Ingenieros locales desarrollaron una máquina difícil de adquirir en Mendoza

Ingenieros locales desarrollaron una máquina difícil de adquirir en Mendoza

Se trata de un pantógrafo versátil, herramienta muy utilizada en la industria metalmecánica. La ofrecen hasta diez veces más barata que una importada desde Estados Unidos

Dos jóvenes ingenieros mendocinos desarrollaron una máquina fundamental para la industria metalmecánica, que solo se conseguía importándola a altísimo precio, y en poco tiempo se posicionaron en el mercado local. Se trata de un pantógrafo versátil, herramienta que sirve para realizar cortes de precisión y es muy requerida por los talleres medianos y pequeños.

Martín Cruz (28) y Gabriel Briones (28) son ingenieros, ambos especializados en mecatrónica, y juntos lanzaron al mercado su producto, que de inmediato llamó la atención del sector metalmecánico mendocino.

"Nos conocimos en la Facultad de Ingeniería, donde empezamos a estudiar el mismo año. Desde el principio generamos algunos proyectitos, algunos salieron bien, pero con productos que no eran muy necesarios en la industria. Sí nos dijeron muchos empresarios que les servirían más para el corte de chapas, que es el proceso más común de la industria metalmecánica: vimos la oportunidad, cambiamos la idea, y empezamos con el desarrollo de este equipo", explicó Cruz.

La máquina, que sirve para realizar cortes de precisión en planchas de diferentes tipos de metal a través de un controlador computarizado, no es un invento de los mendocinos, sino que existe desde hace mucho tiempo, pero la única manera de conseguirla era importándola.

"Este equipo existe desde hace bastante tiempo, pero los principales fabricadores están en Europa o Estados Unidos. Traerlos, para las pymes, por los precios que se manejan, era prohibitivo; no así para los grandes empresarios", agregó Cruz.

El costo de importarla puede alcanzar los U$S120.000 aunque también se venden en Buenos Aires y Santa Fe por U$S40.000. La diferencia sigue siendo muy grande con el precio al que lo vende Electro Green, la empresa conformada por los mendocinos, que ronda los U$S16.000.

La ventaja con la que se hacen competitivos los mendocinos es que todo el desarrollo, tanto de la maquinaria como de la electrónica, es propio. Si bien hay componentes que se importan, son los de menor valor, por lo que baja el costo del producto final.

Con capacitación incluida

Los pantógrafos desarrollados por Cruz y Briones incluyen la estructura, el controlador (con el software desarrollado por la empresa), la unidad de plasma y la mecha.Pero por lo que lo destacaron, algunos de sus primeros clientes los tuvieron por el servicio de capacitación y posventa.

"En todas las máquinas damos 16 horas de capacitación y creemos que es suficiente para que cualquier persona pueda aprender a usar la máquina", explicó Briones.Mariano Güizzo, uno de los socios de la firma Buccolini SA, que desde diciembre tiene instalado el pantógrafo, expresó: "La persona que estaba encargada del corte manual, el plasmista, fue capacitado para manejar la máquina. También al equipo de posprocesado, que trabaja con la parte del software. Nos costó 15 días empezar a cortar bien, pero fue muy sencillo, rápido y ágil".Agregó que desde que lo incorporaron los tiempos de producción se redujeron notablemente.

"Para nuestra producción del área petrolera, donde hacemos muchas estructuras y cortes, nos aceleró hasta un 70% los niveles productivos. En el área alimentaria nos ha dado mejor terminación, calidad y velocidad. Eso para nosotros es aumentar competitividad, porque hoy los márgenes se achican y mejora nuestra producción en calidad notablemente".

La otra ventaja destacada tanto por los ingenieros como por los clientes es el servicio técnico de posventa que ofrecen, con la ventaja de poder reparar rápidamente la máquina en caso de que algo falle."Nosotros hacemos mucho hincapié en el servicio técnico para que el que nos compre no tenga problemas y si los tiene, se los solucionemos rápido. Es tan rápida la velocidad de trabajo que aumenta mucho la productividad, lo que a veces vuelve a los talleres un poco dependientes de la máquina. Acá se pueden sacar piezas y hacer recambios directos para que siga funcionando sin problemas", cerró Cruz.

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