GBA: 19 de 24 intendentes buscan la permanencia

Al fin de cuentas, son todos iguales. O al menos, eso aparentan. No importa dónde mamaron la política, con quién se formaron ni el espacio en que militaron. Mucho menos, el color político que hoy pintará sus boletas. Si fuera por ellos, se quedarían a vivir en sus cargos: 19 de los 24 intendentes del Conurbano buscarán esta tarde dar el primer paso hacia su reelección.

El dato no es nuevo, pero tampoco intrascendente. Sobre todo cuando estos mismos Jefes comunales se ensalzan, en campaña, hablando de renovación democrática. La codicia por atornillarse y mantenerse en el poder los iguala. Y si para Scioli, Macri o Massa la Provincia es la madre de las batallas, el territorio del GBA lo significa casi todo: allí late el 62 % del electorado bonaerense y el 26 % del país.

Los huevos de oro están en la Primera Sección (zona Norte y parte del Oeste), donde quizás se concentre el voto más reacio al kirchnerismo; y la Tercera (Zona Sur y La Matanza), históricamente peronista y donde Scioli espera esa soñada ventaja ¿indescontable? con miras a octubre.

Salvo en La Matanza, donde Fernando Espinoza sorteó una dura resistencia interna para imponer como su sucesora a Verónica Maragio, los intendentes de los municipios más populosos van por un nuevo mandato. En Lomas, a Martín Insaurralde lo desvela dejar atrás la paliza del 2013 que opacó su figura más el desprecio del kirchnerismo tras su coqueteo con Massa. Otro que va por la "rere" pero que no la está pasando nada bien es el Barba Gutiérrez, en guerra con el "anibalismo" que le puso un candidato en la interna K. Más complicada aún la tiene Darío Giustozzi, que se había ido con Massa y volvió al FPV: buscará su tercer mandato. Y si bien desde 2013 es diputado Nacional, nunca dejó de manejar el Municipio, sobre todo su caja de la mano del actual mandatario, Daniel Bolletieri, que lo acompaña liderando la lista de concejales.

Quizás el mayor de los Barones bonaerenses resida en Merlo: Raúl Othacehé va por su sexta reelección y por el récord: si gana en Octubre y  termina su mandato, se convertirá en el Intendente con mayor años en el poder: 28. No es de esos tipos con vergüenza fácil: fue "recontra" menemista, "híper" duhaldista", un poco kirchnerista, otro poquito massista, y ahora algo sciolista. Pero no está solo: Julio Pereyra y Hugo Curto lo quieren empardar: los caciques de Florencio Varela y Tres de Febrero van por el mismo récord. Muchachos que tampoco suelen sonrojarse demasiado. En Avellaneda, el siempre obediente cristinista, Jorge Ferraresi, quiere sumar otros cuatro años a los ocho que está por cumplir.

Problemitas de familia tiene Alejandro Granados en Ezeiza. El "comisario" de Scioli hegemoniza el poder hace 20 años y va por otros cuatro. Tras las PASO, enfrentaría a su hermana, Leonor, que compite en la interna del FR. Muy cerca, en Esteban Echeverría, Fernando Gray busca su tercer mandato. Y en Ituzaingó, Alberto Descalzo es otro enamorado de su puesto: apoyado por el PJ intentará su primera media docena de gestiones seguidas.

El que fue y volvió fue Mariano West en el populoso Moreno: dos mandatos seguidos en los '90. Volvió a la Comuna en 2011 y ahora persigue otra reelección consecutiva. Total, 12 años con ganas de otros cuatro.

La oposición también tiene sus exponentes: Jesús "El Negro" Cariglino siempre fue hincha de sí mismo para retener el poder. Ahora, vestido de massista (aunque sin mucha convicción), intentará hoy quedar fortalecido para lograr su sexto mandato. El sanisidrense Gustavo Posse, relajado después de conseguir el sello macrista (aunque deberá ir a internas con Montenegro), va por su cuarta reelección al hilo. En San Miguel, Joaquín De la Torre vuelve a medir su gestión por segunda vez. Al hombre hay que reconocerle que se mantuvo fiel a Massa en medio del pánico por la diáspora.

Los más nuevitos en esto de la reelección son Jorge Macri en Vicente López (que vuelve a enfrentarse al Japonés García que se recostó en La Cámpora para soñar en recuperar su municipio); Luis Andreotti en San Fernando y Gabriel Katopodis en San Martín, éste con una dura y caliente interna en el FPV. En Tigre, Massa no se guardó nada para blindar su Partido (que también es el de Scioli) y pusó a su esposa Malena para apuntalar a su delfín, Julio Zamora. El clan Mussi sigue dominando desde 1987 Berazategui: primero con papá Juan José y ahora por el joven Juan Patricio que va por su primer doblete como Jefe Comunal.Uno que vuelve pero que en realidad nunca se fue es el trunco "cazador de traidores", Mario Ishii, en José C. Paz. "Vuelve una leyenda", anuncian sus carteles. El hombre del poncho punzó busca suceder a quién él mismo dejó para que le cuide el sillón, Carlos Urquiaga. Pero resultó que el actual mandatario amagó con no irse y llegó a torear a Ishii, pero sin mucha nafta: la semana pasada se tomó licencia "por una semana". Lanús es para alquilar balcones. A Díaz Pérez, La Cámpora lo bajó de un hondazo para que vaya el amigo de Máximo Kirchner, Julián Alvarez. La zanahoria para el actual intendente se cosecha en La Plata: le pagaron con el primer lugar en la lista de senadores provinciales.

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