Interna en el Gobierno por el tope de 25% a las paritarias

Interna en el Gobierno por el tope de 25% a las paritarias

Un sector del Gabinete intenta convencer a Kicillof para que amplíe hasta 28% la pauta salarial. Si el jefe de Economía no cede, le pedirá que ponga la cara frente a los gremios

Preocupados por la ola de paros que ocasionará el nuevo tope salarial del 25%, los ministros del ala política del Gobierno intentarán convencer a su colega Axel Kicillof de que acepte elevar el “techo” de las paritarias al 28%, cifra que destrabaría las negociaciones clave que están estancadas, como las de los metalúrgicos y los empleados de comercio.

Si no consiguen su objetivo, Aníbal Fernández y Carlos Tomada buscarán que el titular del Palacio de Hacienda reciba a los sindicalistas para explicarles por qué deberían moderar sus reclamos y pedirles ayuda para no alterar la estabilidad económica.

En la Jefatura de Gabinete y en el Ministerio de Trabajo admiten que no tienen alternativas a mano para calmar el malestar sindical y evitar las protestas que se vienen. Por eso apuestan a que Kicillof pueda convencer a la dirigencia gremial y no se descarta alguna sorpresa, como que se anuncie alguna medida que alivie la presión del Impuesto a las Ganancias sobre los sueldos.

Esta semana será decisiva para medir la suerte del flamante cepo salarial impuesto por Cristina Kirchner. Hoy se reanudarán las paritarias metalúrgicas, estancadas desde que la Presidenta frenó un principio de acuerdo por un 28%, y vencerá la conciliación obligatoria de los aceiteros, que exigen una mejora del 42% y están al borde de declarar un paro por tiempo indeterminado.

Mañana volverán a reunirse los bancarios, que este miércoles y jueves harán asambleas con interrupción de tareas y movilizaciones, y la semana próxima, un paro de 24 horas, y se hará la primera audiencia entre dirigentes de la Alimentación, que pedirán un sueldo inicial de 12.000 pesos (más de un 43% de aumento), y las cámaras del sector. También tendrá lugar el debut en las paritarias de los gastronómicos, que exigirán un 35%.

Y pasado mañana, el secretariado de la Federación de Comercio analizará qué medida adoptarán ante el veto presidencial al aumento del 30%, en dos cuotas, consensuado con los empresarios “de acuerdo con la rentabilidad del sector”.Las centrales obreras no se quedarán quietas. Para hoy está prevista una reunión de la “mesa chica” de la CGT Balcarce, con la presencia de tres de los dirigentes a los que el Gobierno les frenó los acuerdos salariales: Antonio Caló, de la UOM; Armando Cavalieri, de Comercio, y Gerardo Martínez, de la UOCRA. Hugo Moyano, por su parte, le anticipó a Clarín que para analizar la situación convocará a los gremios de la CGT Azopardo que están negociando sus aumentos.

Hasta hace unos diez días, el Gobierno trataba informalmente de orientar las paritarias para que se firmen acuerdos por debajo del 30%, basándose en la definición que, sugerida por el ministro de Economía, acuñó la Presidenta: “Ninguna cifra con un 3 adelante”. Pero, sorpresivamente, cuando Cristina Kirchner estaba en Rusia hubo una modificación: las mejoras salariales de los principales gremios, considerados “testigo”, debían ubicarse en la franja del 22 al 25%.

El nuevo tope derrumbó el 30% consensuado por los mercantiles y trabó el 28% al que habían llegado extraoficialmente los metalúrgicos, que incluso fueron a ver a Kicillof para que éste les explicara las razones del cepo salarial, pero los argumentos no convencieron a la UOM.

Mientras casi toda la dirigencia sindical rechazó el cepo salarial (ver recuadro con declaraciones de Pablo Moyano y Armando Cavalieri), el líder de la CTA oficialista, Hugo Yasky, aportó otra mirada.

Ayer dijo a Clarín que no le constaban esas limitaciones ya que su sindicato, CTERA, acordó por un 29% y otros gremios de su central no tuvieron problemas en negociar aumentos, pero destacó que la inflación está en baja y que los reclamos mayores al 40% “tienen que ubicarse”.

“La inflación anual, según nuestras mediciones, será como máximo de un 25%, por lo cual la discusión por un 30% de aumento entre los gremios que más perdieron el año pasado es razonable”, dijo el líder ceteísta, quien insistió en que cree en las “paritarias libres”.

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