La interna demócrata, con final abierto

La interna demócrata, con final abierto
Son tres los precandidatos que pugnarán dentro de ocho días, en las PASO, por encabezar la boleta de la unión PD-Pro en octubre. Tanto Rosales como Aguinaga dicen que ganan, según las encuestas que manejan. Difonso le resta trascendencia y "disfruta".
Uno de los objetivos primordiales de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) -que se realizarán en ocho días- es que las distintas fuerzas diriman sus candidatos para participar en las generales legislativas del 27 de octubre, más allá de ser en sí mismas un gran sondeo sobre cómo está el electorado antes de la votación definitiva.

Pero en Mendoza, de los distintos partidos y frentes que se presentan a las PASO, solamente tres tendrán una verdadera interna: la alianza FAP - Coalición Cívica Ari, donde Alberto Montbrun y Gustavo Gutiérrez medirán sus posibilidades; la UCR, donde todo hace parecer que habrá una desigual lucha entre Julio Cobos y Fernando Armagnague. Y la unión Partido Demócrata-Pro donde al parecer se dará la más atractiva de las batallas, ya que tres precandidatos buscarán quedarse con el premio de encabezar la lista de ese frente.

Se trata de un frente que dos años atrás, y en compañía de la fuerza de los hermanos Rodríguez Saá integrando Compromiso Federal (sector que ahora va por su cuenta postulando a Daniel Cassia al frente de una lista en soledad) logró que uno de sus aspirantes, Roberto Pradines, se convirtiera en diputado nacional.

Con ese antecedente, y con una encuesta en sus manos, que según la conducción partidaria los ubica como tercera fuerza en la provincia, con 12% de intención de votos detrás de la UCR y el FPV, el varias veces legislador provincial Eduardo Difonso, el actual senador local Carlos Aguinaga y el ex candidato a gobernador Luis Rosales buscan acceder al primer puesto, apostando a la tradición mendocina de su propio partido, pero también a la proyección nacional que les da su alianza con el partido de Mauricio Macri.

Y si bien presentan marcadas diferencias personales y en el estilo político que ejecutan, los tres se muestran confiados, con números que les pueden favorecer y argumentos que los ponderan sobre los demás.

Aguinaga, contra la corrupción

El senador provincial ha tomado como propia la lucha contra la corrupción ligándola al gobierno kirchnerista y hasta auspiciando entre sus sus propuestas principales un proyecto de ley anticorrupción para presentar "ni bien asuma" en el Congreso. "Ayudame a meterlos presos", dice en sus spots de campaña, aprovechando el estado público que han alcanzado algunos delitos protagonizados por personajes relacionados con el poder.

Aguinaga dice no creer en las encuestas, porque "no reflejan la realidad". Y si bien tiene datos que lo dan ganador de la "interna" demócrata "con 5% de la intención de votos" sobre 4% de su inmediato seguidor (Rosales), hace caso omiso a esos números y se concentra en su campaña, que inició allá por febrero y de la que nunca se bajó, siendo incluso en parte responsable de que su partido no lograra la unidad detrás de una sola figura. "Me abraza cada vez más gente. Debe ser porque voy ganando", señaló el precandidato, apuntando a que su sector y su partido "representar una marca registrada para Mendoza".

Rosales se opone a la reelección K

El ex columnista de C5N y también ex candidato a la gobernación mendocina en 2011 es quizás el más confiado de los precandidatos gansos. "Tenemos datos de que ganamos con el 7% sobre el 4% del que está segundo" (en referencia a Aguinaga), indicó con confianza, siempre atendiendo al total de los votos que se barajan para todos los partidos en las PASO.

Su principal intención, si gana y accede a una banca, "será garantizar que no se reforme la constitución nacional para la reelección de Cristina Fernández en la presidencia", indicó.

En tal sentido no deja de reiterar que "el poder K" lo sacó del aire en el canal porteño, transformando en una cuestión casi personal su proyección. De todos modos consideró que ha "subordinado" sus pretensiones al proyecto colectivo y también ponderó la localía del partido y el perfil nacional junto al Pro.

Difonso quiere disfrutar

Eduardo Difonso es el más experimentado de los precandidatos demócratas. Su postulación llegó sobre la hora de presentación de las listas y sorprendió a todos.

Su pertenencia a un sector interno diferente al que conduce el partido lo transformó prácticamente en un paria y así se muestra, aunque buscando imponer la fortaleza que junto a su hermano, Jorge -intendente de San Carlos- ha sabido construir en el territorio.

"No tengo recursos para pagar encuestas, pero me conformo con disfrutar la campaña", indicó quien dice pertenecer al sector "de mayor mendocinidad", sin ningún candidato del Pro en su lista y con la propuesta principal de trabajar "por una jubilación de los docentes con 25 años de actividad", entre otras.

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