Internas y rosca de todo tipo por los sueldos políticos

Internas y rosca de todo tipo por los sueldos políticos

La jugada para que la dirigencia disminuya sus salarios en tiempos de la pandemia del coronavirus estalló las divisiones que existen en cada espacio. Malestar nacional, mientras la Legislatura busca mantener las aguas calmas a pesar de las fisuras propias. Cómo quedó el tablero.

“Muchachos, les llegó la hora de ganar menos”, la frase que eligió Alberto Fernández, hace una semana, para referirse al mundillo de los grandes empresarios, acabó por ser una espada de doble filo para el Gobierno. Es que, sectores de la política, con vinculación directa con el denominado “círculo rojo”, vieron un destello de claridad para retomar la confrontación de ideas en el medio de la pandemia de coronavirus.

El macrismo, como principal oposición al gobierno de Todos, vio la guardia baja y golpeó en lo que significó el regreso de Marcos Peña a la arena política. El ex jefe de Gabinete de Mauricio Macri guardó varios meses de silencio hasta que retomó las conversaciones con la ahora presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el ex ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich. 

El tridente de ex funcionarios de Cambiemos ideó una respuesta al pedido de la Casa Rosada y para ello utilizó su misma retórica. “Políticos, les llegó la hora de ganar menos”, lanzaron desde las redes sociales cientos de cuentas con identidades incomprobables. Es decir, “trolls”. En menos de un día, el debate se instaló social y mediáticamente para acabar en un cacerolazo con la meta de que los salarios de los políticos disminuyan. 

Así, el pasado lunes, estalló la bomba política. Mientras la conducción de la dirigencia amarilla celebraba una victoria leve en el retorno de la grieta, estallaron las internas. La primera en salir a la luz fue la de Juntos por el Cambio. 

Desde la Coalición Cívica - ARI que conduce Elisa Carrió, no dudaron en cruzar a Bullrich y Peña por el cacerolazo. Claro, el vínculo entre Carrió y Horacio Rodríguez Larreta es más que fluido. Con la decisión de “Pato” y Marquitos, se intentó - según la CC - bajar el precio de la conducción del jefe de gobierno porteño, que alineado a las decisiones de Alberto Fernández mejoró su posicionamiento, interno y externo. “Las fotos de Alberto, Kicillof y Larreta juntos, para enfrentar la pandemia, les sirve a los tres, los ayuda socialmente al mostrar el cierre de la grieta”, dijo a este medio la analista política Analía del Franco.

Fiel a su estilo, Carrió no dejó pasar la oportunidad de demostrar el malestar y sentenciar que no son tiempos de confrontación. Si bien centralizó el acompañamiento en el nuevo líder de JxC, Rodriguez Larreta, “Lilita” dio su “respaldo y respeto a todos los que manejan la crisis”, y agregó: “debemos acompañar de manera solidaria, colectiva y sin personalismos. Pretender sacar ventajas personales a costa de uno de los distritos que nos toca gobernar, es inmoral y éticamente reprochable. Son tiempos de prudencia y no hay lugar para  oportunistas”. 

Sin mencionarla, apuntó a Bullrich. Incluso, solicitó a los integrantes de su partido que forman parte del interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio que abandonen el grupo de Whatsapp. Claro, la medida había trascendidos las cacerolas para convertirse en un proyecto de ley que disminuya el 30 por ciento de los salarios. Ahí, nació la otra interna.

En la misma noche del lunes, cuando Bullrich anunciaba que presentarían un proyecto para disminuir salarios y se daban los cacerolazos en algunos barrios encumbrados de la Ciudad de Buenos Aires, el Instituto Patria tuvo su día más intenso desde el retorno al poder. En la principal sede política de la vicepresidenta y líder de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández, se hicieron eco de la situación con la mirada centrada puertas adentro. Más precisamente en Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados y que, según el Patria, suele hacer propios reclamos sociales de las clases medias/altas. 

Por caso, recordaban sus plataformas electorales en 2013, 2015 y 2017. Baja de la edad de imputabilidad; eliminación del impuesto de las ganancias; y ley de góndolas. Por esos posicionamientos históricos, el tigrense fue definido como “un border, juega al límite de la no política”. La definición la realizó el analista Roberto Bacman, justamente de buena relación con el Instituto Patria.

Massa no defraudó las sospechas que recaían sobre su decisión y redobló la apuesta. La oposición solicitaba una disminución del 30 por ciento y Massa anotó un borrador con una baja salarial de 40 por ciento, remate de automóviles, cese a asesores, y suspensión de pasajes, todo por el plazo de cinco meses y con lo que se “ahorraría” unos 200 millones de pesos. Juntos por el Cambio cantó “envido” y Massa “falta envido” sin consultarlo con ninguno de los aliados del oficialismo.

