El ministro de Infraestructura de la Provincia, Marcos Verbeek, compartió este fin de semana un momento con don Lorenzo Vallejos y don Lorenzo Balmaceda, dos abuelos olvidados en sus precarias viviendas "y donde el Estado va a llegar con más respuestas”, dijo.

Verbeek compartió la mañana del domingo con dos historias vivientes del interior chaqueño y que ni siquiera las cataratas de sus ojos y escasa visión le impiden a don Vallejos acercarle todos los días un plato de comida a su amigo, don Balmaceda, postrado en la cama, tras quebrarse una pierna.

"Estoy cumpliendo con mi deber como chaqueño y con el tremendo orgullo de poder servir a mi vecino y, ante este cuadro que nos duele como sociedad quiero ser muy claro, en mí no van a encontrar echar culpas a otros, sí van a encontrar una permanente convocatoria a comprometernos, a trabajar, a planificar, a desterrar las improvisaciones para retornar a un Sáenz Peña que nos hinche el pecho de orgullo porque es una sociedad que no excluye, que vive en paz, que valoriza la familia”, dijo el abuelo.

Ante los dos Lorenzo, "unidos por nuestros olvidos como sociedad”, Verbeek ordenó que se realicen "acciones inmediatas para que cuenten con dos mejoramientos habitacionales, puedan contar con baños para su discapacidad”, e instruyó "a las asistentes sociales se formalice toda tramitación ante organismos previsionales”, y convocó "al grupo de jóvenes que me acompañan a profundizar el trabajo solidario para con nuestros mayores y estos dos abuelos que nos dieron tanto y hoy necesitan de nosotros, nadie podrá hacerse el desentendido ante estas situaciones que nos duelen como sociedad”.

El funcionario respaldó que "como saenzpeñenses tenemos que trabajar día a día, casa por casa porque el gobernador Bacileff Ivanoff está invirtiendo mucho en infraestructura; al igual que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quienes tienen una mirada especial para el interior, pero tenemos que tener muy claro que apuntalando a la obra pública tiene que tener el respaldo de la familia de toda una sociedad y generar un horizonte mejor con más inclusión, con más oportunidades laborales y hacedores de una ciudad más amigable”.

"Por cada uno de estos dos Lorenzo, por su tremenda lección de vida, el único límite que me impuse es trabajar y planificar para erradicar estas cosas que nos duelen como sociedad”, dijo Verbeek.