Los intereses de la deuda arruinaron a Dujovne el anuncio del cumplimento de la meta fiscal

Los intereses de la deuda arruinaron a Dujovne el anuncio del cumplimento de la meta fiscal

Por el aumento del pago de intereses, el déficit total se duplicó interanualmente.

La máquina imparable de tomar deuda de la administración Macri que este jueves sumó otros 800 millones de dólares, empezó a complicarle al gobierno la pata flaca de su modelo: el déficit. Como anticipó LPO, aún si cumpliera con el anunciado sendero de baja del gasto, el aumento del pago de intereses por más deuda vuelve muy probable que Macri termine su mandato con más déficit que el heredado de Axel Kicillof.

Los números del primer trimestre preocupan porque lejos de avanzar en el ordenamiento de las erogaciones del Estado, las cuentas públicas registraron un déficit fiscal de $48.400 millones, más que el doble de igual trimestre del año anterior (102,5%). 

Esto es producto en buena medida del pago de intereses de deuda por $ $45.100 millones, un 60,9% internanual (ia.) más que en igual período de 2016. Y también de un crecimiento del gasto fiscal del orden del 42,9% a razón de tres puntos porcentuales por encima de los ingresos, que subieron 39,9% en buena medida gracias a los recursos provistos por el blanqueo.

 

Así, en el primer trimestre de la gestión de Nicolás Dujovne al frente de la cartera de Hacienda, el déficit primario ascendió a los $3.300 cuando el resultado fiscal primario de su antecesor, Alfonso Prat Gay, fue de un superávit de $4.300 millones.

 

La suba del déficit en el primer trimestre arrincona al ministro Dujovne, quien este fin de semana en su paso por Washington sostuvo que viene cumpliendo con la meta de reducción del déficit fiscal trimestral (0,6% del PIB). "Va a ser incluso un poco más bajo que eso", manifestó el funcionario durante una entrevista con Reuters.

Cuando Dujovne habla de déficit se refiere sólo al primario y no contempla el impacto del pago de intereses, aunque si los ingresos de capital por el pago de deuda.

 

Es que cuando Dujovne habla de déficit se refiere solamente al primario, que es el saldo entre ingresos y gastos corrientes. Y no contempla el impacto del pago de intereses, aunque sí los ingresos de capital por la toma de deuda.

 

Aun así, el último número disponible de estimación del PIB, indica que entre enero y febrero la economía tuvo una contracción del 0,4%. Resta ver si los brotes verdes de marzo fueron suficientes para neutralizar la caída, pero a priori Dujovne se encuentra en un aprieto: con déficit creciendo y PIB bajando, no hay margen para que el rato déficit/PIB baje en términos interanuales. Pero sí le permite ubicarse cómodamente dentro de la meta fiscal trimestral de $58.500, número fijado por el Gobierno proyectando un crecimiento del PIB a un ritmo del 3,5% anual.

 

Y si bien es verdad que en los primeros tres meses de 2016 el déficit había sido particularmente bajo por la suspensión de todos los pagos de contratos de la gestión anterior y eso hace que la comparación arroje un porcentaje elevado, lo cierto es que el hecho de que el déficit total creciera 102,5% implica una evolución muy superior a la inflación y al magro crecimiento del PIB. Más si se tiene en cuenta que este año el Gobierno contó con unos $ 36.700 millones excepcionales por el pago de impuesto del blanqueo.

De acuerdo con los números de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), el déficit primario en los primeros tres meses de 2017 fue de $3.264 millones (versus el superávit de $4.304 millones de igual período del año anterior) y el déficit total -denominado "financiero" por las cuentas nacionales- fue de $48.401 millones por el impacto de los pagos de intereses de deuda.

 

 

 

"En cuanto a la ejecución de los gastos primarios, que crecieron un 39,1% ia. en marzo (vs. +45,6% ia. en el bimestre enero-febrero), los hechos más distintivos del comportamiento mensual estuvieron dados por la desaceleración de las Transferencias Corrientes al Sector Privado (+18,3% vs. +37,0% en el primer bimestre), y por la fuerte contención de la Inversión Real Directa (+4,3% vs. +139% ia., en iguales periodos)", detalló ASAP destacando el impacto de la baja de los subsidios al gas y la electricidad.

La dinámica elegida por el gobierno de Macri de aumentar la deuda y bajar el gasto primario es insostenible: Obliga cada año a aumentar el ajuste para no entrar en una nueva crisis de pago de la deuda.

 

"En términos nominales, los gastos primarios devengados sumaron $ 445.000 millones en el primer trimestre de 2017, lo que constituye un 42,9% más que lo ejecutado un año atrás (vs. +37,6% ia. en 2016). El impulso más elevado se vio especialmente en los Gastos de Capital, que registraron un incremento del orden del 112% ia. (vs. +7,3% ia. promedio durante el año 2016), lo cual en gran medida se explica por el bajo nivel de avance que tuvieron en el primer trimestre de 2016. En cuanto a las erogaciones corrientes, las alzas más significativas se verificaron en Transferencias a Provincias (+111%), Bienes y Servicios (+55,3%) y Transferencias a Universidades (+53,3%)", agregó la entidad.

 

Es decir que, lejos de reducir el gasto público, la gestión del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, viene aumentándolo por encima de la pauta inflacionaria -que la Ciudad estimó en 35% anual para marzo-, aunque con una composición diferente: menos subsidios, menos promoción de inversiones, más transferencias a los gobernadores y más obra pública.

 

"El mayor impulso del primer trimestre de 2017 obedeció fundamentalmente a la reactivación de los Gastos de Capital, que crecieron un 112% ia., en contraste con la suba del 7,3% ia. promedio observada en 2016", detalló el informe de ASAP.

 

Tal vez el foco en el déficit fiscal primario sea el punto más crítico del discurso del Gobierno: porque mientras aumenta el gasto, lo hace a cuenta de nuevo endeudamiento, lo que genera más presión sobre el presupuesto financiero para los años próximos. Esto obliga a que el ajuste -que no se observa porque el gasto sigue creciendo en términos reales, es decir por encima de la inflación- debe hacerse cada año con mayor intensidad para no desembocar en una crisis de deuda. Esto fue lo que advirtió Broda.

 

A más de un año del mandato de Macri, la reducción del gasto público no ha comenzado, solo su ha cambiado su composición. Es más, la meta trimestral de déficit para el segundo trimestre es de 1,4% del PIB, de forma tal que en los primeros seis meses, el déficit acumule 2 puntos porcentuales del ingreso total de la economía.

 

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