vierten aguas servidas a cielo abierto, convirtiéndolo en un foco altamente contaminante y peligroso para la salud de la gente, situación ya denunciada hace tres años con el conducto de calle 58”, dijeron.

Cargaron contra el director de Hidrometeorología municipal, Mauricio Saldivar, quien -según recuerdan- anunció un alto equipamiento tecnológico que permite saber la cantidad de agua caída en determinados lugares y monitorear el caudal de los arroyos. “¿Cuál es la relación entre estos hechos, la prevención y la seguridad de la gente?”, se preguntan las asambleas. “Ninguna”, se responden. Y agregan que “los vecinos quedaron solos y abandonados como de costumbre a su propia suerte ya que nadie de la Municipalidad se acercó a asistirlos”.

Marcan, entonces, como una promesa incumplida del intendente Julio Garro al “plan de contingencia para la ciudad programado para el 19 de noviembre 2016”. Y critican que el aumento de la tasa SUM, que ronda el 50%, será también para los inundados, “pese a las promesas de la Agencia Platense de Recaudación (APR)” de exceptuarlos.

Sobre el aliviador de la avenida 131 sostienen que no se han cumplido los acuerdos pautados en la reunión que tuvieron con la gobernadora María Eugenia Vidal.

En tanto, reclaman a la Justicia que “deje de ocultar y obstruir el camino a la verdad de lo ocurrido el 2 y el 3 de abril y los días posteriores y el alcance de las obras en ejecución”.

Después de desarrollar una crítica general por las inundaciones e incendios registrados en distintos puntos de la provincia y le país, las asambleas y familiares de víctimas sintetizan el documento en cuatro puntos.

“1.- No olvidamos la catástrofe que partió nuestra historia en un antes y un después.”

“2.- Los funcionarios no están a la altura de las circunstancias y que el pueblo estuvo y está solo frente a la adversidad librado a su propia suerte.”

“3.- Reclamamos el acceso a la documentación e informes solicitados repetidas veces.”

“4.- Exigimos la terminación de las obras del Arroyo El Gato ya que sigue siendo un tapón a la altura de la papelera y la inmediata ejecución de las obras complementarias de las que es responsable el municipio: limpieza de desagües, desagües complementarios y reservorios.”