Insólito: los ñoquis K tendrán su marcha

Insólito: los ñoquis K tendrán su marcha

Parece una broma, pero no lo es. El viernes 29 militantes kirchneristas contratados por Cristina, saldrán a la calle para reclamarle al presidente Mauricio Macri que el Estado les siga pagando por no trabajar. El nuevo gobierno se mantiene firme en su decisión.

 

Orgullosos en su día, los ñoquis K marcharán para reclamar por lo que en estos 12 años consideraron normal, un privilegio que el presidente Mauricio Macri decidió romper: cobrar por no trabajar; recibir un sueldo por militar fanáticamente para la causa kirchnerista; ir al lugar de empleo sólo el día de cobro.

“Folklóricamente, el término hace alusión a aquella persona que recibe un salario mensual de la administración pública o de un organismo estatal, sin realizar ninguna actividad útil, y que sólo va a cobrar el 29 -porque antes se cobraba los 29- sin haber trabajado”, precisó a Hoy el diputado porteño de la Coalición Cívica-ARI (CC-ARI), Fernando Sánchez, quien, como parte de la disuelta alianza UNEN   , elaboró un plan para echar a “los ñoquis de La Cámpora”, similar al que en estos días ejecuta Cambiemos. 

Pasado el tiempo de la plata dulce y fácil, ahora, esta plaga K, la mayoría contratados pocos días antes de la salida de Cristina Kirchner del poder, encabezará la “marcha de los ñoquis” en Plaza de Mayo, convocada, justamente, para el viernes 29 de enero, el único día en que, según el refrán popular, se los puede ver en las oficinas estatales reclamando sus sueldos. En tanto, en La Plata, se prevé hacer una “Ñoquiada” desde las 17 horas en Plaza Moreno.   

 “¿Qué decir de esta marcha?”, se preguntó Sánchez, y agregó: “Que hagan lo que quieran. Yo he trabajado 20 años en el Estado y nunca fui planta permanente, ni quiero. Para mí, las cosas son sencillas: el que quiera trabajar que concurse; el que no trabaja, no cobra; y el que no es necesario no tiene por qué ser contratado. Creo en el mérito y en la necesidad del servicio público, todo lo demás sobra”.

La manifestación central del viernes será a las 18 en Plaza de Mayo. Una hora antes, habrá otra movilización frente al Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK), donde el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, cesanteó a unas 600 personas, lo que representa el 85% de las designaciones, todas ellas realizadas en los últimos seis meses de gestión de Cristina, en un intento claro por condicionar al nuevo gobierno en todas las áreas. 

Porque el lector podrá recordarlo: en las últimas semanas de gestión K se aceleró el nombramiento de militantes de La Cámpora, sin experiencia ni idoneidad, en diferentes dependencias públicas. Ahora, Cambiemos se propone reparar esos abusos que transformaron al Estado en un búnker K, financiado con el aporte de todos los argentinos. Por eso el avance sobre la Comisión Nacional de Valores; o la ofensiva anti-ñoqui que encabeza la gobernadora María Eugenia Vidal en la provincia; o el desplazamiento de 2305 empleados del Senado.

“El del Senado es caso paradigmático. Presta el mismo servicio desde hace 200 años; si vos tenés 3 mil empleados un año y 6 mil en el otro, cuando el Senado presta el mismo servicio público que hace 200 años, es injustificable. Y lo mismo ocurre en todos lados. Para solucionar esto hay que ser criterioso -porque puede haber gente valiosa, con vocación de servicio-, y no cometer el mismo error”, argumentó el referente de la CC-ARI.

Sala, la gran ausente

Al cabo de la era K, los ñoquis representan aproximadamente una cuarta parte del empleo del Estado Nacional, Provincial y Municipal. Así, se fueron millones y millones del fisco al bolsillo de personas que no cumplían con el más mínimo requisito para la función que decían ocupar y que, no obstante, no ocupaban. En rigor, la letra grande no importaba durante el kirchnerismo: si el cargo exigía ser médico o contador y el contratado no cumplía, tenía una segunda oportunidad, un requisito excluyente y escrito en letra chica: ser militante y aplaudidor.  

Estos militantes que durante los últimos 12 años estuvieron desocupados, pero cobraron igual; que se rieron en la cara de la clase trabajadora, ahora reclamarán por los puestos indignos con que los premió el kirchnerismo.

Otro dato. si no fuera porque continúa detenida por “instigación a la violencia” y por “peligro de fuga” -ante la catarata de denuncias que pesan en su contra-, la líder de la Túpac Amaru, Milagro Sala, podría sumarse a la movilización en su calidad de “ñoqui”: en Jujuy se la reconoce por su habilidad para acumular cargos públicos y percibir varios sueldos a la vez sin cumplir horarios. Más allá de Sala, el macrismo continuará revisando los contratos estatales espurios y, quizá, también sea hora de que quienes designaron a esos “ñoquis” paguen de su patrimonio lo que le robaron al Estado.

Ocaña: “El kirchnerismo copó el Estado de aplaudidores”

“Los funcionarios que no brindan un servicio para la gente son simplemente una caja política y el Estado no está para financiar cajas políticas, sino para financiar los servicios de la sociedad”, aseveró a Hoy la legisladora porteña por Confianza Pública, Graciela Ocaña.

El año pasado, Ocaña, que fuera titular del PAMI durante el gobierno de Néstor Kirchner, denunció penalmente al presidente de la obra social de los jubilados durante el último mandato de Cristina Kirchner, Luciano Di Cesare, por el nombramiento “ilegal y oneroso” de unos seis mil “ñoquis” en el organismo, muchos de ellos vinculados a La Cámpora.

Ahora, “La hormiguita” consideró que “está muy bien que el nuevo gobierno quiera reordenar o reconstruir lo que se destruyó en todos estos años”, al tiempo que calificó como “vergonzoso” que haya quienes “defiendan a los ñoquis, personas a las que el kirchnerismo les pagó por militar, no por trabajar. Es claro que la gestión anterior copó el Estado de gente cuya única función era la de aplaudir”.

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