Informe especial: la reforma electoral con la que Vidal quiere adueñarse de la Provincia

Informe especial: la reforma electoral con la que Vidal quiere adueñarse de la Provincia

La gobernadora quiere las legislativas del año que viene traigan cambios en el sistema de votación. Ya se aprobaron la limitación de las reelecciones de intendentes. Falta la Boleta Única y la paridad de género. Qué puede pasar con las PASO. La mirada de los bloques opositores.

Por Diego Lanese

Cuando se pusieron en vigencias las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), se realizó una de las pocas reformas de peso en el sistema electoral argentino desde la vuelta de la democracia. El sistema de elección de autoridades se mantuvo inalterable varias décadas, tal vez engrilletado por los golpes militares y la fragilidad institucional. Ahora, el PRO busca llevar la experiencia de la Ciudad de Buenos Aires a todo el país, alentando la discusión por una reforma política que incluye desde la boleta única –que intenta desarmar el fraude –hasta la igualdad de género.

Desde hace unos meses, el gobierno de María Eugenia Vidal trabaja busca impulsar una reforma que pueda hacerse palpable en 2017, cuando vaya a las urnas enfrentando a una oposición –en su mayoría peronista –en franco reagrupamiento. Ganar los comicios no sólo le garantizará una segunda mitad de gestión más controlada, sino que puede ser un golpe mortal para la maquinaria electoral del PJ, acostumbrada a ganar en territorio bonaerense por peso específico.

La reforma que plantea el gobierno provincial tienen varia patas, algunas de ellas ya se discuten en la legislatura, otras incluso ya están en vigencia. El primer paso y tal vez fundamental fue la iniciativa convertida en ley que limita la reelección indefinida de los intendentes, una medida riesgosa que la gobernadora impulsó con el apoyo del Frente Renovador, en un intento por dejar pegado a la “corporación política” al kirchnerismo y los intendentes del peronismo que hicieron lobby contra la iniciativa.

Además, otro de los puntos que más interesan al equipo de Vidal es empujar la modificación que no sólo implicaría el cambio al voto electrónico sino que, principalmente, elimine las listas sábanas. Cómo esta medida por el momento parece demasiado lejana, para el 2017 apuntan a algo más terrenas: la boleta única.

En tanto, la equidad de género parece pronta a aprobarse, aunque surgieron algunos resquemores en Diputados. Que las listas estén integradas por igual cantidad de hombres que de mujeres puede empujar la popularidad de la gobernadora, que hoy pese a los nubarrones en una gestión compleja, navega con muy buena imagen hacia un 2017 crucial.

Reelecciones limitadas

Hace un año, ni el más optimista de los operadores PRO podía imaginar que Vidal no sólo iba a destronar al peronismo provincial, sino que además iba a “domar” a ese aparato tan temido llamado “barones del conurbano”. No sólo logró quebrar el bloque de jefes comunales –hoy divididos en varios grupos, que se diferencias más por sus lineamientos internos que por su relación con el gobierno –sino que les puso un freno a las reelecciones. Lo que intentaron varios, lo consiguió Vidal, y si bien contó para esto con ayuda de un sector del peronismo, fue un paso fundamental para encaminar su reforma política y electoral.

En concreto, el proyecto establece que los intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares de la Provincia no podrán ser reelegidos más de una vez consecutiva, una iniciativa que comenzará a regir en las elecciones de 2017 y 2019, según los cargos. La aprobación de la norma contó con el apoyo de casi todos los bloques opositores, como el massismo y un sector del peronismo, y fue rechazado por los legisladores del Frente para la Victoria.

La iniciativa fue un mix de los proyectos elaborados por varias fuerzas. En esta conjunción de ideas, se logró una de consenso, con la firma de Rubén Eslaiman, Ramiro Gutiérrez y Lisandro Bonelli (Frente Renovador)  y del radical Alejandro Armendáriz.

Además, prevé que los mandatos actuales de los intendentes, concejales y legisladores serán computados como primer período, por lo que ahora podrán proponerse sólo por un nuevo mandato consecutivo. Por otra parte, el proyecto determina la incompatibilidad de cargos, al prohibir a intendentes y concejales ocupar cargos “de funcionario o empleado a sueldo del Poder Ejecutivo nacional o provincial, sea en la Administración central, organismos descentralizados o entes autárquicos, a excepción del ejercicio de la docencia”.

