El insider

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Se metió definitivamente en la política con el peronismo no K. Hace equilibrio en apariciones con todos. Le piden que sea candidato en Buenos Aires. Él quiere ser presidente, pero no sabe cuándo.

 

Este año electoral, por primera vez, Marcelo Tinelli no delegará en los humoristas de su programa la imitación de políticos. Irá más allá, hasta confundirse con los especímenes a los que antes satirizaba. La fórmula de “Gran Cuñado”, que lo hizo taquillero, ahora lo tiene como protagonista.

El animador más popular de la televisión argentina se mueve públicamente y cada vez más en el espacio de la tercera vía peronista. Se muestra con todos los candidatos de Alternativa Federal, le da aire al proyecto de Roberto Lavagna y utiliza sus redes sociales para amplificar las críticas contra Mauricio Macri. Pero no define todavía si va a ser parte de la oferta como candidato o si se va a limitar a mostrarse en fotos y recorridas. Tampoco, si va aceptar la misión que le encargan, en la provincia de Buenos Aires, o si a va a ir -ahora o más adelante- por el premio mayor.

 Por eso, a veces, siente que las apariciones con políticos le restan más de lo que le suman. Tinelli está en la cancha del PJ y acaba de definirse como peronista, en su visita a la Salta de Juan Manuel Urtubey. Pero marca una diferencia, que considera su principal fortaleza: nunca administró ni formó parte del Estado ni tiene cuentas pendientes, como otros de los que incluso están a su lado.La apuesta no está exenta de riesgos. En un momento en que las encuestas que encarga le confirman el descrédito de la política, el conductor destaca entre sus activos el no haber sido parte de la historia de fracasos que termina en Macri.

Es probable, como le dijo a Letra P uno de sus colaboradores, que no tenga claro qué papel jugar en la campaña. Pero está decidido a ser parte, en el inicio de lo que se anuncia como su carrera política. Según repite a su entorno, lo impulsan sus ganas de “participar, involucrarse y ayudar”; una vocación que antes no tenía o no lo dominaba como ahora. Para otros, que analizan la trayectoria de Tinelli, ya hizo todo lo que quería, salvo llegar a la presidencia de la AFA, y necesita ir en busca de más poder.

La discusión pasa, como siempre, por el sentido de la oportunidad. Mientras algunos le recomiendan sumarse ya a un peronismo que no hace pie en la provincia de Buenos Aires, otros le sugieren jugar en el terreno de las imágenes, sin poner todavía el cuerpo y esperar una chance que lo tenga en el centro. Encarna la eterna ilusión de un outsider que llegue en el momento justo.

¿Es ahora o más adelante, cuando el próximo presidente asuma, con el peso de la deuda aplastando cualquier crecimiento, el ajuste como horizonte y la paciencia social agotada?

 

 

Lavagnismo. Con el cordobés Urtubey, promotor del candidato en sandalias.

 

NEOPERONISMO. Con 58 años, después de 30 en los que fue periodista, empresario y dirigente de San Lorenzo, Tinelli recorre las provincias con la producción de su programa Genios y con su fundación. Su último emprendimiento es LaFlia Contenidos, la productora que fundó hace un año. Para este 2019, su prioridad es cumplir su contrato con El trece y el Grupo Clarín por el nuevo programa, que arranca el 29 de abril.

“Es un tipo que tiene que pagar 400 sueldos todos los meses y vive en carne propia las dificultades del país”, dicen sus allegados.

El creador de Showmatch multiplicó desde hace un año sus reuniones políticas, sus encuentros con economistas y su interés social.

Sin embargo, le sobra voluntad para ir por más. “En cada lugar al que va encuentra gente que le dice que se meta, que participe, que sea candidato, que encuentre una alternativa para sacar al país de la crisis”, aseguran desde el naciente tinellismo.

El creador de Showmatch multiplicó desde hace un año sus reuniones políticas, sus encuentros con economistas y su interés social. Lo acompaña el diputado nacional Eduardo “Bali” Bucca, que nació en Bolívar y llegó al Congreso en la boleta de Florencio Randazzo. Pero, además, tiene línea directa y permanente con Miguel Ángel Pichetto, para algunos, su principal referencia.

De la relación con el senador surgió su apoyo a Lavagna, que parecía ser su preferido en la carrera presidencial. La semana pasada, Tinelli visitó a Juan Schiaretti, en lo que fue interpretado como un paso más en dirección hacia el economista de las sandalias. El conductor tiene entre sus amistades a Guillermo Seita, el empresario que es dueño de la consultora Managment & Fit, trabaja con Schiaretti y debutó esta año con CNN Radio. En esos micrófonos, el conductor dio su respaldo al ex ministro que habla de un gran consenso y quiere esquivar las PASO.

