Inseguridad en la peatonal: apuntan contra los trapitos

"Toman, consumen y encima, se ponen pesados", frase comentada por agentes municipales asignados en esa zona reitera los dichos que también aportaron los comerciantes que acusan a los cuidacoches por los delitos.

Estas personas detallaron en otra ocasión los constantes arrebatos y daños provocados por ladrones que, en varios intentos, forzaron los ingresos a las vidrieras y hasta uno de ellos huyó poco más de cinco cuadras hasta que lo atrapó la Policía.

Nuevamente, los dueños de otro local de indumentaria de la calle Perón quedaron más que angustiados al arribar en las primeras horas del jueves y ver que la otra cerradura de abajo de su puerta de acceso también fue violentada, al igual que ocurrió con el hierro de arriba en otra ocasión.

"Esto es tierra de nadie, tanto a la siesta como a la madrugada y curiosamente los únicos que se quedan en esos horarios son los trapitos", destacaron los propietarios de ese comercio de ropa que no tuvo que lamentar la misma desgracia que el local de Perón y Dónovan. A su vez, operarios del EMI (Estacionamiento Medido Inteligente) sostienen que los cuidacoches "siempre traen a alguien nuevo, exigen dinero a quienes estacionan sus autos y, encima, se ponen pesados porque están tomados o hasta se los vio consumir drogas".

Si bien no hay datos certeros ni registros visuales, muchos de los consultados en la zona apuntan a que la modalidad delictiva la encabezan una camioneta que hace de campana y un automóvil del cual descienden los ladrones para concretar los atracos. Pero eso ya es materia de investigación que deben encarar las autoridades competentes.

 

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