Así fue la intimidad de los políticos durante la llegada de la fragata

Así fue la intimidad de los políticos durante la llegada de la fragata
Cuando el desorden está mezclado con la alegría se siente menos desordenado. Así puede explicarse, en parte, lo que se vivió este miércoles en la Base Naval, una jornada que seguramente quedará en la historia de Mar del Plata.
Eran cerca de las seis de la tarde y faltaban dos horas para que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner diera su encendido discurso, ante la mirada atenta de todos. El clima se mezclaba entre la felicidad y el caos. Los dirigentes que comenzaban a llegar al palco abundaban las sonrisas, aunque nadie tenía en claro dónde ubicarse. Lo mismo -o peor- padeció la prensa que debió meterse cómo pudo para cubrir la llegada de la Fragata. Sin embargo, la visión de la nave a pocos metros hizo que muchos obviaran esas desprolijidades.

Entre los primeros funcionarios que llegaron a la tarima de invitados especiales estaba el senador nacional Daniel Filmus, el intendente de Necochea Horacio Tellechea y Claudio Morressi. Todos se fueron ubicando cerca del escenario donde Darío Volonte entonaría el Himno Nacional.

Como en toda reunión, se observaban diferentes grupos; algunos simplemente conversando y otros que se movían y saludaban a cada uno que se les cruzara entre la gran comitiva de políticos. Dos que estuvieron juntos en todo momento fueron el piquetero Luis D'Elía y el titular de la CTA oficialista Hugo Yasky. El líder piquetero, algo alejado del centro de la escena, pero cerca del punto de acceso, saludó afectuosamente al ministro de Trabajo Carlos Tomada y al secretario de Comercio Guillermo Moreno. Fue muy notorio el afectuoso abrazo entre D'Elía y el vicepresidente Amado Boudou, hombre oriundo de Mar del Plata.

Era una fiesta y a todos se los veía contagiados del ambiente que la música y la presencia del público otorgaban. Martín Sabbatella, titular del Afsca, fue uno de los que se movió entre la multitud entre abrazos y sonrisas. Se la vio a Estela de Carlotto junto a otras abuelas de Plaza de Mayo, muy alegre, mientras parecía cantar la música que la orquesta tocaba.

La llegada de Axel Kicillof pasó casi inadvertida, con pocos abrazos y sonrisas. Durante el acto no se lo vio rodeado de funcionarios de renombre. Tampoco se advirtió la presencia de funcionarios nacionales en franco diálogo con la delegación de Gustavo Pulti. Tanto Santiago Bonifatti, como Pablo Fernández, Ariel Ciano o Adrián Alveolite tuvieron poco roce con funcionarios nacionales. Tuvieron algo más de acercamiento a poco de comenzado el discurso de la Presidenta.

Eran las 19.20 cuando un llamado telefónico pareció advertir al intendente Tellechea que “tenia un lugar”. Fue a reunirse con el resto de los funcionarios y su semblante cambió. Luego ya en el sector “VIP” se saludó afectuosamente con el vicegobernador Gabriel Mariotto.

De todas las figuras que se encontraban en ese sector privilegiado, extrañó ver al exboxeador Jorge "Locomotora" Castro, quien presenció el acto desde lejos, pero en un sector envidiable para miles de personas que se acercaron a la Base Naval de Mar del Plata.

Ya con el discurso de Cristina Fernández de Kirchner todos los funcionarios estallaron en aplausos y los fuegos artificiales iluminaron la Fragata Libertad, como nunca antes brilló en estas costas.

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