El inicio del proceso de destitución

El Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público inició el proceso en base a la denuncia de la nieta recuperada Victoria Montenegro, quien contó que el fiscal de Casación le pasaba información a su apropiador sobre el juicio en su contra.

La Procuración General de la Nación –cabeza del Ministerio Público, es decir, de todos los fiscales del país– inició el proceso de enjuiciamiento de Juan Martín Romero Victorica, fiscal de Casación acusado de haber anticipado al apropiador de Victoria Montenegro información acerca de una causa en su contra. Esta hija de desaparecidos había denunciado que Romero Victorica llamaba a su casa para hablar con su apropiador, el fallecido coronel Herman Tetzlaff, para contarle cómo avanzaba el proceso penal en el que estaba acusado por su apropiación. En su descargo ante el Consejo Evaluador de la Procuración, el fiscal negó las imputaciones, pero ese organismo consideró que sus explicaciones “no resultan suficientes” como para desestimarlas, según la resolución. De esta forma se puso en marcha el jury contra Romero Victorica en el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público, que deberá establecer si los cargos ameritan “su remoción por configurar la causal de mal desempeño” de sus funciones.

A fines de mayo, Romero Victorica se había negado a realizar su descargo en el sumario inicial, pero lo hizo ante el Consejo que debía resolver si lo enviaba a juicio. Montenegro había hecho su detallada acusación durante la audiencia del 25 de julio del juicio oral y público por la apropiación sistemática de menores durante la dictadura, ante el Tribunal Oral Federal 6. Montenegro recuperó su identidad y supo que es hija biológica de Hilda Torres y Roque Montenegro, dos militantes del ERP que murieron en 1977. La joven denunció que Tetzlaff le confesó que había matado a sus padres y que le mostró el arma con la que cometió esos crímenes.

El Consejo Evaluador de la Procuración analizó el DVD de esa audiencia, del cual se desprende que:

- Tetzlaff tenía amigos “ubicados estratégicamente” que lo iban poniendo al tanto de cómo iban las cosas (...) Cuando comenzó a intervenir el (ex) juez (Roberto) Marquevich “se les va de las manos la situación”.

- Romero Victorica llamó a su casa y le dijo que “se quede tranquila, que él iba a poner a unos amigos para que lo saquen” (cuando Tetzlaff fue detenido).

- Luego de una visita de Tetzlaff a Romero Victorica comentó que harían un allanamiento para obtener muestras para comparar los ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos.

- Romero Victorica “le puso” tres abogados a Tetzlaff: Anzoátegui, Casal y Romero Victorica, sobrino del fiscal, que la familia no podía pagar.

- El juicio por su apropiación se dilató muchísimo por la intervención del fiscal, que sabía que ella era una niña apropiada y estaba al tanto de que Tetzlaff había sido el asesino de sus padres.

Romero Victorica declaró que los dichos de Montenegro no se compadecen con la realidad y que “obedecen a mandatos que ha recibido de personas cuya identidad desconoce, pero que persiguen su perjuicio funcional y desprestigio personal”. Agregó que “sólo había reconfortado a Montenegro y que no había incurrido en ninguna conducta que resultase reprochable moral, administrativa o penalmente”. De hecho, esta situación está siendo investigada penalmente por la Justicia Federal. Por su parte, el Consejo determinó que “la singularidad de los dichos de Montenegro y su gravedad son suficientes para elevar las actuaciones a conocimiento y decisión del Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público”, un organismo integrado por fiscales, jueces, miembros del Poder Legislativo y de colegios de abogados que producirá sus propias pruebas, y cuyas audiencias son públicas.

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