Interna del Pro: la Gobernadora Vidal, en la avenida del medio entre política y no política

Interna del Pro: la Gobernadora Vidal, en la avenida del medio entre política y no política

En las últimas semanas se profundizó la grieta entre quienes valoran las tradicionales prácticas de armado y aquellos que las encuentran perimidas y reemplazables por la gestión y la comunicación directa. La Gobernadora se mueve entre ambas posturas apoyada por su imagen.

“Vidal hace política y une los dos extremos”, resumió uno de los más estrechos colaboradores de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires. En la interna del PRO, la mandataria transita por la avenida entre las amplias veredas en las cuales se mueven dos sectores de marcadas diferencias en el modo de encarar la política.

Sin ser una definición ajustada, a efectos de entender mejor la situación, esos dos espacios serán identificados como “la política” y “la no política”. Los primeros son dirigentes, en su mayoría, con pedigrí peronista, apegados a un armado tradicional, deseosos de una construcción de suma de dirigentes y espacios. En la “no política” se encuadran los cultores de las nuevas formas, donde lo principal pasa por la imagen, la comunicación (fundamentalmente 2.0) y la gestión.

El propio presidente Mauricio Macri es cultor de estas formas. Descree del armado tradicional, al que vincula con las viejas prácticas ligadas al aparato peronista. Pero “la no política” la encarnan como nadie el gurú Jaime Durán Barba y el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, quien juega en tándem con Fernando de Andreis, secretario general de la Presidencia. “Durán Barba es el autor intelectual, y Marcos Peña el ejecutor”, aseguran en el PRO.

Sin dudas, este espacio ha ganado terreno sobre “la política”, cuyo principal referente es el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y tiene entre otros actores al titular del bloque en la Cámara baja, Nicolás Massot; al ministro del Interior, Rogelio Frigerio; y a su segundo, Sebastián García de Luca. 

Cultores de darle más importancia a la rosca también son Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri. Se los suele denominar “intermedios”, porque vienen de las concepciones tradicionales pero aceptan este rol del PRO, consideran a Macri “diferente” y apoyan la forma distinta de encarar la política. 

VIDAL Y LOS SUYOS

En ese medio también puede ubicarse a Vidal, que proviene de la concepción de la “no política”, pero el rol de Gober-nadora la hace acercarse más a las prácticas propias del armado de estructuras. 

Aunque hay quienes la acusan de que en sus salidas “no va a caminar sino a sacarse fotos para estar en internet”, en la realidad, la mandataria va más allá del timbreo que tanto gusta en los pura sangre PRO. Se reúne con intendentes, baja línea y tiene ejecutores propios para una construcción donde se mezclan lo nuevo con lo tradicional.

El ministro de Gobierno, Federico Salvai, es el encargado de esa conducción. También son actores políticos del vidalismo, entre otros, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca. A ellos se les atribuye la constante recomendación de “si no hacemos política estamos fritos”. Siempre, la meta inminente son las legislativas 2017.

“Me encantaría que a la política la va-loraran más”, dijo uno de los referentes del vidalismo a La Tecla. Y reafirmó: “Peña, Durán Barba y Macri creen que la economía gana la elección, y la economía es preponderante, pero no se puede despreciar a la política”. 

Del otro lado, los detractores internos de la Gobernadora afirman que ella “de entrada no apostó al armado político, por eso le dio la Cámara de Diputados a (Sergio) Massa; ella apuesta a la imagen”. Sin embargo reconocen cambios.

Más allá de si gusta más o menos, el método Vidal muestra resultados positivos. La jefa bonaerense goza de una primavera al tope de las encuestas de imagen pública, y todo el PRO la mira cada vez más como la salvación frente a una caída ya preocupante en la imagen del Presidente. 

Por esa razón, Marcos Peña suele renegar en privado de las formas manejadas en la Provincia, pero se cuida de no hacerlo en público; y también por esa razón ha crecido el poder del ministro de Gobierno bonaerense, quien suele entablar discusiones con funcionarios nacionales que mantienen equilibrada la relación de fuerzas.

