No hay números exactos, pero entre arquitectos e ingenieros existen estimaciones que advierten: en Paraná están construidos más de un millón de metros cuadrados clandestinos. Otros sostienen que se trata del doble y no hablan de habitaciones o quinchos en el fondo de algunas vivienda, sino de casas enteras y hasta incluso de más de una planta. La Municipalidad de Paraná firmó un convenio para profundizar el control de obras clandestinas en la capital provincial.

La Regional Oeste Noroeste del Colegio de Arquitectos junto al Colegio de Ingenieros Civiles y la comuna acordaron que trabajaran en la verificación y el control de edificaciones no declaradas. Se trata de un reclamo que existe desde hace años y persigue la defensa de la profesión y el ordenamiento urbano.

Entre otros objetivos, con esta medida persiguen garantizar la seguridad pública en la construcción, armonizar la actividad y las inversiones de los particulares, como también promover el cumplimiento de las normativas vigentes. En el fondo, apuestan a terminar con las grandes edificaciones clandestinas que evaden impuestos, incumplen las normativas, ponen en peligro a las viviendas lindantes y sobre la cual nadie asume la responsabilidad profesional.

"Más allá de la defensa de nuestro trabajo, queremos cumplir con una responsabilidad social y que es dar una mano a los municipios en lo que necesiten", dijo a UNO Francisco Taibi, vicepresidente de la regional del Colegio de Arquitectos.

Explicó que los municipios, con sus propias capacidades pueden solucionar en largos períodos de tiempo, la fiscalización. De hecho lo hacen con llamados de blanqueos o de declaración de metros cuadrados. Dijo además que de esa manera, la recaudación queda resarcida, pero todas esas obras ya fueron construidas sin un profesional que responda por ellas. "Los profesionales que construimos somos responsables civiles por 10 años de lo que hacemos", aclaró.

Asimismo, sostuvo que la proliferación de obras clandestinas no responden a un ordenamiento urbano. "Nosotros peleamos por un ordenamiento urbanístico y un código de planeamiento. Cuando se construye de manera clandestina se transgrede eso y una vez construido no hay autoridad para demolerlo y triunfa el hecho consumado", agregó Taibi que reafirmó cómo de esta manera se genera un grave perjuicio a la actividad profesional.

En Paraná residen más de 500 arquitectos de los 1.200 que están nucleados en la regional del colegio. En diferentes muestreos realizados, pudieron advertir la situación en la ciudad frente a esta problemática. "Es mucho. Algunos se animan a decir que supera el millón de metros cuadrados clandestinos en Paraná, otros hablan de que es cerca de los dos millones", contó Taibi y agregó: "El convenio no es para perseguir al pobre propietario que se hizo un quincho o un dormitorio. Hablamos de casas completas, de edificaciones de más de una planta".

Policía de edificación es el nombre que se le otorga en la legislación a la tarea que llevarán adelante. El convenio fue firmado el 11 de noviembre y a partir del lunes terminarán de discutir cómo lo instrumentarán para iniciar con la tarea cuanto antes. De todos modos, creen que empezarán durante los primeros días de diciembre.

En principio, los colegios presentarán una lista mensual de las edificaciones de Paraná que no tengan el cartel de obra. Esa es una de las pautas que dan cuenta de una construcción no declarada. "Quien desarrolla una obra está obligado a poner un cartel donde aclara quién construye. Cuando no existe eso es porque hay una mora en el trámite o bien se inició una obra clandestina", aclaró Taibi.

"Si el municipio acude a los colegios es porque reconoce que se trata de una cantidad muy grande y que no le va a alcanzar con sus propias fuerzas. Lo nuestro no será solo pasar un dato sino que al detectar una obra sin cartel, averiguaremos en los colegios para saber si alguno tiene participación en la construcción y si se recibieron expedientes. Una vez que se empiece a controlar tendrá un efecto sobre el resto de las obras; sabrán que se termina la impunidad en este sentido y la comuna tiene la obligación de actuar", agregó.

Pretenden elevar a la comuna el trabajo de fiscalización mensual con fotografías del inmueble y volante catastral para que la Municipalidad lleve adelante las acciones pertinentes.

Apuestan a un plan urbano a largo plazo

"Acá, lo que nunca hubo es un plan urbano. Se hizo el código sin tener un plan. Ahora el municipio entendió el problema y antes de fin de año se darán pasos en este sentido", dijo Francisco Taibi, vicepresidente del la regional local del Colegio de Arquitectos.

En Paraná, a la par de que hay vecinos y organizaciones que manifestaron el descontento y preocupación frente a la construcción de edificios de altura, existe la propuesta y se trabaja en la creación de un nuevo código urbano. Frente a esto, los arquitectos manifestaron ir al centro de la cuestión. "Desde la primera reunión dijimos que un código no es autónomo de un plan. En el código participamos los que construimos en la ciudad y no los destinatarios", dijo Taibi y agregó: "Después del proceso participativo, esperamos llegar a detectar cuál es la ciudad que queremos todos con una proyección a 15 años. Nos preguntamos cómo queremos a Paraná en el 2030 y creemos que se puede coincidir en esa estructura. Entonces hay dos herramientas Por un lado están las obras que la Municipalidad, en sus presupuestos, debe incorporar y realizar. Por el otro y a la par, la obra privada debe ser coherente y construir de determinada manera".

Explicó que una persona que compre un lote en cualquier lugar de Paraná, debe conocer si en un futuro es posible o no que le construyan un edificio al lado. "Por eso no existe un código sin un plan y discutirlo sin lo otro es una pequeñez. La Municipalidad lo entendió y desde Planeamiento nos han dicho que iniciarán el estudio del tema antes de fin de año y a eso lo vemos con agrado", remató Taibi.