Como su padrino político, gusta de la farándula. Para llegar a ser intendente de Moreno, Walter Festa hizo campaña con un par de jingles del inoxidable Pablito Ruiz. Le fue bien: en la interna de agosto terminó siendo uno de los pocos camporistas que festejó un triunfo, en su caso sobre un viejo cacique del conurbano, su ex promotor Mariano West. En octubre, ratificó en la general y puso celebrar con su entonces nuevo padrino, José Ottavis, hoy figura del espectáculo por su relación con la exuberante Vicky Xipolitakis. Y ahora va por más: Festa dijo que quiere candidatearse para correr del PJ bonaerense a Fernando Espinoza. 

"Lo que nosotros vemos es que lo de Espinoza es una instancia agotada en la provincia de Buenos Aires. Esto lo digo en términos personales, no en nombre de La Cámpora, pero sí como intendente de Moreno, queEspinoza ha sido responsable de la derrota por utilizar el partido sólo para candidatearse y ahora otra vez lo utiliza para volver a la carga por el mismo lugar. Creemos que es una instancia agotada. Queremos que se adelanten las elecciones del Partido Justicialista. Me postulo para ser presidente del PJ en la Provincia y voy a ganar", se emocionó Festa en declaraciones a los medios.

El pase de facturas tiene su historia. Después de haber coqueteado con Diego Bossio como precandidato bonaerense, Ottavis, jefe de Festa y líder de La Cámpora en la Provincia, terminó jugando con Aníbal Fernández-gobernador en la interna bonaerense. Espinoza estaba del otro lado, como precandidato a vice de Julián Domínguez. Más allá de ganar esa previa, después se sucedieron algunas malas noticias políticas para Ottavis, que esperaba ocupar buenos espacios de poder si ganaba el ex jefe de Gabinete de Cristina.

Si bien obtuvo la titularidad del poderoso bloque de diputados del FPV en la Legislatura local, quedó en una posición incómoda cuando, tras un difundido telefonazo de Cristina Kirchner, se desentendió de un preacuerdo que tenía su bancada con Cambiemos y se negó a aprobar el presupuesto y endeudamiento que pedía la gobernadora María Eugenia Vidal. Desde entonces, el macrismo lo corrió como interlocutor y su bloque quedó al virtualmente partido, con la mayoría de los intendentes y otros referentes territoriales (como el jefe del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro) ganando casilleros.

Ahora todos buscan posicionarse de cara a la interna. Ni Ottavis ni Festa fueron a la reunión del PJ bonaerense del sábado pasado en Santa Teresita. El jefe comunal de Moreno dio sus razones: "Son hechos sociales para convocar a una cantidad de intendentes y así demostrar una agenda política. Me parece que lo que hay en este momento es una competencia entre intendentes para ver quién convoca más, y eso me parece algo muy vacío, muy de los años ’90. Por eso no voy más a ningún lado".

Y volvió a apuntarle a Espinoza: "Para el bien de todos los peronistas,tiene que haber una renuncia del presidente del partido, reconociendo sus errores, dejando atrás esta utilización del partido para ser gobernador, no más que para eso. Pueden juntar todos los intendentes pero nosotros somos muchas más en la calle. Quiero ver quién gana en una interna, si el aparato pejotista tradicional de toda la vida o la fuerza de un pueblo que quiere un cambio y se considera peronista kirchnerista". 

Las elecciones partidarias deberían ser en los próximos meses. Pero con el peronismo así de revolucionado, nadie se anima a poner fecha.