Peña también ve a Vidal como el escollo cada vez más elevado en la búsqueda de ser el sucesor. Y ella sabe que el jefe de Gabinete de Macri aparece puertas adentro como un futuro rival interno de acceso diario a la oficina del Presidente. Por ahora, conviven. El la necesita por la imagen; ella lo tiene a su lado porque enfrente de los dos está Emilio Monzó, contra quien los une un sentimiento común.

LA "NO POLITICA"

Los de la no política creen que todo pasa por la gestión y la comunicación 2.0, piensan que la política es una corporación en decadencia. “El fundamento de ese pensamiento no es sólo del PRO, sino propio de la Capital Federal, donde no hay intermediación, hay una relación directa del jefe de Gobierno con la gente”, analizó un diputado macrista con base territorial.

Fernando de Andreis realiza reuniones con diputados nacionales y dirigentes de todo el país de Cambiemos (macristas y radicales), donde baja constantemente el mensaje de la importancia que tiene para el PRO la comunicación vía redes de la gestión, recomendando que se deje de lado la tradicional rosca política. Varios dirigentes provenientes de la UCR suelen ir a buscar reafirmaciones en otras oficinas, con cierta incredulidad.

De hecho, desde el radicalismo surgen permanentemente voces críticas sobre esta forma de comandar el gobierno y de contener a los diferentes espacios que lo componen. Ernesto Sanz se lo dice en la cara a Mauricio Macri. El Presidente lo escucha, pero no cambia la postura. Las opiniones de Durán Barba y de Marcos Peña todavía prevalecen.

El jefe de Gabinete también tiene un catalejo sobre la geografía bonaerense. Instauró una estructura de comunicación, con un representante en cada sección electoral, además de tener uno por provincia. Tienen contacto con los intendentes y los dirigentes del PRO de cada región. 

LA "POLITICA”

Convencidos de que 2017 no se gana solamente con una buena gestión en un año y medio, y que el 2.0 y los medios tradicionales son un complemento pero no el todo, los cultores de blindar el poder con un armado territorial se muestran preocupados y ven “demasiado riesgo electoral”.

Hacia atrás reclaman que debió haber un plan para rescatar a los 70 candidatos que perdieron en sus distritos. “Las subsecretarías deberían estar llenas de los sin tierra”, aseveró un operador del monzonismo.

Una buena parte del PRO, que, por otra parte, no es acompañada por el radicalismo, quiere sumar peronistas. Las piezas a cazar son el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, el senador santafesino Omar Perotti; y en la provincia de Buenos Aires, intendentes del Conurbano; por caso el lomense Martín Insaurralde. También, y aquí sí los acompañan dirigentes radicales, se ha convertido en una obsesión Marga-rita Stolbizer.

Lo de la líder del GEN trasciende divisiones internas: casi todos la quieren. Por ello fue un mazazo su estelar participación en el congreso del Frente Renovador. Pese a esa jugada contundente de Margarita, en Cambiemos no se dan por vencidos. La Goberna-dora Vidal y varios miembros del gabinete estuvieron en la presentación del libro de Stolbizer, porque seguirán dispensando gestos mientras haya esperanzas. Y las tienen.

Algunos consideran un triunfo de “la política” la llegada al gabinete del ex massista Joaquín de la Torre. Sin embargo, el intendente de San Miguel arribó sin una cola de dirigentes detrás suyo, como muchos esperaban en el gobierno. Y para colmo se abrió una fuerte interna con Cristian Ritondo. Es que De la Torre ha dicho en más de una oportunidad, y ante oídos indiscretos, que “Producción es la parada intermedia para llegar a Seguridad”.

“Si se ganan las elecciones del año que viene sin la política, nos tenemos que sacar el sombrero y jubilarnos”, ironizó un diputado del interior. Es la síntesis del momento interno por el que atraviesa el partido al que pertenecen el Presidente y la Gobernadora. En ese marco, ella aparece en la avenida del medio, que parece hacerse cada vez más ancha.

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