Sin embargo, en los últimos días, abrió su radio de acción y comenzó a mostrarse con el resto de los candidatos del PJ no kirchnerista. Volvió a mostrarse con su amigo Sergio Massa, tuvo un encuentro con el socialista Miguel Lifschitz y viajó a Salta para un reencuentro con Urtubey, el gobernador con el que se enfrentaron en 2018 por el aumento de tarifas.

 La incursión de Tinelli junto a Massa en San Fernando fue presentada por el Frente Renovador como un apoyo al ex intendente de Tigre, algo que niegan cerca del conductor. Explican que era una visita preparada con mucho tiempo de antelación. Tinelli quería conocer el taller de oficios del municipio que gobierna el massista Luis Andreotti porque la Fundación LaFlia había hecho donaciones para el lugar. Entre pizzas amasadas con mujeres víctimas de violencia de género y charlas con desocupados, Massa le pidió a Tinelli que apoye su propuesta de ir a una gran primaria contra Lavagna y que se ofrezca como el candidato de unidad en la provincia de Buenos Aires. No está claro si lo convenció.

LO MÁS ALTO. El objetivo del ex dueño de Ideas del Sur es pararse por encima de las rencillas del peronismo del medio. Ya visitó a los cuatro candidatos y se mostró también con Lavagna. Según pudo saber Letra P, es probable que vuelvan a charlar durante el fin de semana con el ex ministro de Economía de Duhalde y Kirchner. Sin embargo, la misión del creador de Videomatch es lograr en poco tiempo una reunión entre todos los miembros de Alternativa Federal. No una foto, sino un acuerdo que, de a ratos, parece cada vez más difícil, sobre todo por el choque de ambiciones entre Massa y Lavagna.

Massa le pidió a Tinelli que apoye su propuesta de ir a internas contra Lavagna y que sea el candidato de unidad en la provincia de Buenos Aires.

“Él apuesta a un espacio, por fuera de la grieta. Y si hay alguien que puede alivianar la tensión entre Sergio y Roberto es Marcelo. No descarta ser candidato, pero no está desesperado hoy. Lo que busca es salir de esta situación que es muy preocupante”, le dijo a Letra P uno de los dirigentes que lo acompañó a Salta.

Dueño de una popularidad que nadie logra en la franja del peronismo del medio, con la apuesta de la AFA frustrada por el entendimiento de Macri yHugo Moyano, Tinelli tiene como horizonte pelear, en algún momento, por la presidencia de la Nación. Cómo llegar a ese objetivo, que hoy ni siquiera se menciona, es lo que no está resuelto.

Lo único que parece irreversible es la voluntad política de participar para poner fin al experimento de Cambiemos en el poder. Pese a que conserva la muy buena relación con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, Tinelli ve extraviado y lejos de la realidad a un Macri completamente gobernado por la influencia de Marcos Peña.

La segunda certeza que transmite el animador es que quiere colaborar para superar la grieta. Pero lo más difícil es definir dónde y cuándo jugar en el terreno electoral. Indicios para esas respuestas surgirán de los focus group y las encuestas que el conductor piensa encargar en los próximos días.

 ¿EL BONAERENSE? Desde Lavagna hasta Massa, lo quieren como alfil en la provincia de Buenos Aires, el talón de Aquiles de Alternativa Federal, donde mandan Vidal y Cristina Fernández de Kirchner. Sería la forma de penetrar un territorio que ignora al peronismo del medio, salvo por el ex intendente de Tigre, que no quiere pelear como candidato a gobernador.

Nacido en Bolívar, hiper conocido y como emblema de la movilidad social, Tinelli podría ser una carta más que digna, piensan los operadores del PJ. Sin embargo, el nominado no está convencido. “El no va a venir a resolver el problema y traer los 15 puntos que no tienen Roberto, Juan o Sergio. Si él es candidato, va a jugar a ganar. Se enfocó en la provincia de Buenos Aires, pero al mismo tiempo recorre el país. Es una figura nacional”, le dijo a Letra P uno de los dirigentes que lo acompaña en su salto a la política.

Algo más, que tampoco es menor y dificulta el desarrollo del PJ no K en la inmensidad bonaerense: el animador no está dispuesto a enfrentar al peronismo de la provincia, hoy volcado en masa detrás de la candidatura de Cristina. “No va a ser candidato contra todos los intendentes del conurbano. Eso está claro, él lo entiende bien”, explican quienes conocen su pensamiento. Y lo mismo repiten en el campamento del cristinismo bonaerense los que conservan el diálogo con Tinelli. Como prueba reciente, está su visita a Escobar para mostrarse con Ariel Sujarchuk.

 

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