La Navidad llega con cada vez más anticipación a los supermercados. Apenas arrancó noviembre y los pan dulces, garrapiñadas y turrones se instalaron en las góndolas de las grandes cadenas de hiper y supermercados del país.

Pero en esta ocasión, además del anticipo, la sorpresa para los consumidores es que este año deberán gastar entre el 20% y el 45% más en los alimentos y bebidas tradicionales para que se adquieren para armar la mesa para las fiestas, tanto para Navidad como para Fin de Año.

El valor surge de un relevamiento realizado por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) sobre un promedio de una mesa familiar compuesta por siete personas, para las dos celebraciones de fin de año, Nochebuena y Año Nuevo. 

"El estudio se realizó sobre los principales productos que más se comercializan para formar parte de la mesa de los argentinos durante las fiestas de fin de año. En esos rubros, algunos artículos subieron un 20%, y otros más de un 50%", explicó Miguel Calvete, presidente de Indecom.

Los mayores incrementos se registraron en las carnes rojas –asado, vacío y peceto, con subas que superan el 50% según el corte– y en el pollo, en el aumento fue del 40% en promedio. Los porcentajes de aumentos también son altos en los alimentos derivados de harina como pan dulce y budines con frutas, con un 45% en promedio. "Si bien el precio de la harina se mantiene estable en alrededor de $ 180 la bolsa, todo el resto de los insumos y materias primas subieron sus precios y eso impacta también sobre los farinaceos que integran la mesa de fin de año", agregó Calvete.

En el rubro de las bebidas espumantes, sidras y vinos, en tanto, se encontraron subas que van del 19 al 45% según marcas y calidades. Para las frutas secas, garrapiñadas, turrones y confites se observaron aumentos del 23 al 52 por ciento.

El relevamiento concluyó que la mesa de fin de año registró una suba promedio interanual con respecto a 2013 del 44,8% si se excluye a los productos que integran el programa de "Precios Cuidados" del Gobierno. "Si se toman en cuenta productos incluidos en el plan de acuerdos de precios, el incremento se ubica en un 20,1 % promedio en el mismo período", aclaró el estudio.

Si se toma la base de la pirámide social –el segmento C3D, compuesto por más del 75% de los asalariados– y el valor del salario mínimo vital y móvil de $ 4400, el costo para servir las mesas de fin de año sobre una base de siete personas, es de entre $ 1380 y $ 1720 para ambas celebraciones (de $ 690 a $ 860 por cada encuentro) lo que implica casi el 40% de los ingresos de esos consumidores. Con todo, un 68% de los clientes consultados afirmaron que modificarán sus hábitos de consumo. Algunas opciones: dividir gastos o reemplazar las comidas típicas por otras más económicas. En cuanto a la medición del nivel de inflación general, durante octubre se obtuvo una inflación del 1,68%, incluyendo los artículos que forman parte del programa "Precios Cuidados", y un 1,89%, excluyendo los productos del acuerdo.

El relevamiento fue realizado con una muestra de 62.754 tickets de compra de 145 supermercados de grandes cadenas y de 1156 autoservicios de proximidad en Capital Federal, Gran Buenos Aires y en las ciudades de Rosario, Mar del Plata, Córdoba, Posadas, Corrientes, Mendoza, Paraná y Tucumán. Se utilizó un software online que procesó valores expresados en las páginas webs de las diferentes empresas.

Por otro lado, el informe detalló que durante octubre la percepción inflacionaria afectó más a la clase media-alta que a los sectores de menores ingresos: la media de las expectativas inflacionarias se mantiene en un 41% anual para los sectores de mayores ingresos y un 34% para los sectores bajos. "Es el nivel de frustración ante el crecimiento de precios, motorizado por las diferentes aspiraciones adquisitivas, el que amplía notablemente la brecha de percepción entre los distintos segmentos de consumo", aseguró Calvete.