La aprobación, que marcó el punto más íntimo de la relación de Vidal con el massismo, fue recibida con expectativa entre quienes utilizan “la renovación” como bandera electoral, y puso en guardia a los intendentes, que se abroquelaron para evitar nuevos avances. Incluso el tema fue motivo de una cumbre entre los jefes comunales que quieren liderar el peronismo que viene: Martín Insaurralde, como parte del grupo esmeralda, y Jorge Ferraresi, que a través del instituto Patria se muestra como el más cercano a Cristina Fernández de Kirchner. el lomense apoya la reforma electoral de Vidal, por lo menos en lo estructural, lo que sorprendió a más de uno.

Para el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca “esta auto limitación de la política es una reforma histórica que es posible gracias al cambio de época que representa la gobernadora María Eugenia Vidal”.  El diputado de Cambiemos opinó consultado por Política del Sur luego de que la Cámara baja de media sanción al proyecto. “Es toda una novedad para esta Legislatura debatir y consensuar esta Reforma Política que, claramente, no hubiera sido posible años atrás. Esto es parte de la nueva política en la provincia”, señaló.

Una vez aprobada, se armó una especie de tensa disputa, de baja intensidad, para capitalizar el logro. Como Mosca, el oficialismo intentó llevar la limitación hacia las costas de maría Eugenia, pero los massistas salieron al cruce. “Hace tres años que venimos trabajando este tema. Basta de intendentes que se eternizan de por vida, tiene que haber recambio. Es el proyecto de Massa”, declaró en diálogo con Política del Sur el concejal del Frente Renovador de Almirante Brown Luís Chávez.

Paridad de género

El segundo paso en la reforma electoral de Vidal apunta a la cuestión de género. Si bien parece que no toca una cuestión de fondo –en el sentido que no se mete con las formas de elección de cada partido –el cupo femenino es algo muy sensible en la sociedad, sobre todo en tiempos de una gobernadora. Por eso se avanzó con el proyecto que busca igualar la cantidad de mujeres en las listas en territorio provincial.

La iniciativa ya cuenta con media sanción en el Senado. Allí llegó de la mano del senador massista Sebastián Galmarini, que se hizo eco de la idea del oficialismo y presentó proyecto propio. Cambiemos logró introducir una modificación (que el reemplazo de un diputado sea del mismo género), y luego apoyó junto al resto de las fuerzas la media sanción.

Cuando la discusión se trasladó a la cámara baja, otra vez comenzó al disputa entre el oficialismo y el Frente Renovador por quién se convertía en el motor de la iniciativa. Para evitar lo que sucedió con el límite a las reelecciones, en Cambiemos pidieron tiempo para analizar el proyecto, lo que mantiene trabada su aprobación. El diputado provincial Daniel Ivoskus (Cambiemos) aseguro que “este tipo de leyes electorales deben tener el debate necesario entre los partidos políticos”.  En declaraciones periodísticas, el legislador oficialista precisó que “esta ley entra en funcionamiento en el 2017 donde el cierre de lista se hace en junio o julio del año que viene, o sea que no hay una necesidad de urgencia para que no deba pasar por las comisiones, eso trabó la discusión”.

Dando la nota disonante, la Coalición Cívica-ARI de Elisa Carrió se mostró en contra de la normativa, mostrando otra vez el difícil equilibrio en el que está parado Cambiemos, sobre todo en materia de políticas de estado. De esta forma, el diputado lilito Guillermo Castello remarcó que el proyecto es “claramente inconstitucional, injusto, inmoral, conflictivo y machista”. Sin medias tintas, el legislador adelantó que  no acompañaría la norma, ya que según su opinión la paridad “degrada a ambos sexos, especialmente al femenino, por cuanto todas las mujeres que accedan a un cargo mediante una lista electoral 'paritaria' estarán siempre sospechadas de haber ingresado por haber integrado la misma solo para dar cumplimiento al cupo”. En este orden también remarcó que el proyecto, “incrementará el nepotismo al abrir las puertas a que muchos jefes partidarios puedan negociar su voto más el de su mujer, hija, hermana o amiga”.

