Interna de ex felipistas trabó el ingreso de un peronista al Gobierno nacional

Interna de ex felipistas trabó el ingreso de un peronista al Gobierno nacional

El Secretario de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui, le cerró la puerta a Ismael Passaglia para que se incorporara al Gobierno Nacional, tras una sugerencia en ese sentido del ministro del interior. Lopetegui y Passaglia fueron ministros durante la gobernación de Felipe Solá. Los aperturistas sońaban con abrir una puerta para el posterior ingreso de otros peronistas, que incluso harían más ruido

La interna en Cambiemos sobre a ampliar o no la base de sustentación política con la convocatoria de dirigentes de pedigrí peronista tiene todos los días un capítulo.

En la última semana se robó la atención la especulación acerca de la posible incorporación del intendente de Carlos Casares, Walter Torchio. Incluso con opiniones encontradas entre funcionarios del PRO. Sin embargo, ese no fue el dato relevante puertas adentro del oficialismo. 

Una propuesta que no había trascendido hasta ahora, y que desde las altas esferas del gobierno nacional fue rechazada, tabicó nuevamente la intención de los más aperturistas de incorporar en puestos importantes del Ejecutivo a dirigentes del peronismo.

La historia es la siguiente. Después de la renuncia de Néstor Abel Pérez Balińo como viceministro de Salud de la Nación, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, fue presuroso a la oficina de Marcos Peńa y le sugirió al Jefe de gabinete un nombre para ocupar la silla vacante.

Frigerio propuso al intendente de San Nicolás, Ismael Passaglia, ex ministro de Salud bonaerense que ganó las elecciones con el Frente para la Victoria pero que desde hace meses juega con el oficialismo. En la teoría de Frigerio, llevar a un peronista como segundo de Jorge Lemus era la mejor puerta de apertura para incorporar en breve otros nombres, más rutilantes, al gabinete nacional.

Pero la estrategia no pudo ser concretada. Y no fue Marcos Peńa quien cercenó las posibilidades de Passaglia de llegar a un puesto que aceptaría sin rodeos. El que se opuso, e hizo primar su opinión sobre el presidente Mauricio Macri, fue el Secretario de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui.

Passaglia y Lopetegui fueron compańeros de gabinete durante la gobernación bonaerense de Felipe Solá, cuando el médico nicoleńo era el titular de la cartera de Salud (luego presidente de la Cámara de Diputados) y Lopetegui era el ministro de la Producción.

żQuedaron mal las relaciones desde entonces, o el Secretario de Coordinación se aferra a la teoría de mantener el PRO como un ghetto incontaminado de peronismo practicante? Lo cierto y concreto es que Lopetegui se impuso sistemáticamente ante la insistencia de Frigerio.

Como se sabe, el ministro del Interior juega en el espacio de Emilio Monzó, quien insiste en la necesidad de abrir la base de sustentación política de Cambiemos, con el ingreso de dirigentes del peronismo que cuenten con buena imagen pública. Y el espacio no se queda sólo en la declamación; de hecho, ya le habrían acercado a Macri un esquema donde el peronismo tendría fuerte presencia en el Ejecutivo. 

En esa estructura, por ahora imaginaria, habría un lugar destinado al gobernador salteńo Juan Manuel Urtubey (hay quienes lo piensan en Cancillería), y el ex mandatario cordobés José Manuel De la Sota, a quien “se le podría ofrecer la embajada en los Estados Unidos”, comentó a La Tecla un bonaerense muy interesado en extender los límites de Cambiemos.

La frutilla del postre sería “la incorporación de un intendente del Conurbano al gabinete nacional”. Ese alcalde tiene nombre: Martín Insaurralde. żY el lugar? El ministerio de Desarrollo Social o la cartera de Producción.

Por lo pronto, nada de eso se ha concretado. Siguen imponiéndose quienes prefieren mantener al PRO más hermético. Lo acaba de sufrir Ismael Passaglia, y por imposición de un ex compańero suyo.

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