Las declaraciones públicas que hacen los dirigentes son cuidadosas con Scioli. Pero en privado y entre ellos ya se habla de cómo será la convivencia con el candidato de Cambiemos. Hubo varios encuentros informales entre los gobernadores peronistas. ¨Es muy difícil que Daniel de vuelta esto¨, dijo uno de los principales gobernadores del PJ que habla seguido con el candidato del oficialismo.

La evaluación que hacen los dirigentes del peronismo es que ya es tarde para que Scioli busque mostrarse como una opción diferente al kirchnerismo. La presidenta Cristina Kirchner se corrió de la campaña de Scioli sólo en los últimos días, y en el medio sus principales hombres como el ministro de Economía, Axel Kiciloff, no dejaron de hacer gestos que terminaron por herir aún más a Scioli.

El gobernador bonaerense pasa estos días finales en tensión total. Casi encerrado entre sus hombres de máxima confianza como su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, el titular del Banco provincia Gustavo Marangoni, su hermano José ¨Pepe¨ Scioli, entre otros. Además de la presión electoral, Scioli debe hacer una retirada ordenada del poder provincial. “Acá estamos a full preparando la salida, tenemos que dejar todo ordenado, y el que viene no es un peronista”, describió con claridad uno de los hombres a los que el candidato del FPV dejó encargada la salida de la gobernación.

El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, es uno de los dirigentes del oficialismo que mejor posicionado queda hacia los nuevos liderazgo en el PJ. Es el primero que jubiló a Cristina Kirchner de la política. Dijo que una vez que le ponga la banda a su sucesor, la Presidente será una dirigente más. Urtubey planteó además que él pretende pelear por la presidencia en 2019. En el entorno íntimo de Scioli, una fuente calificada indicó: “En el peronismo está siempre muy claro que el que pierde una elección presidencial deja paso a los que vienen. Eso es lo que esperan Urtubey, Massa, Randazzo y De la Sota”.

En desventaja

Si bien existe aún cierta esperanza en que la movilización militante de los últimos días pueda mejorar las posibilidades de Scioli, en el entorno más cercano al candidato del FPV ya admiten que si Scioli pierde, habrá terminado su carrera política.

Scioli buscó la mayor parte de su vida llegar a la Presidencia. Desde 1995, cuando Carlos Menem le propuso meterse en política, nunca dejó de pensar que podría lograr ocupar el cargo de su mentor político. Hay una famosa anécdota de que el padre de Scioli, hoy ya fallecido, visitaba todas las mañanas a su hijo, y antes de que el iniciara su rutina le besaba la frente y le decía: ¨Vas a ser presidente¨.

El gobernador bonaerense hoy sabe que está en desventaja frente a Macri. Su apuesta final fue el histórico debate del domingo para buscar dar vuelta la tendencia. Quienes lo vieron en los últimos días aseguran que el gobernador sabe que el escenario es complicado. “Tiene un temple y un espíritu de lucha único. Admirable verlo no caerse frente a una situación interna complicada. Está dejando todo”, señaló otra fuente que visita muy seguido la casa del gobernador en Villa La Ñata. No hay plan B para Scioli, es esta elección o ninguna otra.

Hay una frase que podría sintetizar la situación actual: el peronismo perdona la traición pero no la derrota. Por eso, aún cuando todavía falta votar, los dirigentes del PJ, que tienen un olfato especial para saber cuando pierden poder, ya empezaron a pasar facturas ante una eventual derrota y analizan cómo convivir con Macri y cómo ordenarse sin un liderazgo claro.

Sin plan B para Scioli

Por lo pronto entre los dirigentes que ganaron sus provincias y son peronistas, como Urtubey, Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Juan Schiarti (Córdoba), Mario Das Neves (Chubut), Gustavo Bordert (Entre Ríos), Carlos Verna (La Pampa), Sergio Uñac (San Juan), Domingo Peppo (Chaco), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), y Sergio Casas (La Rioja), buscarán conformar una Liga de Gobernadores para negociar los distintos acuerdos con Macri, si finalmente el líder de Cambiemos gana el domingo.

Además de Urtubey, el otro hombre del peronismo que tiene pensado tener algún papel en los próximos años ante una derrota de Scioli, es el ministro de Transporte, Florencio Randazzo. Hasta en el entorno de Scioli especulan con su regreso a la escena política desde la misma noche del domingo próximo. Randazzo ya salió a criticar a Scioli después de que en la primera vuelta electoral no llegó al 40 por ciento de los votos. Todavía el ministro del Interior y Transporte comenta en privado que aún no entiende como se equivocó Cristina Kirchner y ahora va a ser ella también parte de una posible derrota del peronismo el domingo. Todavía no ha confesado en público sus planes, pero ¨El Flaco¨ Randazzo ya había dicho que si ganaba Scioli él se iba a su casa. Pero ahora ante el posible escenario de derrota para el oficialismo podría convertirse en uno de los dirigentes que intente construir algún liderazgo dentro de un peronismo.

En sus últimos días en la Casa Rosada, la Presidenta se encerró en la quinta de Olivos y aunque ejercerá el poder hasta el último minuto de su mandato, dejó ya de ser un referente de consulta permanente para quienes durante años hasta le tenían cierta temor. Algunos de sus funcionarios aseguran en privado que ya ante la retirada del poder hay como una anarquía dentro del kirchnerismo.

Sergio Massa

El otro hombre clave con origen peronista y partido propio es Sergio Massa. Massa está seguro que Scioli no podrá revertir la ola del cambio que parece haber instalado en la Argentina. Para el ex candidato presidencial de UNA, los derrotados el domingo podrían ser dos personas y no una: Scioli y la propia Cristina Kirchner. ¨Si el domingo gana Macri, Scioli y la Presienta serán las dos caras de la derrota¨, dijo en las últimas horas el diputado del Frente Renovador.

El plan de Massa es fortalecer su espacio político con miras a la elección legislativa de 2017 y la presidencial de 2019. Sobre el futuro del liderazgo del PJ, Massa cree que ¨el mejor peronista que tiene el país¨ es José Manuel de la Sota, su socio político y gobernador saliente del Córdoba. De la Sota es uno de los hombres que Macri querría en su gabinete como Canciller. Ya hubo una oferta informal. Del entorno de Massa, sólo se animan a afirmar que Roberto Lavagna no va a ser ministro de Macri.

El kirchnerismo encarna por estas horas una retirada del poder, escandalosa en algunos distritos bonaerense, con su jefa política distante de las elecciones y en permanente consulta con dirigentes de máxima confianza que son de La Cámpora, como Eduardo ¨Wado¨ de Pedro y su ministro Kiciloff, entre otros, ya que además su hijo Máximo está recién operado.

Hay muchos dirigentes del peronismo que antes consultaban sus decisiones con Cristina Kirchner que hoy ni la llaman. Por eso, está en marcha el plan para convivir con Macri. Algunos son duros con Scioli, por haber concedido demasiado al kirchnerismo en su campaña. Son menos lo que creen que aún es posible ganar.

El PJ ya empezó a ver qué hacen el 10 de diciembre si no están en el poder. Todo si el próximo domingo se termina con 12 de años de kirchnerismo en el poder y Macri llega a la presidencia. Falta poco para develar la incógnita.