En un fino equilibrio, el oficialismo quiere darle un nuevo triunfo a Vidal –como el de la limitación de reelecciones de intendentes –pero necesita de mantener la negociación abierta para que esta semana se convierta en ley.

Lo paradójico es que los actuales números de la legislatura provincial ni siquiera cumplen con la vieja ley de cupo femenino, que entrega el 33 por ciento de la representación a las mujeres. Según las cifras oficiales, apenas poco más de un cuarto de los escaños es ocupado por mujeres.

Nuevas urnas

Sin duda el paso más ambicioso en esta reforma electoral que plantea Vidal es el más difícil: cambiar las listas sábanas e ingresar al mundo de la boleta única, y porque no al del voto electrónico. En todas las fuerzas admiten que este sería el paso más importante en la democracia, una verdadera revolución, que podría terminar con algunas prácticas durante los días de elección que si bien nadie admite abiertamente, suelen tener peso en la proyección de una campaña.

En la provincia de Buenos Aires, el tema viene atado a la suerte de lo que suceda en nación donde el uso de la denominada Boleta Única Electrónica (BUE) logró media sanción la semana pasada del Congreso. Tendrá algunas particularidades, afirman desde el gobierno de Vidal.

El artífice de la reforma que pretende la gobernadora es Miguel Saredi, actual  integrante del directorio del ACUMAR, quien trabajó varios años en esta temática, y a través del Ministro de Gobierno Federico Salvai potenciar sus ideas. En materia de votación, lo que pretende Vidal es la eliminación de la “lista sábana horizontal”, que hace que un votante bonaerense vaya a votar el mismo día a presidente, a gobernador, a legisladores nacionales, a legisladores provinciales, a concejales y hasta un consejero escolar. La BUE permite elegir por categoría, entre otros beneficios.

Otra cuestión que incorpora el gobierno a la discusión es un reordenamiento del mapa electoral, con nuevos circuitos de votantes. Según Saredi, los que existen en la actualidad “son muy extensos y en ocasiones a la gente le queda muy lejos de su domicilio el ir a votar”. Mediante este reordenamiento también se buscará eliminar la práctica del “voto golondrina”. El funcionario explicó que en las elecciones de octubre pasado han detectado “cambios de domicilio masivo” y ejemplificó con Malvinas Argentinas, donde Jesus Cariglino perdió la intendencia luego de 20 años por una diferencia de 2 mil votos. “Se descubrió después de la elección que hubo una incorporación de nuevos votantes de distritos vecinos”, indicó Sareni.

Otro de los puntos de la reforma provincial será una mayor incorporación de los votantes extranjeros. Lo que se buscará es “compatibilizar” el padrón electoral de la Provincia con la información de Migraciones.

Esta reforma presenta en líneas generales los mismos posicionamientos que las reformas anteriores –reelecciones y igualdad de género –entre los bloques: Vidal y su tropa consigue apoyo del Frente Renovador, mantiene a algunos aliados cerca –hay discusión entre el PRO y los radicales por la obligatoriedad de las PASO –y suma peronistas sueltos. El Frente para la Victoria se mantiene como opositor, también con matices.

“Impulsamos con convicción el voto electrónico porque pensamos que, bien implementado y con los debidos controles permitirá agilizar y dotar de transparencia a los procesos electorales”, sostuvo en una reciente jornada el massista José Luis Pallares.

Sin embargo, algunos especialistas sostienen que este sistema no es seguro, expusieron sus dudas y pidieron que se tomen en cuenta sus objeciones. Una de estas entidades es el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), que en su documento 2016: año de reforma. Hacia umbrales mínimos de ciudadanía asegura que el sistema de BUE “fue abandonado o está en desuso en el resto del mundo, y sólo siete democracias lo utilizan actualmente, entre ellas Filipinas, India, Brasil y Venezuela”. El trabajo, al que tuvo acceso Política del Sur, asegura que la boleta única de papel “es el más extendido en el mundo y las capacidades instaladas que se requieren para implementarlo se acercan más a las que nuestro país posee hoy”.

“La complejidad de adoptar nuevas tecnologías en la emisión del voto conlleva frecuentemente a implementaciones graduales”, alerta el CIPPEC, y recuerda que “la implementación de sistemas electrónicos para emitir el voto requiere una autoridad electoral legítima, que se erija como árbitro imparcial y detente altas capacidades técnicas”.

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