Luego de una cena junto a Guillermo Dietrich, Javier Iguacel y Miguel Etchevehere en un restaurant de la zona de céntrica de Río Cuarto, Córdoba, Bullrich sorprendió con peligrosas declaraciones ante un medio local.

Sus graves dichos generaron un gran estupor por la superficialidad con la que trató un tema mundialmente discutido y cuya primera solución, ante el avance de los delitos y los homicidios, es justamente el desarme de la sociedad civil.

En el marco de la discusión por el Caso Chocobar, quien quedó a un paso del juicio oral por el asesinato a quemarropa de un delincuente, la ministra se refirió con una preocupante liviandad sobre la portación de armas y posibles casos de justicia de mano propia.

Ante la consulta de la cronista de Puntal AM sobre esta cuestión, la titular de la cartera de Seguridad, aseguró que "el que quiera estar armado, que ande armado; y el que no quiera estar armado, que no ande armado. La Argentina es un país libre".

Bullrich: "El que quiera estar armado, que ande armado; y el que no quiera estar armado, que no ande armado. La Argentina es un país libre".

De inmediato, intentó atenuar sus insólitas declaraciones precisando que "preferimos que la gente no esté armada", pero ratificó su defensa sobre el policía acusado que se encuentra acusado de homicidio en exceso del cumplimiento del deber.

"Lo que sí pedimos es que si hay alguien que defiende a la gente, no lo ataquen y no lo destruyan porque él (Chocobar) salió como policía a defender a la gente", concluyó.