Al igual que en un partida de Truco, cuando un jugador del equipo hace en soledad esa audaz jugada, Massa recibió un reto de parte de sus compañeros. Fue Máximo Kirchner el que marcó el malestar, con un tono amigable, al tigrense. SIn embargo, para que no pase a mayores, el presidente de la Cámara de Diputados y el titular del bloque de Todos acompañaron a Alberto Fernández en la reunión virtual que mantuvo con los intendentes del Conurbano.

Mientras, el Senado nacional que lidera CFK optó por marcar la diferencia y el malestar con Massa a través de acciones concretas. Lejos de seguir una linealidad en la acción, como la que demuestran en el Poder Ejecutivo los líderes de cada estamento, Nación, Provincia y Municipio; el Poder Legislativo se dividió. Massa jugó fuerte ante el reclamo empresarial y Cristina dejó libertad de acción ante lo que considera “un apriete” del círculo rojo. 

En definitiva, los senadores nacionales de Todos, sin una orden desde la conducción, tomaron la decisión de donar parte de su salario a entidades que cada uno escoja. Claro está, la donación es a decisión personal y no están obligados a realizarla. Libre albedrío en una Cámara Alta que marca, así, la interna con Diputados.

La Legislatura y el mundo de variables

En el manejo de la crisis generada por el virus de Covid-19, las decisiones que toma el gobierno nacional son adoptadas al instante por la gestión provincial. Por caso, el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa, que fue definido por sus colegas como “el rey del Gabinete” por las tareas que abarca su cartera, no toma decisiones propias. 

Cada acción política que Costa planifica, es consensuada con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Vale destacar que, no fue una orden de la Nación, sino la necesidad de trabajar alineados y a la par de parte de la administración de Axel Kicillof.

En otras palabras, la provincia de Buenos Aires no da un paso sin ser uno que ya haya dado el gobierno de Alberto Fernández o sin contar con su aprobación. De esa manera, sostienen, se mitiga la posibilidad de errores de un doble comando en una situación de pandemia sin precedentes.

En ese sentido, la Legislatura bonaerense, a diferencia de lo ocurrido en la órbita nacional optó por mantenerse al margen del debate por la reducción del salario político. Claro, las presidencias de cada cámara responden al kirchnerismo y no hubo muestras de autonomía política como la realizada por Massa. Incluso, el massismo de la Cámara de Diputados bonaerense no elevó ninguna propuesta interna para seguir los pasos de la Nación. Lo mismo ocurrió en el Senado que conduce Verónica Magario

En contrapartida, entre los legisladores del oficialismo con responsabilidad territorial comenzó a surgir una idea que también ronda en los representantes municipales de la oposición. Se trata de la posibilidad de tomar, unilateralmente, la decisión de donar parte de su salario a las comunas que representan.

Lo más llamativo es que la bomba fue lanzada por el senador de la Coalición Cívica - ARI, Andrés de Leo, que anunció a su bloque que se acoplará al intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, y donará parte de su salario a acciones sociales que lleva adelante la comuna. A diferencia de lo esbozado en la órbita nacional por Elisa Carrió, que marcó el reclamo como “oportunista”, su pupilo bonaerense hizo propia la medida de recorte de la política. La decisión del senador dejó, aún más, en evidencia la interna nacional por el liderazgo de Juntos por el Cambio.

De esa manera, y siguiendo los pasos del “lilito” De Leo, los legisladores con representación comunal estudian donar parte de sus salarios a las comunas. Por ejemplo, los juninenses ya lo realizaron. Las diputadas Valeria Arata (Todos) y Laura Ricchini (JxC), los senadores Gustavo Traverso (Todos) y Juan Fiorini (JxC), donaron parte de su salario a la gestión de Pablo Petrecca (JxC) para comprar alimentos. Similar camino tomarán los legisladores platenses de Todos y Juntos por el Cambio, aunque no definieron si donarán alimentos o recursos económicos. 

Asimismo, el bloque de senadores de Juntos por el Cambio estudia la posibilidad de sacar rédito político de la situación. Claro, la oposición cuenta con mayoría propia de representación y podrían presionar un proyecto de ley que reduzca los salarios. Sin embargo, dentro del mismo espacio hay legisladores que están totalmente en contra con el recorte salarial. Por ello, no se avanzó en un proyecto. 

En tanto, el titular del espacio, Roberto Costa, solicitó a la titular de la Cámara, Verónica Magario, una reunión para definir una postura única de todo el Senado. Cabe destacar que, en la pandemia, Costa fue uno de los legisladores que dio muestras de trabajar sin grieta y compartió acciones con el kirchnerista Gervasio Bozzano. Como respuesta, los legisladores se reunieron con Kicillof para llevar propuestas.

La propia interna de Juntos por el Cambio dejó cajoneado al eventual proyecto de disminución salarial. Sin embargo, los senadores y senadoras que así lo deseen, donarán parte de su salarios a las acciones municipales para prevenir el coronavirus. En el oficialismo, no hay una postura definida, y se podría seguir el mismo camino.

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