Insaurralde a Bossio: “Estoy de acuerdo que cambies de opinión, pero la banca dejala”

 Insaurralde a Bossio: “Estoy de acuerdo que cambies de opinión, pero la banca dejala”

El mandatario lomense tildó de “irresponsabilidad” la decisión de los diputados que rompieron el bloque del FpV. Defendió el carácter “frentista” del justicialismo y aclaró que “la columna vertebral del Frente para la Victoria es el Partido Justicialista”. En declaraciones radiales, Martín Insaurralde salió al cruce de la decisión de los legisladores que formaron el “Bloque Justicialista” en la Cámara de Diputados de la Nación. Recordó declaraciones del ex titular de la Anses, Diego Bossio, en su contra y le pidió que renuncie a su banca. También dio definiciones sobre el justicialismo y la dinámica de poder con el Frente para la Victoria. Por último, se refirió a su relación con María Eugenia Vidal.

El intendente lomense afirmó que “desde sus orígenes, el peronismo siempre fue frentista”. Y que desde la creación del Frente para la Victoria, su “columna vertebral es el Partido Justicialista”. Definió al kirchnerismo como “el justicialismo más progresista” y aseguró, a través de Radio La Red, que gracias a Cristina Fernández y Néstor Kirchner “muchos jóvenes se involucraron en política”.

—Con el diario del lunes es fácil, pero ¿cree que hubiera sido otra la historia si era usted el candidato a gobernador?

—Hoy, el peronismo está en una autocrítica. Ha perdido el Gobierno nacional después de 12 años y la Provincia de Buenos Aires después de 28 años. Tenemos que darnos un gran debate. Fue un poco el comienzo de eso la reunión en el PJ nacional, tenemos que hacer lo mismo a nivel provincial. Todos los dirigentes de la provincia y del país tenemos una gran responsabilidad, que es reconstruir el peronismo para ser competitivos en el 2017. Para eso, tiene que haber una autocrítica de todos los dirigentes. Todos hicimos cosas bien y mal. Hay mayor y menor grado de responsabilidad en todos los dirigentes.

—Cuando menciona esas cosas que se hicieron mal, ¿cuáles fueron esas cosas que llevaron a perder la elección?

—En 2013, cuando era candidato a diputado nacional comencé a hablar de inflación, de inseguridad, y me acusaban de ser un traidor al proyecto. Cuando uno pierde la esencia de un dirigente político, que es escuchar a los vecinos, ahí comienza a equivocarse. Todos tuvimos algo de culpa. La responsabilidad del peronismo es reconstruir desde la unidad. De lo contrario, es muy difícil ser una alternativa competitiva.

—Debe estar al tanto de la decisión de un grupo de diputados de formar un nuevo bloque. ¿Qué opinión tiene de estos 12 diputados que se separaron?

—Es una irresponsabilidad. Yo fui diputado nacional y cuando sentí que podía aportarle al proyecto desde otro lado, volviendo al Municipio de Lomas de Zamora, renuncié a la banca. No está mal no sentirse representado por el presidente del bloque o sin contención. Sergio Massa lo ha hecho, se fue, formó un espacio y ganó una banca. Ahora, quedarse con una banca que hace 50 días se la dio un mandato popular a través del sueño de los argentinos, los vecinos de la provincia de Buenos Aires,  hay que ingresar al Congreso para pelear por derechos, mayores garantías, la defensa de los trabajadores. De repente, porque no me siento representado o no soy la figura estelar, ¿me corro?

Estoy de acuerdo que cambies de opinión, pero la banca dejala. En el año que fui diputado voté todas las leyes del Frente para la Victoria y cuando sentí que no era mi lugar renuncié. Sé que no he traicionado y que puedo tener miradas diferentes, pero siempre en el marco de la unidad, estando adentro y sin llevarse nada que no es de uno.

—Teniendo en cuenta que pudo ser candidato a gobernador, ¿lo que más duele es lo de Bossio?

—De todos. El mes pasado hubo un gran debate con muchísimas diferencias en la provincia de Buenos Aires. El presidente de bloque de diputados bonaerenses nos dejó participar a los intendentes por primera vez en un debate histórico, que tenía que ver con el Presupuesto y la Ley de Endeudamiento de la gobernadora María Eugenia Vidal. No estuvimos de acuerdo. Hubo un sector que queríamos acompañar el endeudamiento porque tenía que ver con fondos garantizados a los municipios. Había otros que decían que el endeudamiento era excesivo. El presidente de bloque decidió que se votara libremente. Hubo un sector mayoritario que acompañó la iniciativa de Vidal y uno minoritario que no y el bloque no se rompió, pese a que hubo una disidencia puertas adentro. De eso es lo que se nutre el Frente para la Victoria.

—Jorge Landau, apoderado del PJ, aseguró que el FpV no existe más. ¿Es lo mismo decir peronismo que Frente para la Victoria?

—El peronismo es el movimiento que nació hace 70 años y estuvo en el poder por mandato popular muchísimo tiempo. Desde sus orígenes, siempre fue frentista, como la experiencia del Frente Justicialista Nacional o el Frente Justicialista de Liberación. Desde el 2005, se crea el Frente para la Victoria, cuya columna vertebral es el Partido Justicialista. Después intervienen distintos partidos para conformar los frentes electorales. Yo soy peronista y soy el presidente del PJ de Lomas de Zamora, soy consejero nacional y provincial.

—Como usted lo plantea, pareciera que el Frente para la Victoria o el kirchnerismo es sólo una estrategia electoral. No me imagino a Cristina diciendo lo mismo.

—No, el kirchnerismo no; el Frente para la Victoria. El kirchnerismo, a través de su líder, Néstor Kirchner, y luego con Cristina Fernández, tiene su matiz, su impronta. Logró que se involucraran muchos jóvenes en la política, se creó La Cámpora. El kirchnerismo forma parte del justicialismo más progresista.

—Insiste en que las bancas son del Frente para la Victoria.

—Fijate en cada uno de esos 12 legisladores cuántos votos sacaron en su distrito. No podrían ni tener una banca de concejal.

—Se habla de un posible asado con la gobernadora. ¿Cómo es la relación con Vidal?

—No hubo ningún asado con Vidal. No significa que no tengamos diálogo. Lo que necesita la política es diálogo. Los vecinos votaron a favor del diálogo. Las cosas que no nos gustan las vamos a poner sobre la mesa. A mí me preocupa el inicio de clases, que todavía no se destinaron fondos para remodelación de escuelas. No nos gustan los aumentos en las tarifas. Nos preocupa el bolsillo del trabajador con este ajuste abrupto que tuvo la Argentina. Eso no significa que no tengamos diálogo.

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