La inflación ya recortó a la mitad la mejora competitiva de la devaluación

El dólar acumula seis semanas sin subas. La aceleración de la inflación, en parte fruto de la misma devaluación, recortó en 6,3% el tipo de cambio real
El Banco Central (BCRA) impidió que el dólar mayorista se moviera durante la rueda de ayer y quedara así en $ 7,8610, 15 centavos por debajo de su valor máximo del 30 de enero pasado, al tiempo que compró u$s 70 millones para amortiguar el efecto de un pago al exterior en su nivel de reservas. La calma cambiaria cumplió su objetivo de detener la caída de reservas pero no está exenta de costos para el Gobierno, ya que seis semanas de inmovilidad del dólar le han perder al peso casi la mitad del avance competitivo conseguido con la devaluación de enero.

La entidad conducida por Juan Carlos Fábrega mantiene anestesiado al dólar oficial desde fines de febrero. Tras hacerlo saltar más de $ 1,20 en la anteúltima semana de enero (una suba del 23% en el mes), el BCRA recortó 15 centavos desde el máximo de $ 8,015 anotado el 30 de enero.

La mayor oferta de divisas resultado de una norma que obligó a los bancos a deshacerse de u$s 2.500 millones en el spot y u$s 4.500 millones en el mercado de futuros y de la suba de tasas en pesos que ayudó a atraer más liquidaciones de exportaciones agropecuarias (cerealeras ingresaron casi u$s 2.000 millones en febrero y, durante la semana pasada, u$s 80 millones por día según datos de Ciara-CEC) le permitió a Fábrega hacer lo que quiso con el dólar.

Sin embargo, mientras el tipo de cambio permaneció virtualmente quieto o levemente bajista, la marcha de los precios no se detuvo.

“Desde que la devaluación de enero generó una suba del tipo de cambio real multilateral de 14,3%, la aceleración de la inflación, en parte fruto de la misma devaluación, se tradujo en una suba de precios (según nuestro relevamiento online) de 6,5% al 5 de marzo, recortando en 6.3% el tipo de cambio real (una medida de competitividad precio frente a nuestros socios)”, analizó el informe semanal de Elypsis, la consultora dirigida por Eduardo Levy Yeyati.

Según los cálculos de ese informe, a este ritmo, el “colchón cambiario” ganado en enero terminaría de consumirse en el mes de agosto. “La reciente estabilidad del dólar y una inflación elevada alimentan expectativas de un nuevo salto discreto; los contratos a futuro anticipan una aceleración de la devaluación”, concluye el reporte.

“La devaluación de enero cumplió su objetivo de que el BCRA deje de perder reservas. Pero la expectativa de mas devaluación continuará en pie si no modifican la política fiscal, que desde hace más de un año es único factor de crecimiento de la base monetaria”, comentó Ramiro Castiñeira, de Econométrica. “Que el gasto público crezca un 44% en enero no fue una buena noticia”, agregó.

Ayer, el aporte de divisas exportadores fue aprovechado, más que nada, por el BCRA, que acusó compras por u$s 70 millones para compensar pagos de energía por u$s 50 millones. El resultado fue una suba diaria de reservas de u$s 2 millones hasta u$s 27.674 millones.

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